Stanley Kubrick y Pink Floyd: Los mitos en torno a las colaboraciones legendarias entre ambos

Stanley Kubrick y Pink Floyd: Los mitos en torno a las colaboraciones legendarias entre ambos

Hay varios mitos en torno a la conexión entre el maestro del cine Stanley Kubrick y Pink Floyd, sin duda que uno que anda circundando hace tiempo por las redes es aquel mítico video que prueba que si haces calzar el segmento final de 2001 Jupiter and Beyond the Infinite con Echoes no podemos evitar pensar que la banda hizo esos 23 minutos enormes mientras observaba en una pantalla las escenas del espacio del film.

Lo mismo pasó con The Wizard of Oz, o la misma Alicia en el país de las maravillas, que algunos fans lo han probado al avanzar al unísono si bajamos el volumen del filme y hacemos calzar el sonido en las imágenes.

La otra es una verdadera negativa de parte de Waters a colaborar en La naranja mecánica, que hace poco de hecho aclaró Nick Mason, el legendario baterista de la banda.

Nick Mason en Uncut el año pasado admitió que Pink Floyd había sido «petulante» en sus tratos con el director de cine Stanley Kubrick cuando le preguntó sobre el uso de su suite Atom Heart Mother en su película A Clockwork Orange (1971).

La mayoría de los relatos del incidente giran en torno a una versión en la que Kubrick llamó a Roger Waters y dijo que le gustaría usar la música de Pink Floyd, pero no pudo especificar qué planeaba hacer exactamente, y el problema era que quería conservar el derecho de usar la suite, sin embargo, eso no le gusto a Waters quien dijo: «Claro, no puedes usarlo».

En la entrevista, se le pidió a Mason que recordara su propia versión de los eventos. «Probablemente porque no nos dejaría hacer nada propio para 2001″, dijo. “¡Suena un poco petulante! No recuerdo si le pidió algo de Atom Heart Mother. Nos hubiera encantado habernos involucrado en  2001, pensamos que era exactamente el tipo de cosas para las que deberíamos estar haciendo la banda sonora».

Waters se tuvo que arrepentir y hasta el día de hoy seguramente lo hace al ver tan magnos resultados de los films de Kubrick; y más adelante quiso incluir fragmentos de ellos en sus conciertos y convertirlos en una presentación de su canción “Perfect Sense”, a lo cual el primero le negó los derechos rotundamente a modo de venganza. Esto no detuvo a Waters, el cual después de la muerte del director tomó dicho fragmento y lo incluyó como antesala a su pieza en algunos de sus conciertos.

He aquí como hubiese quedado la fantasía de Pink Floyd y A Orange Clockwork:

Patricio Avendaño

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