Owen en Chile: Un momento acústico de intenso sentir

Owen en Chile: Un momento acústico de intenso sentir

Fotos por Cristian Belano

La jornada titulada «Love Is Not Enough” (organizada por xRevenge) fue un encuentro íntimo con la historia y sensibilidad del movimiento emo, con figuras que forman parte de su columna vertebral. El evento reunió a Owen (proyecto solista de Mike Kinsella, figura clave de Cap’n Jazz y American Football), Victor Villarreal (también de Cap’n Jazz), Love of Everything (Bobby Burg de Joan of Arc) y los locales Mejor No Recordar, logrando un homenaje cruzado entre generaciones y distintas partes del globo.

El arranque inicial corrió por cuenta de los locales Mejor No Recordar, quienes lograron una conexión genuina con el espíritu del evento a punta de guitarra acústica, efectos y un dueto de voces masculinas/femeninas con canciones emocionales, sin pretensión, cargadas hacia honestidad. Su set fue conciso pero muy bien ejecutado, demostrando la conexión entre sus integrantes, y luciendo canciones de sus producciones «Escucha esto solx» y «Primer Intento».

Luego, Victor Villarreal ofreció un set más electrónico, pero profundamente íntimo, apoyado en sus habilidades con la guitarra, voz y loops. Figuras rítmicas más orientadas al math rock, bellamente torcidas a lo largo de una presentación melódica y visceral.

Love of Everything, por su parte, aportó la cuota más experimental de la jornada, con Bobby Burg (de Joan of Arc) desplegando un sonido más modulado y frágil, lleno de loops y disonancias que a ratos sonaban casi comp sintetizadores, pero una voz desgarradora como si el indie lo-fi de los 2000 aún respirara en el presente como algo novedoso. También, tuvo tiempo de invitar a Mike y Victor para colaborar en algunas canciones en formato trío.

Kinsella, en su debut absoluto en Chile, apareció solo con su guitarra tras una larga ovación. Cabe destacar que el músico se dio el tiempo de compartir y firmar todo lo que le solicitaron en los momentos previos a su presentación, lo que demuestra la simpleza y cercanía del artista con sus fans. Sin pretensiones y con el tono confesional que lo caracteriza, sonaron los primeros acordes «Bad News» dejando a todo el público atento, para pasar a «Love is not enough» y dejar que el público respondiera con una devoción que transformó el espacio en una especie de living compartido. El humor entre canciones, muy característico de Kinsella, contrastó con la melancolía de sus letras, y «A New Muse» (parte de «The Avalanche») reafirmó el encanto contradictorio que siempre lo ha caracterizado.

Las canciones de American Football también se hicieron presentes y fueron disfrutadas a concho por los fans, cantando con fuerza las letras de «Home Is Where the Haunt Is» y «Uncomfortably Numb».

Un breve receso por corte de cuerda no fue impedimento para que llegara el, quizás, momento más esperado de la noche. La versión acústica de «Never Meant», que a esta altura ya es un himno del emo y el indie, desató la euforia del público emocionando a todos, y generando un especial momento que servirá de recuerdo hasta que podamos tener la visita de la banda (prometida por Mike). Luego de eso, un pequeño encore cerró la velada de la mejor manera.

Sin duda que será una jornada que será recordada por la intimidad con la que se vivió. Ver a Kinsella sostener todo un público con apenas una guitarra y su voz fue un recordatorio que puede que el amor no siempre sea suficiente, pero lo que genera la música, sí lo es.

Javier Bravo

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