Monsters of Rock 1988: el trágico concierto de Guns N’ Roses

Monsters of Rock 1988: el trágico concierto de Guns N’ Roses

Durante 1987, promocionando su placa debut Appetite for Destruction, dieron siete shows en Inglaterra —en sitios de renombre dentro de la isla, como el Marquee Club, o el teatro Hammersmith Odeon; ambos en Londres. El siguiente año hubo uno solo, en la localidad del Castillo Donington; en el marco del anual Monsters of Rock —fechado para el 20 de agosto.

Efectuada en un autódromo, desde 1980 fue la cita más vibrante a nivel mundial —en la actualidad conocida como Download Festival. En tiempos anteriores al Wacken Open Air, Hellfest, Graspop Metal Meeting, o Monsters of Rock efectuados en otras ciudades del planeta; todos hablaban acerca de Donington. Para cada versión eran invitadas las bandas con los lanzamientos más exitosos de la temporada; compartiendo escenario en una sola jornada. Y allí estaba Guns N’ Roses; como número menor a plena luz del día, que le siguió a Helloween —para darle paso a Megadeth, David Lee Roth, Kiss e Iron Maiden; en un aplanador cartel.

La corta y accidentada presentación, de siete canciones, cuyas tomas en blanco y negro conforman la mitad del videoclip de Paradise City; quedó marcado como un episodio nefasto. “El festival rompió récord de asistencia ese año, sobrepasando la marca de las 100.000 personas”, dice Slash en su autobiografía. “La audiencia estaba loca, Axl detuvo el show varias veces en un esfuerzo de controlarla”. El audio del concierto, que circuló como un inédito, dejan claros esos intentos; por ejemplo tras el segundo tema: ¿Están bien ahí abajo? ¡No se intenten matar entre ustedes, porque queremos verlos aquí de nuevo!”.

Acorde a la autobiografía de Duff McKagan: “Fue un día tormentoso, y el césped estaba lleno de barro; el viento sopló y voló una pantalla gigante. Cuando empezamos a tocar, decenas de miles de personas vinieron hacia delante; podía verlos empujarse y perder el equilibrio. ‘¡Retrocedan!’, les gritó Axl. La seguridad paró el espectáculo durante la tercera canción, para sacar a algunos del alboroto; pero estaban muy ocupados lidiando con la pantalla caída. Seguimos tocando después de recibir el visto bueno de la seguridad. Durante Paradise City, volvieron a ir hacia delante; una masa retorcida de cuerpos cantando, gritando y cabeceando. De repente veo a todos estos chicos apilados unos sobre otros, horizontales, en el barro; parecía que alguien podría salir herido. Esta nueva pausa duró unos veinte minutos, y docenas fueron sacados por los guardias; entonces, otra vez, nos dijeron que podíamos terminar de tocar nuestro set”.

“Terminamos el concierto, y estábamos celebrando en un pub cercano. Nuestro mánager vino angustiado y nos dio las noticias”, rememora Slash. Eso porque dos personas del público resultaron muertas: Alan Dick (18) y Landon Siggers (20); el primero dentro de la ambulancia, el segundo poco después de ser ingresado a un recinto asistencial. “Fue horrible, ninguno de nosotros supo qué hacer; algo que era causa de celebración, un momento antes, se transformó en tragedia”.

Por ese motivo, por primera vez en su historia, el Monsters of Rock fue cancelado en su siguiente edición. En tanto, para Guns N’ Roses, el hecho los ha penado hasta la fecha; en muchas instancias refiriéndose a ello. La fatídica situación se repitió para su presentación en Santiago (1992); cuando Myriam Henríquez (15) fue aplastada contra una valla papal antes del ingreso al estadio, falleciendo dentro de unos días —caso que también llegó a oídos de la agrupación, lamentando lo ocurrido.

Nacion Rock

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