La cultura chilena en jaque: las diferencias sustanciales de los programas de cultura que ofrecen los candidatos presidenciales

La cultura chilena en jaque: las diferencias sustanciales de los programas de cultura que ofrecen los candidatos presidenciales

Ante la segunda vuelta electoral que se avecina, es urgente analizar a fondo los programas de ambos candidatos. Muchos dicen que eso no importa, pero sí importa cuando yo, al comprender el fondo y alcance de esas propuestas, soy capaz de ir a buscar a un indeciso o a un votante sin acceso a información veraz, y ayudo a comprender esta encrucijada aciaga en la que Chile se encuentra.

Aciaga porque un candidato quiere, directamente, hacernos volver al siglo XX, cuando los patrones tomaban las decisiones y los inquilinos debían conformarse con pan y agua. Y esta misma figura se podría aplicar a lo que llamamos ‘cultura chilena’, la cual  ha sido abandonada por los gobiernos, que fue asfixiada por la pandemia, y que algunos candidatos levantaron como bandera, sin embargo, las propuestas son diametralmente opuestas en fondo y forma.

Por eso nos preocupa el programa de José Antonio Kast cuando busca estigmatizar la cultura cuando la llama ‘botín político’, y no es difícil entender que la va a utilizar como nicho ideológico donde pretenderá generar un adoctrinamiento nacionalista que nada aporta a la globalidad en la que hoy vivimos. En fiestas y reuniones familiares suenan bandas musicales de países hermanos que nos traen momentos de alegría y esparcimiento, sin embargo, este candidato desea cerrar esas puertas lo cual sería un desastre a nivel creativo y de colaboración.

Pero ¿Qué dice el programa de este candidato ultra conservador?

-Fomento del patrimonio y memoria nacional contenido en iglesias, instrumentos religiosos.

El candidato Kast pretende alimentar, con recursos económicos y protagonismo, un bastión que, en los ’80, colaboró con la dictadura protegiendo crímenes y delitos de lesa humanidad. El fanatismo religioso le sirve al populismo y no debemos permitir que éste se tome espacios que la propia historia le obligó a retroceder.

-Fomento a la ópera y festivales de música clásica.

Esta es una categorización estigmatizante entre cultura de primera y segunda categoría. PARA LOS OJOS DE KAST, el ROCK NO ES MÚSICA. ¿Te acuerdas cuando Iron Maiden no pudo entrar a Chile porque fue vetado por la iglesia?, ¿acaso queremos que eso vuelva?.

-El estado entregue libros a familias para fomentar la lectura .

En concreto, el estado sería quién determine qué libros -y que libros no- se entregan a las familias. Considerando el bajo nivel de lectura que hoy existe, esto se transformaría en un recurso ideológico.

-Prohibición de asignación directa y con fines políticos de los recursos culturales

Es decir, quitar financiamiento al Museo de la Memoria, fundación Salvador Allende, Museo Eduardo Frei.

-Innovación de industrias creativas

Nulo aporte del estado. Le relega responsabilidad de financiamiento solo a privados.

En la vereda contraria, Gabriel Boric propone cuatro áreas de desarrollo para la cultura:

-Desarrollo de programas de cultura comunitaria innovadores, como Puntos de Cultura, en los que colectivos artísticos, sitios de memoria, comunidades, clubes deportivos, festivales artísticos y culturales, se articulan en pos de una identidad común.

-Transformación institucional y fiscal.  aumentar el presupuesto del Ministerio y modificar leyes sectoriales para contar con nuevos, mejores y más pertinentes mecanismos de financiamiento, abandonando la lógica concursable e integrando la realidad actual de cada uno de los sectores. Se trabajará por una Ley de Artes Visuales, en conjunto con las organizaciones y gremios del sector.

-Promover un diálogo social vinculante con las organizaciones sindicales y gremiales del sector.

-Educación artística integral e intercultural, con un enfoque territorial y colaborativo. Actualizaremos el Plan Nacional de Artes en la Educación y fomentaremos la existencia de al menos un proyecto de escuela artística por región. También proponemos una línea especial de trabajo de desarrollo creativo y artístico para infancia vulnerada y promoveremos la actualización de mallas curriculares de las carreras docentes y el potenciamiento de Centros de Creación (Cecrea).

Quédate con este programa robusto, que mira al futuro y a las futuras generaciones y no al regreso a espacios ultra conservadores.

Macarena Polanco

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