Pearl Jam – Red Hot Chili Peppers en Lollapalooza Chile: Un legado superlativo
La historia del mundo se ha escrito siempre con un ritmo asociado, con una partitura que, muchas veces, ha quedado relegada a un segundo plano. Pero cuando pasa el tiempo y miramos hacia atrás, ese sonido escondido se asoma inconfundible y, de alguna forma, se reactualiza. Es lo que nos ocurre si retrocedemos la memoria hasta los ’80-’90s, época en la cual existía el VHS, los cassettes y MTV pasaba video clips de estilos cada vez más diversos. En esa turbulencia generacional, más el contexto histórico complejo que vivía Chile, aparecieron dos bandas que hoy son fundamentales, son ese sonido escondido de una era que parece lejana pero se siente siempre presente, gracias a las series de televisión y streaming que abordan la época y porque esas canciones parecieran no tener edad. Red Hot Chili Peppers y Pearl Jam ya vendieron los discos que tenían que vender y escribieron su historia, sin embargo, su legado, asociado a la “última revolución del sonido”, los hace ser cabezas de cartel de famosos festivales y agotar las entradas por su sola presencia.
A poco de un nuevo Lollapalooza Chile, repasemos, en 3 puntos, el por qué estas bandas son tan imprescindibles para la historia del rock actual y por qué estos shows que vienen son imperdibles:
Ambas bandas editaron discos fundamentales en 1991
Cuando “Ten” llegó a los charts, comenzaría una de las carreras más prolíficas del rock porque forjaría la leyenda de una banda ya tachada de imprescindible. “Ten” superó las barreras del tiempo porque se basó en influencias de rock clásico, dibujando una sensibilidad parecida a lo que se encontraba en trabajos de Pixies y Neil Young, mientras que las letras reflejaban una emotividad propia de los jóvenes de comienzos de los ’90, llenas de enojo y confusión. El disco presume de su habilidad para moverse entre estilos y dinámicas que explotarían al máximo en “Vitalogy” o en los trabajos de Eddie Vedder como solista, lo que sumado a una base incondicional de fans, aseguramos que “Ten” se escuchará fuerte en este Lollapalooza Chile, porque es un material sólido y lleno del espíritu de lo que hemos conocido como Pearl Jam.
En 1991, los Red Hot Chili Peppers vivían una realidad algo diferente. Llevaban casi una década en la escena y habían grabado el exitoso “Mother’s Milk”. Tenían buena reputación dentro de la fusión funk-rock y, a diferencia de Pearl Jam y su seriedad propia del grunge, los RHCP tenían fama de hiperquinéticos y fanáticos de la heroína. “Blood Sugar Sex Magik” fue su golazo definitivo, el que constituyó el salto definitivo de la banda a la palestra de lo trascendente. El coqueteo con la perfección es contundente, pues su germinación creativa abarcó desde el soul, hasta el funk, tocando hilos del hip hop y del punk. En varios temas, el bajo de Flea corre libre y gracias al slap, pareció escupirle en la cara al protagonismo histórico que las guitarras han tenido en territorios típicos del rock. Por otro lado, sus videos eran geniales: locura, desenfreno, tatuajes. Con este disco, los RHCP estamparon un nivel más esencial gracias a temas como “Breaking the Girl”, “I Could Have Lied” y “Under the Bridge”, los que deberían ser parte de un setlist que dejaría la vara alta para cualquier otro show de Lollapalooza Chile.
La histórica gira de 1991
Pearl Jam y RHCP se conocen desde aquellos años de inicio de la gloria. Tras el estrellato que ofreció “Blood Sugar Sex Magik”, los Peppers decidieron que la mejor manera de celebrarlo era realizar una gira implacable y, para lograr ese objetivo, subieron al portentoso barco a Pearl Jam y The Smashing Pumpkins; estos últimos se bajaron dejando el cupo a Nirvana. Qué gira!.
La idea de subir a Pearl Jam nació del ex baterista Jack Irons, quien instó a Flea a escuchar “Ten”. Cuando lo hizo, los invitaron de inmediato. Los Pearl Jam eran novatos en esto de las giras y no tenían un gran entrenamiento en shows masivos. En una entrevista posterior concedida a Rolling Stone, Jeff Ament señalaba que “después de tocar los temas en vivo, nos arrepentimos de que el disco no hubiera sido más duro. Cuando escucho grabaciones de esos recitales, tocábamos con una rapidez ridícula». Y es cierto, dentro de la aceleración había una tensión cercana a Led Zeppelin, un ida y vuelta entre el bajo de Ament y las guitarras de Gossard y McCready. «Jeremy», «Why Go», «Alive», «Even Flow» dejaron su huella en las arenas donde la gira hizo paradas, al paso que Eddie Vedder crecía como figura estampando cuál sería su conducta: arrojarse al público, trepar el telón del escenario e incluso gatear sobre las cabezas de los espectadores de las primeras filas. Así, Pearl Jam aprovechaba su oportunidad, mientras que para los RHCP las cosas no anduvieron muy bien; John Frusciante luchaba contra esta fama repentina y con la adicción a las drogas, pero más allá de los problemas, ambas bandas utilizaron este tour para calcular lo que valían y para demostrar que sobre el escenario eran verdaderas fuerzas de la naturaleza, fuerza que maduró con los años y que queremos sentir igual de atronadora en este Lollapalooza, tal cual fue hace 26 años.
Lollapalooza Chile 2018
La historia posterior de RHCP se escribió con escándalos y mucha droga. Estos obstáculos les dieron el status de banda problema, pero cada vez que entraron al estudio mostraron lo que valían y se volvieron inigualables. Decidieron no contar con Rick Rubin para la producción de su undécimo trabajo “The Getaway”, la cual será la principal carta que traerán a este Lollapalooza Chile. Casi cuarenta años en el negocio es tiempo más que razonable para afirmar que si hay algo que identifica a la banda es su calidad y la pasión intacta que un día unió a los adolescentes Michael Balzary y Anthony Kiedis, pasión que los une hasta hoy.
Esta será su quinta vez en Chile, sin embargo, se olfatea el status de “revancha”. Si recordamos su último show (Lollapalooza 2014) se nos vienen a la mente los problemas de sonido, el complejo desempeño de Josh Klinghoffer, los errores de Anthony Kiedis y un setlist mal elegido. Todo conspiró para que el espectáculo no rindiera lo esperado. Por eso, los Red Hot Chili Peppers, los chicos incorregibles de los ’90, vienen a reclamar otra oportunidad.
Pearl Jam, por su lado, fue la banda que más oportunidades tuvo de encabezar el fenómeno Grunge tras la muerte de Kurt Cobain. Sin embargo, fueron ellos mismos los que se encargaron de matar esa posibilidad con el rumbo que tomaron desde «No Code». De allí en más, solo miraron hacia adelante, conquistando un camino sólido en creatividad y reconocimientos. En 2013, lanzaron “Lightning Bolt”, en 2016 celebraron sus 25 años realizando una gira por Estados Unidos y en 2017 ingresaron al Salón de la Fama del Rock and Roll. Con todo este recorrido brillante por la historia reciente de la música, llegan a Lollapalooza Chile a intentar igualar su fantástico show de 2013, donde tras los fuegos artificiales pusieron la guinda a la torta invitando al escenario a Josh Homme y Perry Farrel, en una foto inmortal que solo habló de trascendencia.
Pero esta nueva visita, sin duda, tendrá un ingrediente especial. La, aún, muy presente muerte de Chris Cornell y una fanaticada que debiera ser mayoritariamente noventera, no perdonará la oportunidad de hacer un flashback a la nostalgia y al legado, pues esa será la palabra que brillará incandescente en el escenario donde estas dos bandas íconos de los últimos 30 años homenajeen la magia que le entregaron a una generación, la que debiera llegar en masa al Parque O’Higgins a aplaudir a los que aún llevan la batuta y son figuras vivientes de la última revolución del sonido.
Macarena Polanco G.