Neoclásicos: «My Kink is Karma»-Chappell Roan

Darle play a The Rise and Fall of a Midwest Princess (2023) es experimentar algo como sentir ese olor a esa cazuela rica de una receta única y familiar, como una especie de deja vu, o una sensación de repasar en poco grandes éxitos o quizá de algo que estaba siendo encomendado para llegar a tus oídos porque te gustaba esa retromanía o la comodidad de escuchar algo más o menos conocido; pero no, son composiciones genuinas de una chica de 25 años, que seguramente en corto tiempo aprendió el manual de como se hacen las mejores canciones de pop de los 80’s, 90’s, 2000’s. Esa princesa se llama Chappell Roan y nació solo en 1998.
Cada tema es genial y tiene singularidad propia. Hay una voz, un lenguaje, códigos y un carisma presente, pero también un sentimiento, la presencia de alguien que tiene ganas de pasarlo bien pero tirar todo por la ventana al mismo tiempo. Mientras temazos como «Hot to Go», «Pink Pony Club» o «Red Wine Supernova» te hacen recobrar la fe en algo, una que se ha ganado un cariño especial y respeto sin duda es «My Kink is a Karma».
Todo indica que fue concebida para ser grande: Despojada de un amor, del cigarro en su boca, de un lugar cómodamente miserable para vivir y su propia economía o la renta recién pagada (Rompimos un martes. Me echaron con la renta pagada. Arruinaron mi crédito) Chappell bajo un synth entrañable y grandilocuentes estribillos, interpretaciones y un coro mágico y lleno de fuerza, nos habla de una experiencia terrible junto a su ex-pareja, tan así que hay un despecho que la inspira a componer y a darle un buen sitio al que quizá sea el mejor tema construido de rabia y desamor de esta década.
En el video, Roan se aferra a los pantalones del que parece ser su «hombre» que la está dejando junto con una vida con él (no muy buena aparentemente) y pasa a mostrar su faceta empoderada con un look rojizo infernal con unos cachos de diabla.
Y es que es duro saber que hay «nunca más», pero también liberador cuando «hay que teñirse el pelo», provocar un cambio físico como símbolo de que ya estás logrando darle la vuelta a esa etapa. Chappell asegura que el «karma» hará su trabajo y quizá ya lo hizo: mientras el tipo que dejó sigue ahí, marcando el paso, quebrando botellas de cerveza, ella ya ha ganado Grammys y es sin duda una de las artistas mas talentosas y jóvenes de la actualidad. Y esta joya, muy responsable de aquello.