Los 50 mejores discos internacionales del año según Nación Rock (del 50 al 26)
Calor infernal, gente revolucionada por las festividades, los temblores y el fin de una de las temporadas de conciertos más soñadas de los últimos años. Pero nada nos impidió, nuevamente, echar mano al afán colaborativo, democrático y de mucha escucha e investigación que se apoderó de nuestros oídos, como es el ejercicio de cada año. Cerramos un 2024 muy positivo, lleno de experiencias y crecimiento como equipo y medio musical. Siempre atentos/as a la actualidad, el equipo de Nación Rock se embarcó en el proceso de elaborar un ranking internacional con lo mejor de este año, teniendo en cuenta la calidad, las voces diversas, y nuestro espíritu, donde el mensaje vale tanto como la música, sobre todo poniendo mucha atención a esas propuestas que aún están dispuestas a volarte la cabeza.
Porque de eso se trata todo ¿no? Cuando estamos ante un momento en que los géneros musicales se expanden cada vez más, la fórmula ingeniosa y visceral, junto al factor sorpresa y radical, se sigue abrazando y queriendo tanto como a tu mascota regalona. Sin embargo, aún hay que sacarse el sombrero ante ciertas deidades como David Gilmour, Beth Gibbons, Kim Gordon, The Cure o Charly García, que siguen lanzando calidad y reinvención sorprendente. La locura del ex-black midi, Geordie Greep, simplemente llegó a destapar sesos, pero también el metal progresivo dijo presente con grandes lanzamientos de VOLA, Wheel, Night Verses, Alcest, Leprous y el aplastante regreso de unos grandes de siempre como Opeth.
El hyperpop, el lado alternativo del pop/rock, el neo soul y las propuestas sólidas femeninas, también brindaron su jugada con discazos de Charli XCX, Kali Uchis, St. Vincent, Billie Eillish o la sublime Aurora. El metal alternativo y extremo también nos dejó las bellezas creativas de Blood Incantation, BMTH, Poppy, Knocked Loose, Nails y más. Sin contar el poderoso nivel de crecimiento, sensualidad y sensibilidad musical que han alcanzado bandas y artistas como Chelsea Wolfe, The Marías, Fontaines DC, o The Smile (estos últimos metiendo dos discos en un mismo año en nuestra lista).
Pero hay mucho más. Más allá si están de acuerdo (es imposible estarlo con todo) o no, y considerando que este ejercicio siempre da para opiniones encontradas o el debate, les dejamos la invitación a leer, comentar y ojalá escuchar o descubrir nueva música. Algo que consideramos muy importante para renovar el alma y espíritu. ¡Que tengan unas felices fiestas!
50.-Every Bridge Burning-Nails
Nails es de los proyectos más brutales del metal extremo de los últimos 15 años. Si bien su trayectoria discográfica es reducida y esporádica, los lanzamientos de esta banda nunca pasan desapercibidos por la prensa especializada. Como de costumbre, “Every Bridge Burning” es un mazazo corto, implacable y lleno de violencia, que bebe del ritmo intenso del grindcore y el powerviolence. Con letras cargadas de aversión hacia la especie humana, este álbum explota y se consume de manera fulminante. Son 17 minutos para ser exactos y una decena de canciones que no dan tregua al oyente ni por un segundo. Este trabajo sigue la misma estructura y estilo que sus predecesores, lo que no quita que cuente con momentos destacables, como la canción que da nombre al álbum, la iracunda “Give Me the Painkiller”, y por supuesto la densa y lenta “No More Rivers to Cross”, que repite la fórmula de cerrar los discos con una canción más “extensa” que el resto del tracklist. “Every Bridge Burning” no busca la reinvención, sin embargo, se disfruta por ser directo en sus planteamientos y derribar todo a su paso en cosa de unos pocos minutos.
49.-Melodies of Atonement-Leprous
El octavo larga duración de los noruegos sigue siendo un disco dando que hablar. Recibido con una mixta acogida por parte de la crítica y los fans, muchos perciben que es un trabajo menos inspirado que sus anteriores entregas, ya que posee canciones de menor duración a las acostumbradas, pero con los elementos distintivos que han vuelto a Leprous un referente dentro del rock progresivo actual. En este álbum se percibe una mayor intervención vocal por parte de Einar Solberg, siendo el principal protagonista de todo el corte. Teniendo algunos cortes memorables como Atonement y Self-satisfied Lullaby, el disco y su promoción traerán nuevamente a tierras sudamericanas al grupo durante el 2025, el que además ha tenido una importante exposición en redes sociales para promover el trabajo. Se extrañan pasajes de guitarras más intensos y mayores contribuciones del virtuoso baterista Baard Kolstad, pero no por aquello el disco deja de brillar en los instantes adecuados, lo que lo vuelve automáticamente en un paradero para los fanáticos del género.
48.-Clancy-Twenty One Pilots
Vivimos un gran momento del dúo actualmente y Clancy es una clara evidencia de ello. Su séptimo álbum pretende completar la historia de la mayoría de edad que comenzó con ese exitoso LP de 2015. También, como lo fue Blurryface, ese personaje con marcas en el cuello, inseguridades y demonios, Clancy representa a un ente, como eje central de la historia. “Soy Clancy, hijo pródigo/ Listo, ven con Josh Dun”, rapea Joseph rápidamente sobre la parte de batería flotante de su compañero en “Overcompensate”, que arranca con una energía tan bien parida como hecha a mano-para aplaudir-con el ánimo de los propios clásicos álbumes de los Chemical Brothers, y que, al igual que los capos del break beat de Manchester, con un freno de mano en el ritmo para entregarse al seductor coro del tema. De ahí en más el crecimiento es evidente: «Next Semester», apela a cierto espíritu emo, pero lo genial es que no todo va por una tangente, sumemos el tono de himno de “Backslide”, al espíritu neo-new wave en clave The Killers de “Midwest Indigo”, los imposibles tonos de «Vignette», la alta prestancia de retro-tracks como «Navigating», la psicodelia electrónica TameImpaliana de «Snap Back» o la bien pulida influencia de Rivers Cuomo cuando Joseph se arrima a la grandilocuencia vocal, alternado e independiente de lo extraordinariamente bien que maneja las rimas, como un storyteller desalmado. El lore y la música van de la mano en un excelente trabajo de ambos partners que viven una etapa de madurez evidente.
47.-Frog in Boiling Water-DIIV
El regreso discográfico de DIIV significó una separación de lo hecho anteriormente con «Deceiver», tomando un riesgo que introdujo un mundo temático nuevo y un nuevo enfoque en su sonido. Del shoegaze en clave indie pop de su disco anterior, la banda decidió optar por una orientación más aletargada, con canciones en su mayoría lentas y ruidosas, muy influenciadas por lo hecho por My Bloody Valentine o Low, pero conservando la identidad que han forjado con el paso de los años.La música se complementó con un imaginario relacionado a las simulaciones de realidad, con guiños a asociaciones secretas y sectas, además de visuales psicodélicas que se funden bien con el noise y capas de reverb de la banda. Hubo mucho tiempo de preparación para el disco y eso se puede sentir en la calidad y cantidad de detalles en su producción, donde hasta elementos acústicos pueden identificarse en algunas canciones, como «Everyone Out», que recoge gran parte de la paleta sonora que conforma este largaduración.El recibimiento del álbum, en un comienzo, fue algo disparejo entre fans y crítica, precisamente por el cambio y diferencia en su sonido, si se compara con discos anteriores. Pero con el pasar de los meses, la banda ha sabido posicionar el disco de manera tal que ha tenido una mayor llegada con sus fans, que apoyan estas nuevas canciones en sus conciertos, entregando un show maduro y que ha evolucionado en todos los niveles, para ser toda una experiencia.
46.-I Got Heaven-Mannequin Pussy
Visceral, crudo y melódico. Pero además este es un disco que va por las emociones, habla de anhelos de adolescencia perdida, y la faceta existencial de la lírica punk y amorosa de su líder está en todo, quien, con este apañe del productor, salió de sus zonas de confort tan solitarias, para hacer un trabajo más colectivo. También fue nueva para la banda que Maxine Steen fuera miembro oficial. Steen había estado de gira con la banda desde 2021 y haciendo música con Dabice en su proyecto paralelo Rosie Thorne, pero unirse al proceso de composición se concretó este nivel sónico impensado al que llegaron en 2024. Su propia guitarra Nash Wayfarer, fue imprescindible para lograrlo, ha contado ella misma: “Utilicé mi Nash Wayfarer personalizada que hice para mí en 2021 para este disco». «I Got Heaven» es un disco de guitarras y experimentación en el estudio. La suma de todo es que mezcla esto con momentos cautivantes y con mucha garra. Y es un golpe de aire fresco al mismo tiempo, pese a que vivimos una etapa muy refloreciente de propuestas punk y hardcore actual. Principal y justamente, donde la rama femenina ha cobrado vital protagonismo.
45.-Marttein-Marttein
El disco homónimo de Marttein que lleva su mismo nombre es una verdadera locura. Con un alter-ego extravagante y errático como protagonista, un rubio arrojado a la noche, cuenta la historia de un joven, una especie de antihéroe que escapa a la oscuridad porteña para evadir su realidad, entre drogas y sexo. Un poco que te conmueve, un poco que te identificas. El fracasar como asunto interno generacional. Es un disco personal y ambicioso donde la música y el cine se fusionan para narrar historias urbanas. Un viaje sonoro y visual por la oscuridad de la urbe porteña, con una narrativa que trasciende las canciones para cobrar vida también a través de una película. “Una película argentina”, dirigida por José Fogwill y Clemente Bruzzone y guionada por Valentín Mutti que viene a complementar esta historia. En Marttein hay una búsqueda en la creación de climas y atmósferas. Son nueve canciones que, con la estructura del pop clásico, deambulan entre el rock, el hip hop, la música electrónica, el rave y el tango. Este disco abre una nueva era en la carrera de Marttein y cuenta con colaboraciones de lujo como las de Dillom, Juana Rozas y la escritora Mariana Enríquez. “Le puse Marttein a este cuarto disco porque siento que ahora sí puedo decir que estoy acá”, dijo Marttein en una entrevista. Con tan solo verlo se nos viene a la cabeza imágenes de Billy Idol, Lou Reed, Sandro y Tony Manero. También hay algo de cada uno de ellos en su performance. “Encontré una nueva forma de habitar él en vivo”. Es un joven que enloquece y hace años viene recorriendo el camino de lo underground y que apostó todo para destacarse y consolidar su lugar en la escena y vaya que lo hizo.
44.-Theories of Emptiness-Evergrey
Con su decimocuarto álbum, «Theories of Emptiness», Evergrey reafirma por qué sigue siendo una de las bandas más consistentes y queridas del metal progresivo melódico. Este trabajo es un testimonio vibrante del talento creativo de los suecos, cargado de emociones, texturas sonoras y arreglos meticulosamente elaborados. Desde el tema de apertura, “Falling From the Sun”, el disco establece un tono épico gracias a riffs contundentes, una producción impecable y la inconfundible voz de Tom S. Englund, que brilla tanto por su potencia como por su profundidad emocional. Canciones como “Misfortune” logran fusionar accesibilidad melódica con una instrumentación densa y envolvente, mientras que “Ghost of My Hero” destaca como una balada oscura que combina un piano delicado con un clímax orquestal magistral. Esta última encapsula la capacidad de la banda para manejar dinámicas intensas y conmovedoras, creando paisajes sonoros que se sienten tan grandiosos como íntimos. Uno de los momentos más memorables llega con “Cold Dreams”, en el que Englund une fuerzas con Jonas Renkse (Katatonia) y su hija Salina Englund. La armonía de sus voces dibuja un paisaje melancólico que captura a la perfección el espíritu introspectivo del álbum. Por otro lado, temas como “To Become Someone Else” y “Say” muestran una energía más cruda y visceral, subrayando la versatilidad de Evergrey para transitar entre lo melódico y lo desgarrador. El disco también tiene un peso simbólico especial, ya que marca el cierre de una era con la salida del baterista Jonas Ekdahl (al menos en lo que respecta a giras y presentaciones en vivo), quien deja una huella imborrable en la cohesión y evolución del grupo. Su desempeño en este álbum es una despedida brillante que corona su legado dentro de la banda. En definitiva, «Theories of Emptiness» no solo complacerá a los seguidores más fieles de Evergrey, sino que también invita a nuevos oyentes a sumergirse en el universo sonoro de la banda. El conjunto completo del álbum se mantiene como una obra sólida que equilibra emoción, técnica y melodía con gran maestría que ofrece una experiencia tan intensa como gratificante.
43.-with you in spirit-Balance and Composure
Producido por Will Yip, conocido por haber trabajado con importantes bandas en la escena del hardcore como Turnover y Tittle Fight, casi a finales del año, precisamente el 4 de octubre, Balance and Composure lanzó su cuarto disco de estudio, un material que mezcla la vulnerabilidad e introspección en partes iguales, destacándose más en su propuesta melódica, pues rara vez cuenta con momentos explosivos, sin embargo, resulta igualmente desgarrador, ya que las guitarras suenan crudas y personales, como si tuvieses una conversación íntima contigo mismo. La temática ofrece reflexiones sobre los vínculos familiares, la conexión con la niñez y las dificultades de pertenecer, en un profundo e intenso trabajo lírico que evoca un sonido nostálgico y que juega con elementos de géneros como el rock alternativo, el emo y el post-hardcore, resultó ser una joya escondida entre los múltiples lanzamientos del año. A pesar de ser un disco esencialmente lento en la escucha, a comparación de trabajos anteriores de los estadounidenses, de todas maneras, ofrece momentos que son comparables con la escena dosmilera hardcore, ofreciendo sin duda una especie de liberación, catalogado por el propio Joe Simmons (voz) como una de las propuestas más frescas de la banda, que tomó su curso por ritmo propio y que había nacido como una idea que tenía como objetivo nada más encontrar ese placer por hacer música con tus amigos de la vida, por lo que «With you in spirit» es uno de esos discos que puede acompañarte en un momento de inflexión.
42.-Orquídeas-Kali Uchis
Kali Uchis florece como nunca con este disco. Oriunda de Virginia, absorbe todo lo que la rodea, siendo su constante movimiento entre la cultura estadounidense y colombiana una de sus aristas más sentidas. Desde ahí que gesta su reciente trabajo que en su título y portada abraza como emblema la orquídea, flor nacional de Colombia, país donde nacieron sus padres y ella pasó gran parte de su infancia. Orquídeas es un trabajo que se divide en dos caras. El primer lado es una continuación de las baladas R&B y el pop seductor en las que destaca su voz, de la misma forma que nos brindó el año pasado con el aterciopelado “Red Moon In Venus”; y el otro lado que se mete más en sus raíces latinas y coquetea con géneros como el reguetón, el merengue o el bolero. Colaboró con los raperos El Alfa, de República Dominicana, y JT, del grupo City Girls, de Miami, en su canción «Muñekita», un momento metálico y estridente con ritmos dembow en el que pasa de manera ingeniosa de un tempo a otro y celebra su sensualidad. También incluye colaboraciones con Karol G, Peso Pluma y Rauw Alejandro. Kali Uchis con Orquídeas diversifica el abanico sonoro. Es un disco que transita entre el placer carnal y el placer romántico, la venganza y el amor directo. No deja de ser un álbum disfrutable y pegadizo que reivindica a Kali como una de las mujeres que más la rompen en la actualidad, teniendo colaboraciones con Tyler The Creator, Omar Apollo o Steve Lacy. Este nivel de composiciones invita al público a acercarse a otro tipo de propuestas y disponen un terreno para las personas que quieran apostar dentro de su quehacer musical por buscar su propio camino. Orquídeas alza a Kali Uchis como una referente importantísima para las nuevas generaciones de jóvenes latinoamericanos. Sin duda alguna es la favorita de Dios.
41.-Por Cesárea-Dillom
A tres años del debut titulado “Post mortem” (2021), Dillom da otro paso firme en su joven carrera. El argentino cuenta con solo dos álbumes de estudio, lo que no ha impedido que se distinga dentro de su generación. Los relatos son oscuros y sus influencias sonoras beben de diferentes estilos, sin dejar de moverse según los códigos contemporáneos de su escena, vagamente tildada como “urbana”. Al igual que su primer disco, “Por cesárea” es un trabajo ambicioso, donde se plantean conceptos asociados a la muerte, la autodestrucción o el sentir de emociones intensas. Pese a lo denso de sus temáticas, Dylan logra plasmar una obra donde abundan los pasajes de un humor sarcástico. En sus 35 minutos, convive orgánicamente un tracklist heterogéneo lleno de momentos destacables, como el inicio duro de “Últimamente”, el aura indie de “Cirugía”, el sonido áspero de “(Irreversible)”, el espíritu punk de “Coyote”, o la calidez agridulce de “Ciudad de la paz”. Más allá de los prejuicios que se levantan en torno a las nuevas maneras de hacer música, “Por cesárea” es un contundente tapabocas, que alimenta el interés hacia un artista prometedor y en pleno desarrollo.
40.-Baño María-Ca7riel y Paco Amoroso
Baño María de Catriel y Paco Amoroso es un disco poligénero que camina por el borde del trap/pop latino, cayendo explosivamente en el dembow y filtros electrónicos, casi techno, con altas dosis de referencias culturales y parodia y es una de las grandes sorpresas de este año. Junto a su Tiny Desk. El goce como el leimotiv sonoro del disco. En palabras de Catriel: “es más que un disco, es un capitulazo de nuestra historia, el más psicodélico creo”. Paco y Catriel, ambos empapados desde la infancia por cassettes de Megadeth, Michael Jackson, Prince y Aerosmith, encararon la escena con Astor y las Flores de Marte, la banda de rock progresivo que compartieron desde 2011. Así, el juego se fue convirtiendo en experimentación estricta y eso los llevó a otros lugares: rap, trap, electro trap y demás subgéneros. Si bien no son hermanos, se criaron como tales. Cual obra de teatro, la vida los cruzó de chicos en la escuela y la química y el arte explotaron entre ellos. En 2018 publicaron «Piola» —algo que no se sabía muy bien qué era pero que a todas luces influía a futuro— y seis años después de ese primer hit juntos lanzaría este disco, su primer álbum totalmente en conjunto. La producción sonora es de un nivel tremendo, las letras destacan por la cercanía y perspicacia de sus vivencias, aunque respondan a métricas simples y rimas redondas. Si algo queda claro en Baño María es que no necesitan correrse de los cánones de cada estilo. Usan y abusan de los mismos recursos que todos tienen a mano, pero con una naturalidad que los libera de la presión de tomárselo demasiado en serio. Es un disco multifacético sin escalas, con letras que caminan entre el esteticismo físico, la fiesta y la noche. Realmente son pocos los artistas que al día de hoy pueden hacer de la espontaneidad y el sentir del momento una estética que defina e identifique y eso es lo que reafirma “Baño María”. Si algo les faltaba para poner la firma de que son uno de los dúos más disruptivos ante la crítica de la escena musical era sacar un álbum que justamente generará qué hablar y vaya que lo lograron.
39.-Dark Matter-Pearl Jam
El doceavo álbum de estudio de Pearl Jam, es un proyecto que destaca tanto por su espontaneidad como por la dirección del reconocido productor Andrew Watt, quien ya ha colaborado con leyendas como The Rolling Stones y Ozzy Osbourne. Grabado en menos de un mes, este disco nació de una idea poco convencional: reunir a la banda en un estudio sin sus propios instrumentos, utilizando únicamente lo que había disponible. La intención era capturar la esencia de su interacción en vivo, recordando procesos similares al documentado en Single Video Theory durante la creación de Yield. El álbum abre con fuerza con ‘Scared of Fear’, cuya intro evoca el ambiente de Ten con efectos de bajo envolventes, para luego explotar en un riff contundente que recuerda la energía de Yield. Le sigue ‘React, Respond’, una pieza enérgica con múltiples cambios de estilo y un electrizante solo de guitarra de Mike McCready, quien parece revitalizado. Cuando se lanzó el sencillo ‘Dark Matter’ sorprendió gratamente a los fans, con un aire inicial que recuerda a Joan Jett, Matt Cameron brilla con su batería poderosa y más energética. Por otro lado, canciones como ‘Upper Hand’ y ‘Waiting for Stevie’ conectan con la nostalgia de los seguidores más fieles, recordando piezas icónicas como Nothing As It Seems y Breath. El cierre, ‘Setting Sun’, es una despedida emotiva, en la tradición de los finales poderosos de Ten y Versus. Es una reflexión sobre relaciones rotas, con Vedder ofreciendo líneas como: «The cast was made to reset broken bones / But there’s no such thing to fix a love gone wrong.» En este álbum, Pearl Jam se permite explorar nuevas dinámicas sin perder su esencia, creando un trabajo que celebra el presente mientras reconoce su historia, pero sin atarse a la nostalgia. Dark Matter es un recordatorio de por qué Pearl Jam sigue siendo relevante después de más de tres décadas.
38.-Submarine-The Marías
The Marias sigue desafiando la actualidad musical pero a base de encanto puro. Con cortes variados que están completamente en español y otros en inglés, tenemos algunas de las canciones más hermosas de su discografía y del año directamente de este disco. Más bien, «Submarine» te atrapa emocionalmente con canciones como «Vicious Sensitive Robot», «Ay No Puedo», «Echo», «Lejos de Ti», la espléndida y disonante «Blur» y muchas más. Con el tono sombrío de María Zardoya, su voz logra capturar bien esas emociones agridulces mientras escuchas los cortes más suaves. Ella nació en Puerto Rico y se crió en las afueras de Atlanta, en la pequeña ciudad de Snellville, Georgia. («Es una iglesia en cada esquina, una ciudad al estilo de Stranger Things», explicó una vez). Allí, desarrolló un estilo de canto profundamente expresivo inspirado en Selena y Norah Jones. Ese aprendizaje ha evolucionado y la ha puesto en el radar como una de las vocalistas mas versátiles de los 2020’s. Y este disco se mueve desde el pop puro al sicodélico, marchas funky vintage teñidas de penumbra o escapes de densidad y una cuota de alegría incandescente en otras.
37.-Dance, No One’s Watching-Ezra Collective
Jazz, funk, groove, R&B, neo-soul, hip-hop y afrobeat son (principalmente) los sonidos que el quinteto Ezra Collective nos viene entregando desde hace tres meses con su tercera entrega de estudio, ‘Dance, No One’s Watching’. Liderado por el baterista y compositor Femi Koleoso + TJ Koleoso en el bajo, Ife Ogunjobi en la trompeta, James Mollison el el saxofón y Joe Armon-Jones en los sintetizadores, la propuesta que los músicos nos presentan no se trata del mero diálogo de los distintos géneros y estilos musicales, sino que de hacerte bailar incesablemente con el mismo. Una oda al sagrado y aún alegre acto de bailar, un álbum que te conduce a través de una [ideal] noche afuera en la ciudad. (…) Una documentación de las muchas pistas de bailes que la banda encontró recorriendo muchas ciudades a lo largo del mundo es el propio statement que Ezra Collective establece para describir ‘Dance, No One’s Watching’, un trabajo que a todo esto le permitió al colectivo ser el primer acto de jazz en ganar el premio ‘Mercury Prize’. Grabado en Abbey Road Studios y con los previos singles «Ajala», «God Gave Me Feet for Dancing» y «Streets is Calling», el LP nos hace un recorrido por aquellos paisajes y atmósferas bailables desde un lenguaje que es en un 90% instrumental, pero de todas formas cuenta con algunos colaboradores cantantes a participar en una que otra canción, tales como en efecto Jazmin Lacey en «God Gave Me Feet for Dancing», M.anifest y Moonchild Sanelly en «Streets is Falling» y Olivia Dean en «No One’s Watching Me». –«No One’s Watching Me» sin embargo, contando a su vez con una versión instrumental que fue publicada posterior al lanzamiento del álbum.
36.-The Obsession-Charlotte Wessels
Dueña y administradora del estudio en casa Six Feet Under y como cualquier mente orquesta, encargada de las voces, las letras, la composición general de todas las melodías, los arreglos y la pre-producción de los tracks via MIDI, Charlotte Wessels para el 2023 se enfrentó a la necesidad de dar un paso adelante en su proyecto en solitario y construir su primer álbum de estudio. Su fin era presentar un contenido que, –en contraposición a un par de trabajos que había dado a conocer desde su salida de Delain el 2020 hasta ese entonces–, fuera cohesivo entre sí tanto por vibra, estética y/o temática en función de la idea de lo conceptual y además dar mayor spotlight a lo que cada integrante de su banda de apoyo tenía que aportar a su imaginario: Timo Somers en la guitarra, Otto Schimmelpenninck van der Oije en el bajo, Joey Marin de Boer en la batería y Sophia Vernikov en el piano y teclados. Charlotte lanzó dicho primer álbum el 20 de septiembre de 2024 a través de Napalm Records con el particular nombre The Obsession. Como solista la multiinstrumentista ya nos venía cautivando con cruces entre pop, trip-hop, rock y matices de música electrónica, y si bien este nuevo LP no es la excepción para continuar abrazándonos con tales colores y su autoproclamación ecléctica, aquí es mucho más evidente su esencia metalera en compañía de guiños al metal progresivo, algunas variaciones del mismo y una que otra voz gutural. The Obsession nace del diagnóstico a la cantante con Trastorno Obsesivo Compulsivo y en efecto, se embarca en pensamientos obsesivos, miedos, demonios internos y maneras de escape [de la Depresión] con Dopamine, que se ensamblan en una metáfora de un exorcismo o un grito de ayuda para poder salir de ese estado. La placa cuenta con las apariciones de Simone Simons en «Dopamine» y de Alissa White-Gluz en «Ode To The West Wind», además de la colaboración de Andy VanDette, quien se hace cargo de la masterización y mezcla de la placa y quien, por cierto, ha trabajado para bandas como Porcupine Tree, Deep Purple y Dream Theater.
35.-The Collective-Kim Gordon
No hay paz. No hay tranquilidad. Es un disco intensísimo. Pero hay que decir que todo esto no deja de explicar que Gordon no está para ser una mujer complaciente con nadie, ni viene a mostrar que se le acabaron las ideas, ni menos a ser una veterana confinada al reposo cuando ya ha cruzado la línea inquietante y molesta en tantos sentidos y estilos. Su consecuencia es tan brutal que este disco podrá dejar una huella, y bien profunda en su carrera, que está llena de garra, vigor sónico, y matices opuestos a todo lo establecido.La vigorizante producción de «The Collective» es cortesía de Justin Raisen, quien dirigió su predecesor ‘No Home Record’, y ha ayudado a llevar a artistas como Lil Yachty, a otro legendario como John Cale o Charli XCX a territorios inexplorados. ‘BYE BYE’ suena a frescura dark/trap libre y vertiginosa como los más grotescos y creativos exponentes del género actual (Ghostemane, Nothing, Nowhere) o si nos vamos al segundo sencillo, ‘I’m A Man’, en el que hay un evidente guiño a ‘Kool Thing’ de Sonic Youth («¿Vas a liberarnos a las chicas de la opresión corporativa, masculina y blanca?»). «La Chica del Grupo» y todos esos códigos punzantes propios del riot grrrl están latentes.
34.-La Lógica del Escorpión-Charly García
Es hermoso que Charly García, a los 72 años, haya elegido la fábula del escorpión y la rana de Esopo para conceptualizar su nuevo álbum. Dicen que Charly se apropió de la idea luego de ver a Orson Welles interpretando el papel del magnate Gregory Arkadin en su propia película, Mr. Arkadin, contando la anécdota del escorpión y la rana frente a un grupo de aduladores. Y es que el cine siempre ha sido una obsesión para García. La mirada cinematográfica ha sido fundamental en su propuesta, regalándonos imágenes y narraciones envolventes que lo sitúan en un universo que conjuga ambas artes. Hay algo dentro de Charly que huele a material fílmico. Toda su vida podría ser una saga interminable o tener ese sabor más íntimo y confesional de las películas francesas. Por lo mismo, no es difícil imaginar a Charly identificándose con el escorpión, con una vida guiada por el instinto. Y es, ese mismo instinto, el que lo llevó a lanzar La Lógica del Escorpión. Porque no es un disco hecho para un público, para un nosotros, sino que es un disco para él mismo. Como artista, Charly lo necesitaba para sentirse vivo. Ese es su motor. La música. Su propia satisfacción. Nadie necesitaba un nuevo disco de Charly García —como nadie necesita un nuevo disco de los Rolling o Paul McCartney porque esos faros ya alumbraron lo que tenían que alumbrar—, pero él sí lo necesitaba. Esta en su esencia. Por eso este disco es tan hermoso, porque es un honesto testimonio de un escorpiano que no tiene nada que esconder. Sin filtros, sin autotune, sin IA, La Lógica del Escorpión se alza como una obra sorprendente llena de intertextualidad, como un viaje a través de mil emociones que nos confirman —y debemos de estar agradecidos— que somos afortunados de haber sido contemporáneos a Charly García.
33.-Oath-MONO
Después de su exitoso paso por el CL.Prog. 2024 llevado a cabo en Chile a inicios de año, durante mitad del mismo el grupo nipón publicó lo que sería su disco número 12, y uno de los imprescindibles del post rock del año. Además, en el marco de la celebración de los 25 años de la banda, Oath es un disco cinematográfico y catártico, el cual cuenta con múltiples secciones con arreglos de vientos y cuerdas frotadas, además de la excepcional ejecución de cada uno de sus integrantes. Los guitarristas “Taka” y “Yoda” mantienen una refrescante dinámica de texturas en esta ocasión, llevando a sus límites las distorsiones y reverberaciones a las que nos mantienen acostumbrados. Se siente natural la ya estable integración del baterista Dahm Majuri Cipolla, quien identifica de buena manera los matices que acompañan de buena forma los motivos del grupo, y la bajista Tamaki Kunishi participa además como arreglista con otros instrumentos, en teclado y metalófono por nombrar algunos. Este disco tiene además la anécdota de ser uno de los últimos trabajos de producción en vida de Steve Albini, legendario sonidista que ayudó a definir la música alternativa desde inicios de los años 90 a la actualidad, que además era un importante amigo de la banda y el cual recibió sentidas palabras de despedida por parte de los japoneses. “Run on” y “Reflection” pasarán posiblemente a ser favoritas de los fanáticos, y han sido piezas importantes de los setlist de promoción actuales.
32.-Flight b741-King Gizzard & The Lizard Wizard
Otra locura y experimentación alquímica por parte de los australianos. Incombustibles e hiperactivos en su producción el rey lagarto vuelve a sorprender con su más reciente álbum. De corte más country y psicodélico, esta banda parece adoptar un nuevo género en existencia y estamparle su propia firma con cada álbum que estrenan. En esta ocasión se abanderan con un country bastante ágil y dinámico donde cada coro tiene un carácter único y de peso. El gran mérito de los australianos en este álbum fue ordenar ideas y melodías que se digieren rápido y fácil entre el público, a diferencia de sus trabajos recientes como el aclamado “PetroDragonic…” (2023) o “The Silver Chord” (2023) que si bien es cierto son de una excelsa factura, apuntan a públicos más específicos y melómanos. El extraño vuelo b741 es más transversal gracias a ese aire occidental y americano del country con guitarras y cuerdas suaves, melodiosas y percusiones de sonido seco pero potentes. Aunque no te guste el country o la psicodelia podrás encontrar un motivo para que algún track de este álbum se sume a tu playlist. Canciones como la inicial “Mirage City”, “Hog Calling Contest” o el enérgico single “Le Risque” son emblemas que merecen estar dentro de los mejor de este año. Un álbum donde el peso de cada integrante está mucho más presente desde las voces y los coros. Cada uno brinda su aporte de manera encomiable y a ratos se generan momentos verdaderamente destellantes y de mucha distensión. King Gizzard & The Lizard Wizard es el reflejo perfecto de lo que puede generar la disciplina grupal dirigida a la composición y la inexistencia de prejuicios para abrazar y diseccionar diversos estilos musicales. Estos elementos los tienen posicionados como una de las bandas más versátiles y firmes de la actualidad. Ya veremos hasta cuando les durará la cuerda, pero por el bien de la música más les vale cuidar de la buena salud que tienen como banda.
31.-Imaginal Disk-Magdalena Bay
El apogeo de sonidos etéreos y discos conceptuales no podían dejar de estar presentes este año, en este sentido, el dúo estadounidense Magdalena Bay, nos sorprende gratamente a mediados de año con el lanzamiento de Imaginal Disk, un disco alternativo en toda su expresión, donde los teclados suenan con una sutileza que se replica a través de todo el álbum, consolidando así un sonido ambicioso de melodías dulces y envolventes. Acá True, la protagonista en que está inspirado, se implanta en su frente un chip para confrontar a su propia identidad en un viaje en “espiral”, que busca reinventar su percepción, dejando atrás la depresión, la dismorfia y otras luchas que se van retratando en sonoridades que parecen desvanecerse como artificios en el espacio, Ghost, la otra protagonista parece tenerlo todo, belleza, éxito, logrando así un paralelismo entre ambas, y así mismo instantes rítmicos que se pelean entre sí, teniendo mucho clímax, así como destellos ambientales que logran retratar con exactitud emociones tan ambiguas como el desprecio y la aceptación, haciéndolo sonar elegante y sofisticado; una metáfora bien ejecutada en tiempos donde la estética está tan presente en nuestras vidas. Este nuevo material, trae consigo un magnetismo que te mantiene anclado toda la duración, una colección de ideas que transitan en estilos que se asemejan al indie, así como también un funk bien pulido que interactúa con el pop sintético en una narrativa espacial y consistente, incluso tiene espacios de glitches que se acoplan a su identidad popera que sin perder su esencia. Una maravillosa producción expansiva, cargada de una metamorfosis musical que logró entrar dentro de los discos más sonados y bien recibidos del año.
30.-Pulsar-L’emperatice
La banda francesa integrada por el tecladista y motor creativo, Charles de Boisseguin, Hagni Gwon, en los sintetizadores, David Gaugué, en el bajo, Achille Trocellier en la guitarra, Tom Daveau en la batería y la delicada voz de Flore Benguigui -que dejaría la agrupación luego del lanzamiento del disco- reafirma en su tercera producción discográfica su posición como uno de los referentes de la música electrónica francesa gracias a una rica combinación de sintetizadores, bajos y guitarras funky. A lo largo de diez canciones lúdicas, este álbum fusiona el funk y el electro-pop en un recorrido que oscila entre introspectivo y extrovertido, con una clara inspiración en Daft Punk. Lo último de L’imperatrice es un contraste de emociones: una obra que celebra la danza y nos invita a vivirla a través de sonidos que evocan tanto el ensueño como la reflexión. Además, su lírica puede ser fantasiosa al hablar de un robot enamorado de un humano como también crítica en un mensaje de cuestionamiento social y de la dictadura de los estereotipos de belleza, algo que como banda complementan a la perfección con sus arreglos musicales y una buena producción.
29.-Cutouts-The Smile
Concebido en plena pandemia por el mero gusto de seguir componiendo, The Smile es el proyecto paralelo de Yorke y Greenwood de Radiohead, junto a Tom Skinner, baterista con experiencia en bandas de jazz. Más allá de comparaciones inevitables con Radiohead, esta banda se mantiene como un espacio creativo único, donde la sinergia entre los miembros resulta hipnotizante. Las texturas que se pueden encontrar en Cutouts, reafirma la capacidad del trío para explorar las inquietudes musicales que tienen y quieren experimentar a la hora de crear viajes sonoros introspectivos. Nueve meses después del lanzamiento de «Wall of Eyes», su tercer álbum pareciera ser una invitación a explorar estos pasajes oscuros y existenciales. El álbum cuenta con 10 pistas divididas en 44 minutos, con una narrativa introspectiva que late con una fuerza única al fusionar el jazz, el rock alternativo y el avant-garde. Es una obra que merece ser escuchada. Si ya seguías este proyecto, Cutouts será esencial; si no, es una puerta perfecta para entrar en el universo de este trío innovador. También cabe destacar que es la única banda que aparece dos veces en nuestro ranking.
28.-Wild God-Nick Cave & The Bad Seeds
El último disco de Nick Cave & The Bad Seeds representa un nuevo y enérgico capítulo en la carrera del icónico músico australiano, consolidando su constante evolución artística, emocional y musical. Se mantiene la esencia introspectiva y espiritual de trabajos anteriores, pero añade una renovada energía y dramatismo orquestal. El disco explora temáticas recurrentes en su obra, como el amor, la muerte y la trascendencia, con un tono más esperanzador que en entregas previas donde hay sentimientos de redención y euforia inesperada. Coros gospel y simbolismos religiosos proyectan un acto de fe y superación del dolor personal. La voz de Cave brilla en toda su intensidad expresiva, como recurso principal en esta etapa más reciente en la que las emociones toman el control de su voz. Una mezcla de rock, orquestaciones y toques electrónicos, se unen a arreglos de cuerdas vibrantes y sutiles sintetizadores. Los Seeds, con Warren Ellis a la cabeza, muestran su máxima potencia creativa. Además, Colin Greenwood (bajista de Radiohead) aporta líneas bien trabajadas para el disco. Lo melancólico y lo luminoso se funden en las letras. Cave encuentra belleza en lo mundano y lo divino, en este giro que viene afrontando desde el lanzamiento de su álbum «Ghosteen» en 2019. Un trabajo desafiante y conmovedor que viene a coronar su longeva creatividad tras décadas de trayectoria discográfica.
27.-Life In The Wires-Frost*
Después de un aclamado disco recibido el 2021 titulado Day and Age, los referentes del neo-prog en esta ocasión deslumbran con un titánico trabajo conceptual. El disco LIFE IN THE WIRES es una odisea sónica a todos los recursos posibles de ser usados en un disco, desde pasajes tiernos de piano a segmentos que traen claros guiños al djent y metal alternativo actual. El grupo relata una historia distópica en torno a un niño que vive en un entorno dominado por una inteligencia artificial, cuyo regalo correspondiente a una radio analógica de su madre lo moviliza a iniciar un viaje de cambios. La dupla de Jem Godfrey y John Mitchell se percibe aún fresca y vigente, sirviéndose de múltiples recursos y relatos de narradores para darle una atmosfera inmersiva al trabajo en su conjunto, que dura más de una hora y veinte minutos. Desde el inicio con “Life in the Wires Pt, 1”, “This House of Winter” a “Idiot Box” con “Absent friend” se perciben muchos cambios de intensidad, desde rock duro a cristalinos y melancólicos segmentos instrumentales. Para varios medios este disco es levanta como la obra maestra de Frost*, y por lo mismo tiene una mención dentro del listado de los imprescindibles del año según su medio rockero favorito
26.-Belaya Polosa-Molchat Doma
Dentro de las escenas musicales recientes, existe un fuerte revival hacia el post-punk de la Europa oriental de la década de los ochenta, donde Molchat Doma es el mayor referente. Un estilo que es fácilmente identificable y bebe en gran parte de la nostalgia. En un escenario donde el sonido de Molchat Doma ya ha sido replicado por innumerables proyectos, los bielorrusos tomaron una decisión que respalda su madurez artística y posición de líderes de un “movimiento”. El cuarto álbum de la banda se titula “Belaya Polosa” y en él se presenta un primer cambio drástico en cuanto a lo sonoro. En esta ocasión, las composiciones tienen un aspecto mucho más pulcro y sobrio, donde las influencias de nombres como Joy Division, Siekiera y Kino son reemplazadas por referencias a Depeche Mode o Massive Attack. Sin dejar de ser sombrío, este trabajo es un efectivo paso hacia la reinvención, demostrando que Molchat Doma es capaz de hacer mucho más y no se reduce netamente a lo que se conoce popularmente como la ola de “post-punk soviético”.