Una banda muy querida por estos lados y que hace poco nos regaló una muy…
«In Times New Roman…»: Queens Of The Stone Age destapa todo su poder a través de la catarsis
Matador, 2023
«Les sigo teniendo fe» era una premisa que se escuchaba entre amigos y fanáticos de QOTSA, Pero, ¿Porqué se llegaba a esa pregunta? Porque ciertamente un sector de su fanaticada no había sido compensada del todo ni por «Villains», su último disco, ni tampoco por tener que ser espectadores no elegidos ante la vorágine de situaciones que tuvo que lidiar Josh Homme, quien por todo este último año estuvo en el infame grupo de rockeros «cancelados» por sus acusaciones de violencia doméstica, pasando de ser ese crack del rock incuestionable a literalmente un «villano».
In Times New Roman… está lleno de reflexiones, frases y metáforas de todo esto, porque Homme carga algunas culpas, pero también quiere dejar claro que no todo es blanco y negro en la vida. Hay errores y aciertos. La catarsis funciona, con un disco que vomita todo, pero que al mismo tiempo tiene muchos elementos del QOTSA que quisimos de antes, algo que había dejado un poco pendiente su anterior placa.
A lo largo de sus diez canciones, el nuevo LP te mete en su historia, con los guiños reconocidos a «Little Sister» o «Regular John» en «Paper Machete» el gran segundo track, que antecedido por un golpe al mentón como lo es «Obscenety» nos dice un poco que estas canciones también son emocionales y crudas; el álbum se parece más a Rated R de 2000 que a …Like Clockwork de 2013, pero en definitiva hay poco espacio para analizar tanto eso cuando te entretiene, y mucho, track por track.
“What the Peephole Say” te alegra la vida. Está llena de onda, groove como también de sarcasmo y furia, es una grata sorpresa y junto con el cierre y la inmensa “Straight Jacket Fitting” (que puede ser una de las mejores canciones de la banda en su historia) son fuertes con los que este álbum muestra sus distintos polos, porque no deja de tener momentos de la ambivalencia QOTSA, e incluso se dan el lujo de dejar las cosas más arriba que nunca con un sabor a la épica Beatle Sgt. Pepper en «Made to Parade», una canción que es increíble como va creciendo, y que pega muy bien con la ya conocida «Carnavoyeur», en que Homme no padece de ninguna pizca de decadencia (vocal, al menos). «Time & Place» es un tema que dice tanto como los esfuerzos de Dean Fertita y Troy Van Leuween de mantener el rock a flote, porque si hay algo hay que decir es que a este disco le sobran buenos momentos de rock and roll, y eso a estas alturas en una banda de su longevidad, es digno de aplausos.
Si bien el octavo álbum de la banda esta vez no te invita a la pista de baile de forma tan explícita como «Villains», te mantiene atento, aunque para ser un disco bien emocional, faltaron momentos «trippy» o más ensombrecidos. Además QOTSA no quiere explorar nuevos estilos, sonidos o texturas, pero sí líricamente pide a gritos una mirada dentro de uno mismo (o quizá un poco de atención al personaje principal) pero se agradece que la fidelidad a la regla y siempre, está esa oscuridad intrínseca que más todo lo expuesto hacen de este disco una experiencia compacta y fácil de digerir. QOTSA ha vuelto con una verdadera catarsis emocional, pero que musicalmente suena encantadora, liviana y reconocible.