La odisea de Jessico, el gran salto orbital de Babasónicos

La odisea de Jessico, el gran salto orbital de Babasónicos

Después de haber navegado por las olas del nuevo rock argentino, haber coqueteado con el trip-hop, el metal alternativo, rock experimental y un sinfín de géneros diversos a lo largo de su trayectoria, la banda formada inicialmente por Adrián Dargelos y Diego Tuñón, embajadores de lo que en su momento se llamo el “rock sónico”, abordarían lo que sería el disco emblemático de su carrera. El trabajo en cuestión se grabó en Panda estudios y Bultaco, en abril del 2001 en medio de una fuerte crisis política, económica y social, que llevó a un presidente a salir volando en un helicóptero.

La banda originaria del barrio de Lanús en Buenos Aires, formada también por Diego “Uma” Rodríguez (hermano de Adrián) en guitarras y coros, Mariano Roger (hijo del actor Rolo Puente) en guitarras, más el bajista Gabriel Mannelli “Gabo” y el baterista Diego “Panza” Castellano, arrancaron este disco abrazando lo que sería bandera propia en sus próximos trabajos discográficos. La canción pop rock por excelencia. Esa que los llevaría de ser los reyes del under, a sonar en todas las radios y ocupar las grillas de los festivales más importantes del país.

Cuenta la leyenda que cuando Diego Tuñón, tecladista de la banda, escuchó las primeras mezclas de la intro de “Los Calientes”, que terminaría siendo la canción que abre el disco, se dio cuenta que esta disco sería importante. Y vaya que lo fue. El primer corte de difusión, “El Loco” rompió todos los records y los tops en las radios más escuchadas, sería elegida disco del año por la prensa especializada, también la revista Rolling Stone lo ubicaría en el puesto 16 dentro de los mejores discos de la historia del rock nacional (argentino).

En cuanto al sonido del álbum se destaca esa delicada fusión entre las guitarras estridentes y las canciones más rockeras, (“Pendejo”, “Soy Rock”) con las baladas de tono pop, (“Rubí”, “El loco” “Fizz”) como también ese costado más dancing muy cercano a un sonido electrónico (“Deléctrico”). Se destacan también los sonidos de sintetizadores, los instrumentos menos ortodoxos, como el Koto (instrumento de cuerda japonés), y también algunas guitarras acústicas combinados con percusiones y teclados vintage.

Mención aparte para los videos que acompañaron la promoción del álbum, antes del auge absoluto de las redes sociales, muy acorde a la nueva estética sonora de las canciones. La canción “Rubí” se destaca por lo original y controversial de su propuesta. El video cuenta con dos versiones, una de interprete femenina y otra masculina, donde se ve a los actores “auto complaciéndose”, (si eso mismo) motivo por el cual fueron censurados en su momento.

Dargelos, por su parte, lleva la poesía de sus letras a un siguiente nivel usando frases mucho más metafóricas y rebuscadas, algo que se convertiría en su sello propio. Hay una impronta que mezcla toda esa desfachatez con cierto sabor fronterizo, como de bandidos mexicanos de carretera. Algo que se puede ver en el video de la canción «Desfachatados».

Toda esta estética se ve plasmada en la banda tanto en el momento de componer, como a la hora de tomar por asalto cual auditorio deseoso de esgrimir el glamour de su propuesta, se les presentaran. Alguna vez se dijo por ahí que la mayor cualidad de su frontman era saberse un farsante y, sobre todo, sentirse muy a gusto con ello.

Una anécdota particular de una de las canciones del disco, es la cuenta que durante una sesión de grabación habían tenido de un desperfecto eléctrico que los había dejado sin luz, y en ese momento todos esperaban que llegara “Gabo” (Gabriel Mannelli) que era hábil para los quehaceres electrónicos. De ahí surgió la frase, ¿Y Delectrico? ¿Cuándo viene? Así nacería una de las canciones más bailables y pegadizas del disco. Gabo sería reemplazado por Carca (músico reconocido amigo de la banda) años después tras fallecer a causa de una larga enfermedad en enero del 2008. Sin dudas un duro golpe para todos y muy difícil de asimilar.

La mayoría de las canciones que componen el álbum siguen sonando en vivo, y muchas de ellas ya son consideradas clásicos absolutos de la banda. Un disco que no solo los posicionó a nivel nacional e internacional, sino que fue el comienzo del nuevo estilo de la banda. Finalmente, tras años de experimentar y ser muy importantes en una escena cada vez más variada y rica, se podría decir, que los Babasónicos con “Jessico”, encontraron la fórmula del éxito. Y la repetirían casi sin descanso una y otra vez en sus siguientes trabajos discográficos.

Por Sergio Guarnera.

Sergio Guarnera

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *