Soen: «Lotus» (2019)

Soen: «Lotus» (2019)

Vía Nación Progresiva

Silver Lining / Warner Music, 2019

Desde el 2010, año en que inician actividades, esta fecunda banda ha lanzado en promedio un álbum cada dos años, siempre bajo un estilo muy heavy, lleno de riffs potentes y beats batería/bajo que obligan al headbanging, sin dejar de lado temas suaves y contemplativos o estructuras cambiantes.

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‘Opponent’ inicia muy directa, luego de un atrapante efecto de reverberación, nos lanzan un exquisito riff muy ágil y movedizo. En breve la característica voz de Joel ya nos envuelve mientras una atmósfera densa es creada por los toms y el bajo, ecualizados para sonar totalmente presentes y arriba en la mezcla. Tras algunos momentos, un breve y lento pasaje, matizado por el tímido sintetizador de Lars antecede al final del tema que se va con un nuevo embate de guitarra metal.

Una línea de bajo con sonido metálico a cargo de Stefan Stenberg y, la batería precisa en compases irregulares del ex Opeth, el uruguayo Martín Lopez, guían la entrada de ‘Lascivious’, segunda canción del disco. No se hacen esperar los embates metal con riffs en palm muting. La clara pronunciación de Joel nos hace fácil escuchar el coro por el que se cuelan ocultas notas de sintetizador, muy discretas. Al rato la canción cambia de tono, tal vez un poco jazz, lenta y susurrante. Este pequeño puente culmina glorioso en un nuevo coro y la canción hace su salida. Más allá de lo estrictamente musical, considero importante resaltar los mensajes, sobre todo cuando son enviados tan directamente.

Considero que el video de la canción ‘Martyrs’, lanzado un par de meses antes, tiene un mensaje de igualdad muy positivo. Recomendado. En líneas generales, tenemos una canción en la misma clave heavy y pesada de sus predecesoras, los embates de batería se hacen cada vez más crudos, pero la pieza explora obligatoriamente momentos contemplativos, como el importante pasaje sintetizador-teclado-voz a la mitad del tema. El coro merece una mención destacada, que suena tan pop y pegadizo: “Spirit of the water, let the sky fall down on me…”.

El primer momento lento del álbum es la canción que lleva su nombre: ‘Lotus’. Una balada que sorprende por su bello y emotivo solo, que aparece pasando la mitad del tema. En realidad la guitarra líder está siempre presente en contrapunto, respondiendo a los versos y llenando vacíos con pequeños licks. Sus letras son un llamado al conocimiento de uno mismo, a la aceptación, la importancia de los seres queridos y el contacto con la naturaleza.

En ‘Covenant’ los Soen inician usando un delay interesante que le aporta frescura al tema. En esos primeros momentos pareciera que vamos a escuchar un tema suave, pero los platillos de la batería, siempre abiertos y muy arriba, como impacientes por reventar, los delatan. Ciertamente no tardan en revelarse, los riffs van aterrizando potentes y asimétricos. Esa fórmula se repite durante sus casi 6 minutos, intercalando previos entre bajo y batería y arrolladores riffs.

El segundo momento lento de la placa llega con ‘Penance’, aunque ciertamente tiene pasajes heavy a doble pedal, su espíritu es evocativo y melancólico. La voz de Joel es protagonista y suena completa y colorida. Casi al final del tema incluyen un riff que, a mi parecer, es uno de los más ricos rítmicamente que he escuchado en algún tiempo, sin embargo, no tardan en volver a una forma más suave para el cierre.

Con ‘River’ nuevamente exploramos lugares melancólicos y tristes: guitarras acústicas y auras de sintetizador. La canción tiene pasajes que en ciertos momentos suenan abrumadores, debido a lo fuerte que han sido ecualizados sus bajos. Tiene algunos momentos muy brillantes como un nuevo solo de guitarra ejecutado por Cody Ford.

Volviendo a los estremecedores riffs y destructores beats bajo/batería tenemos a ‘Rival’, penúltimo tema del álbum. Violenta y arrolladora, heavy en todo momento nos entrega deliciosos pasajes, tanto que uno esperaría hallar algún gutural en la mezcla. Así de metal. La pieza no cede en ningún momento, monstruoso y permanente está siempre Lopez, a gusto en los embates de doble pedal. Esto es de lo más heavy que han hecho los suecos.

Finalmente el trabajo cierra con ‘Lunacy’, el único tema que sobrepasa los 8 minutos. Una bella canción dividida en dos grandes momentos, el primero muy vocal, con delay y distorsión overdrive en la guitarra, bastante digerible y sencillo, aunque siempre con algún buen riff técnico y heavy. El segundo arco está dominado por el sintetizador y efectos de sonido, una atmósfera muy apacible y contemplativa, simbólica, una pausa sincera y reflexiva, que nos hace recordar el viaje que ha sido este álbum. Inunda esta calma, aunque sin romperla, la maravillosa voz de Joel, será la última vez que la escuchemos. Lentamente se desvanece.

Soen reafirma su identidad heavy en esta placa, con canciones arrasadoras y riffs técnicos, el trabajo de batería es simplemente impecable, sin desmerecer a los demás elementos, siempre correctos y constantes. Es imposible dejar de mencionar que para muchos esta banda tiene muchos elementos de Tool y puede ser, pero es una cuestión del tipo de música, del género. Sin importar dichas similitudes Soen se ha convertido en un representante principal del prog metal más directo y heavy, sincero y sin pretensiones.

Por César Vargas Díaz

La banda se presenta por primera vez en Chile el 2020.

Nacion Rock

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