SUPERBLOOM- Silent Planet: Cicatrices disruptivas

En «SUPERBLOOM»(2023), Silent Planet entrega su apuesta más visceral y refinada hasta ahora. Un sonido que sin dudas, traza el mapa de un despertar espiritual que fue doloroso y necesario. Este álbum, tallado desde las ruinas del trauma, se presenta como un viaje lleno de tumultos, en medio de la travesía de sanación que siguió al devastador accidente automovilístico que experimentó la banda en 2022.
El protagonista —presentado casi como un alter ego— recorre un camino hacia la búsqueda del sentido, pues la carga lírica, expresa las fracturas emocionales que suceden a la tragedia, y mediante este retrato de ciencia ficción, explican como a través de ese dolor físico y mental, se puede navegar hacia la grieta que muestra el final del túnel caótico, donde experimentas una iluminación casi profética.
Lo que hace de este disco algo tan ambicioso, es la propuesta casi cinematográfica que se plasma en la estética y videografía del material. Acá, nos regalan atmósferas cargadas de progresiones armónicas y técnicas, que convierten la desolación en un sonido expansivo. Un elegante djent que se fusiona con el metalcore en una ejecución limpia, que nunca se distiende al punto de separarse de sus raíces de emoción cruda.
La experimentación, se funde con múltiples texturas en que podemos encontrar post-rock, destellos electrónicos, sintetizadores abrumadores, e incluso un intoxicante shoegaze que le aporta al metalcore moderno un nuevo sentido musical. Y esa nueva identidad rítmica, en conjunto a las voces guturales que ejecuta Garrett Russel, demuestran que a veces es necesario “quebrarse” para volver a florecer.
Por otra parte, Garret en una entrevista con Kerrang! afirmó que Superbloom se trata de un disco ecléctico, que narra la historia de un adolescente abducido por los ovnis, pero lejos de simplemente retratar esa experiencia, este álbum pone más atención a los procesos de transformación. «Es la historia de alguien que experimenta una transformación» explicó Russel. «Me encontré escribiendo sobre nuestra transformación como personas y como banda, y lo que significa pasar de un estado a otro. En Superbloom, lo hacemos a través de la historia de alguien que se encuentra con un biológico extraterrestre y cómo este entra en su organismo y lo convierte.»
Musicalmente hablando, las guitarras no son agresivas al azar, sino que trabajan por texturas, con una densidad tectónica que emula un poco la sensación de ser sacudido. Con armonías disruptivas que a lo largo del material, se resuelven en melodías más ambientales, siempre agonizando al borde de lo caótico. Por otra parte, el bajo y la batería, son la columna vertebral de la producción, especialmente, las secciones más introspectivas que juegan con los compases en diferentes secciones rítmicas, dándole fuerza al trabajo rítmico que ejecutó Silent Planet para este disco, pues está lleno de micro detalles polirrítmicos que se van amplificando una constante tensión emocional.
«Me imagino a alguien criticando el disco diciendo que, en cuanto al sonido, es un desastre, y me parece bien, porque la naturaleza de los temas que tratamos, nos impulsó a hacerlo de esa manera y realmente nos sacó de nuestro elemento. Nos pareció fiel a la historia que intentábamos contar, el permitirnos tomar estos diferentes sonidos y combinarlos en un álbum. Puede que a algunos les parezca demasiado, pero sentíamos un fuerte deseo de seguir ese camino.» Menciona Russel Garrett sobre el disco.
Lo cierto es que a comparación de sus trabajos anteriores, todo parece orbitar en torno a un clímax estilístico, rehuyendo así las fórmulas más tradicionales del metalcore, pues la música que producen, es capaz de imitar el proceso de sanación mismo, sin una estructura musical predecible, lo que pavimenta el larga duración de un flujo abrasivo, bien complementado de un éxtasis místico y con una instrumental que goza de una metódica forma de poner breakdowns de un modo más profundo y esencial
Silent Planet estará debutando en Chile este 10 de abril, en Sala Metrónomo de la mano de la productora Monkey, las entradas aún se encuentran disponibles a través del sistema passline.