Mientras muchas de leyendas del rock y el metal están llegando a su edad y…
Samson: al rescate del pasado de Bruce Dickinson antes de Iron Maiden
Cuando hablamos de las Girschool, comentábamos que formaron parte de la New Wave Of British Heavy Metal. Entre las bandas que salieron a la luz de ese movimiento nombramos a una imposible de soslayar, como lo es Iron Maiden. Siguiendo con esta concatenación de nombres, otro ineludible es el de su cantante histórico Bruce Dickinson. Finalmente, los fans de la banda saben que Bruce tomo el lugar de Paul Di’Anno; y así llegamos a Samson, que es la banda desde donde arribó Dickinson.
Si este detalle es (muy) conocido, tal vez lo sea menos el derrotero de Bruce dentro de Samson, y su pequeño viaje de dos años por ese grupo, que es el que vamos a desandar hoy.
Samson toma el nombre de su guitarrista, Paul Samson (1954-2002). Su origen está en otro grupo, Scrapyard, al que el guitarrista se había unido. Scrapyard era un trío sin suerte que cambió de nombre primero a McCoy y finalmente a Samson. Hubo varios intentos de elevar el número a cuatro, primero con otro guitarrista y finalmente con un vocalista. Pero parece ser que la convivencia con Paul era por lo menos musicalmente complicada, entre otras cosas, por su tendencia a llenarse de alcohol antes de hacer nada de música. Para 1978, el grupo estaba integrado por Samson, Chris Aylmer (1948-2007) en bajo y Clive Burr, otro conocido de los fans de Maiden, en la batería. En septiembre este trío grabó su primer sencillo, ‘Telephone’, sin mayor repercusión. Burr se fue y su puesto fue tomado por Barry Purkys, alias Thunderstick, un tipo (des)conocido por actuar con una máscara sadomasoquista (entre otras varias) que cubría su cabeza, y que es una figura particular en cualquier imagen de la banda. En específico, de él es la imagen de cubierta del álbum más conocido de Samson, Head On.
Con Thunderstick a los tambores graban un segundo single, ‘Mr. Rock & Roll’, con igual mala puntería en las ventas. Pero aun así, Samson ya tenía un contrato para grabar un álbum, y así aparece Survivors ese mismo año 1979. El LP es un trabajo de hard rock, con Paul Samson a la voz. No gran cosa, pero que sirvió a efectos de hacerse conocer mejor.
Mientras Samson buscaba su forma, Bruce Dickinson estaba tratando de abrirse paso con un grupo propio denominado Shots, donde se presentaba con un aspecto extraño: pantalones verdes del ejército, botas de boxeo, un suspensor dorado y una camisa retro. Su grupo comenzó a llamar la atención, por su extraño aspecto, y el parloteo bromista de Bruce. Pero la cosa no pasaba de pubs, especialmente uno llamado Prince of Wales, donde actuaban junto a la puerta del baño, y el cantante intercambiaba palabras en pleno show con los usuarios del oscuro rincón. En fin, Prince of Wales era algo así como su base más convocante. Pero después de un año la cosa se empezaba a pudrir. Dickinson se abocó a terminar sus estudios en el Queen Mary College de Londres, y el resto empezaba a entregarse. Allí entra Paul Samson en la historia.
Cuando tras un show estaba cargando su van, se acercan a Dickinson tres tipos en la oscuridad. Paul Samson le dio a Bruce la imagen de un “perro King Charles spaniel”, con su cabello rizado hasta los hombros. Paul fue al grano: “Somos Samson; tenemos contrato, un álbum y representante; buscamos un cantante ¿interesado?”. Así se inició lo que el propio Bruce calificó como “dos años de locura”.
El método compositivo Samson era emborracharse y después tocar a ver si salia algo. Tampoco faltaba la droga. Y casualmente, Bruce no era gran adicto a colocarse. Por lo tanto, trató de armonizar. Para este momento, Survivors estaba a medio terminar, y de hecho se editó, sin Dickinson aunque éste aparecía en la portada, “un mal dibujo” en opinión del cantante. En posteriores reediciones, aparecerían bonus tracks con regrabaciones de algunas canciones con Dickinson a la voz.
Tambien de esos primeros días surgio el apelativo de “Bruce Bruce” como nombre artístico, algo que no dependió de Dickinson y que él detestaba, salido del nombre que a modo de chiste le colocaron en el cheque con su primer pago.
Los Samson no era un grupo de primera, pero encabezaba giras de la NWOBHM debido a que su agencia las organizaba. Y dentro del grupo, la imagen que destacaba no era la del cantante (Dickinson), sino la de su enmascarado baterista, un fanatico de Kiss y Devo. Thunderstick era de la idea de generar un acto de naturaleza kisseana (llegó a incluir una jaula donde tocaba encerrado), pero esto era incompatible con la naturaleza, digamos despreocupada, por no decir caótica, del grupo y su propio manager.
Pero paralelamente a la edición del disco, se acabó la gira y ya no hubo más trabajo. Con un álbum en la calle, Samson no tenia shows. Así que Bruce Dickinson tomó el teléfono y echaron a su manager. Años mas tarde, Thunderstick recordaba que “Bruce tenía entusiasmo por la vida. Estaba hiperactivo todo el tiempo y pensó que en lugar de tener una agencia para reservar nuestros conciertos, podría llamar por teléfono y reservar todos los conciertos él mismo. Bruce simplemente se sentó en las oficinas de nuestra gerencia, se puso al teléfono y reservó un recorrido”.
El trabajo tuvo su premio. Bruce consiguió una gira de veinte fechas, la que tuvo buenas críticas, y como plus, le permitió compartir escenario alguna vez con Ian Gillan, su héroe. Pero ya era siendo hora de grabar material nuevo para el nuevo cantante. Nuevo álbum, nuevo sello, nuevas ideas. En palabras de Paul, “Head On fue un álbum notable y poderoso, lleno de patrones rítmicos inusuales y estructuras de canciones poco convencionales”. Thunderstick agrega que “(Bruce) tenía mucho material, nosotros teníamos mucho material, unimos fuerzas y eso fue lo que pasó con el segundo álbum de Samson, Head On”.
¿Y que tenía que comentar el “nuevo”? “Hubo tal profusión de influencias variopintas que es increíble que hubiéramos escrito algo coherente; sin embargo, funciona en realidad como una especie de pieza de época”, escribía Bruce Dickinson en su autobiografía.
Lo primero que se oye de Head On, tras unos acordes apertura, es una voz que nos resulta conocida, pero no tanto a la vez. Como si se tratara de un sonido que tenemos en la cabeza de haber oído en algún lado pero no terminar de reconocer donde. Y es aquí donde reside quizás el mayor atractivo para los curiosos. Canciones donde la voz de Bruce Dickinson es limitada, no alcanza las alturas épicas de, por ejemplo, “Run to the hills”. De hecho, el único tema donde se oyen algunos agudos es en el vertiginoso “Take Me to Your Leader”, que quizás fueran más debidos a la admiración de Dickinson por Gillan que por propia intención de tirar altos.
Como álbum en su conjunto Head On, es un buen disco, con hard rocks de pegadizos riffs, como el single “Hard times”; “Viceversa” llama la atención por sus cambios de ritmo; y como curiosidad, el breve instrumental “Thunderburst”, una versión temprana de lo que Iron Maiden grabaría y editaría mucho más elaborado en Killers con el título de “The Ides of March”, debida a un brevísimo paso de Thunderstick por la banda de Leyton, básicamente la introducción del tema referenciado. En general, la guitarra de Samson es competente aunque no necesariamente brillante, lo mismo que el resto. Y en este panorama, tampoco destaca precisamente la voz de Bruce Dickinson. Pero es un álbum que se enmarca bien dentro de ese heavy metal primigenio, con variedad en cuanto al estilo, lo que lo diferenciaba de las guitarras machacosas e iracundas del punk que nació al mismo tiempo que él.
De la grabación del álbum (hecha en el estudio propiedad de Ian Gillan) es la anécdota por la que, tras fumarse un porro luego de beberse 4 pintas de cerveza, Bruce tuvo que salir corriendo al baño. Cuando lo encontraron, vomitó sobre Gillian (que estaba presenciando el registro), quien le recordaría el incidente cada vez que se encontraron los siguientes años: “hey, ¿esta vez no vas a vomitar sobre mí?”.
Fuera por la buena recepcion en la prensa, fuera por la calidad propia de Head On, el LP llegó al puesto 34, por lejos la mejor ubicación de cualquier álbum de Samson. Ya con nuevos representantes, la banda comenzó a moverse más seguido y se dispuso a grabar Shock Tactics. Cuando se metieron en el Battery Studios, en la sala lindante estaba trabajando Martin Birch con otra banda del palo, Iron Maiden. Fue casualidad, pero permitió a Bruce congeniar con sus futuros compañeros, gracias quizás a que el baterista de Maiden era Clive Burr, de quien dijimos había estado en Samson antes que Thunderstick.
Pero la convivencia tenia su lado negro. Los Samson celaban del éxito de Maiden, bien financiados y protegidos por EMI, toda una autoridad en la industria británica. Pero básicamente, Dickinson vio fue la diferencia entre la profesionalidad de Iron Maiden y el contraste con su banda.
Aun así, se pusieron al trabajo con ganas. No obstante su ingeniero, Tony Platt, un tipo que habia trabajado con AC DC, no quedó conforme con la voz de Bruce. Le pidió subir un par de tonos. El resultado fue que Dickinson descubrió que su voz podía llegar mas alto, y es lo que se oye en Shock Tactics, y también en el resto de su carrera.
Shock Tactics se convirtió en el último trabajo de Bruce Dickinson con Samson. El disco no cuenta con ningún tema con Dickinson a los créditos, pero es una buena muestra de heavy metal, donde la voz de Bruce está en buen nivel, las guitarras de Paul Samson brillan por momentos, la base es compacta, y el material es bastante homogéneo. De hecho, podría decirse que pese a no haber alcanzado las ventas de su antecesor, Shock Tactics es mejor. De hecho, en este álbum Samson suena como cualquiera de las buenas bandas heavy del momento. Temas como “Riding with the angels”, “Bright lights” o el galopante “Go to hell” son significativas muestras del heavy británico de esos días.
Tras la grabación y edición de Shock Tactics hubieron de pasar un par de cosas. Thunderstick dejó su lugar a Mel Gaynor, un baterista más completo; el importante sello A&M se interesó en la banda; y finalmente, actuaron en el Festival de Reading 1981, del que más tarde se editaría un LP en vivo, el único con Dickinson, en 1990.
Live at Reading ’81 muestra a un grupo en plenitud, oyendose en muy buena forma. En cierta manera, luego de la escucha de este disco, pareciera que todos nos perdimos un capítulo de la historia. La performance de Bruce Dickinson no se puede diferenciar de sus dias con Maiden, la guitarra de Samson es filosa y toda la banda tiene una gran actuacion. Temas como “Nice girl”, “Bright lights”, “Hammerhead” o “Riding with the angels” te llevan por delante, y si uno se deja llevar, no hay forma de no hacerte fan del grupo. La revista Sounds, en su comentario del concierto, arguyó que “Samson fueron como una banda renacida”.
Pero el festival de Reading no solo marcó el concierto mas importante de Samson en su carrera hasta ahí. También fue el ultimo show de Bruce con el grupo, aunque él no lo sabía cuando llegó a Reading. Tras el show, mientras disfrutaba en soledad de una cerveza en el patio trasero del escenario, se le acercó un tipo. Era Rod Smallwood, el mánager de Maiden. Con el despido de Di’Anno en carpeta, le ofreció el puesto. Sin dudarlo, Dickinson dijo que sí. El resto es historia conocida.
Dickinson no aclara en sus memorias cómo comunicó a Samson su retiro. Años mas tarde Paul Samson recordaría que por esos días “todavía creíamos que un sencillo de éxito era todo lo que nos haría falta para ponernos al día con Maiden y Def Leppard”, pero la salida de Bruce tras Reading fue el martillazo que selló la suerte de la banda, aunque él justifica la decisión del cantante: “Ellos [Maiden] tenían planeados sus próximos dos años, mientras que a veces no sabíamos qué estaríamos haciendo la semana siguiente”.
Bueno, Samson también siguió con diferentes formaciones, pero nunca tuvo la altura de éxito que alcanzaron muchos de sus correligionarios de la británica nueva ola de heavy metal. Quedan como testimonio de su trayectoria varios LPs aparte de los mencionados aquí, y el hecho de que fueron parte de una historia que les quedó demasiado grande.
Historia. Una palabra clave, porque de eso se trata. Han pasado 40 años de todo lo que acabamos de recordar, tanto tiempo como que tres de los personajes mencionados aquí ya se fueron de gira: el propio Samson en 2002, Aylmer en 2007 y finalmente Clive Burr en 2013.
Los elegidos con la varita del talento y el éxito suelen ser unos pocos. Pero en su camino a veces necesitan de una base donde hacer pie y tomar impulso. Esa fue la función de Samson en el caso de Bruce Dickinson, y eso solo bien vale un trago a su memoria.
Pablo Irrera