Testament: “Titans of Creation” (2020)
Nuclear Blast, 2020
Banda fundadora. Al escucharla, uno vuelve inevitablemente a esos primeros ruidos del thrash de mediados de los ’80, y es maravilloso comprobar que aunque pasen las décadas y el género trate de sobrevivir, la creatividad y fidelidad al estilo de Testament, se manifiesta con toda fuerza con un decimotercer álbum. A pesar que no se salen del esquema thrash, al mismo tiempo “Titans of Creation” trae elementos que le dan un touch más progresivo, al desprender distintos estados de ánimo y material directamente relacionado a la filosofía de la creación y de su opuesto, la destrucción.
Producido por Chuck Billy y Eric Peterson, el disco se lanza en medio de la pandemia, que incluso están sufriendo algunos de los miembros de la gira, y con la misma formación del anterior “Brotherhood of the Snake” (2016); y si hay algo que ha caracterizado a Billy y compañía es la fidelidad a seguir una receta que hace una década, a lo menos, no tiene puntos bajos. Desde “The Formation of Damnation” que han estado a la altura de lo que representan, y han caminado hacia “Titans of Creation” agregando calidad y variedad.
Abriendo con “Children of the Next Level” ya podemos percibir el descomunal sonido que nos espera. Riffs acelerados, un instrumental frenético y el típico gruñido de Chuck. “WWIII” es pura velocidad e intensidad a partes iguales. Si la anterior es provocadora, ésta la supera y suma una excelente composición para recrear un clima apoteósico. “Dream Deceiver” es todo old school, parece sacado de sus primeros trabajos. Directo, hecho para sonar con todo en vivo, y en la que nos cuentan cómo los sueños son parte esencial de nuestra existencia. Con “Night of the Witch”, basada en la película “La Bruja” de Robert Eggers, Peterson deleita en gutural, oscureciendo el tema; Chuck se antepone por sobre los instrumentos y se hace acompañar por las guitarras. Uno de los mejores temas del disco; es cierto que es muy largo, al igual que “City of Angels”, con casi siete minutos, pero es deslumbrante el trabajo al bajo de DiGiorgio, aunque cada uno pone su cuota para darle al tema un sonido muy versátil. Sigue mandando el bajo en “Ishtar’s Gate” y en “Code of Hammurabi” , otra que se volverá favorita del metalero gracias a su base rítmica, maniobrada con técnica impecable por DiGiorgio y Hoglan. En “The Healers” juegan con nuestras emociones desde el inicio, ya que intentan abrirse camino por la sonoridad oscura del death manteniendo las raíces thrash; el resultado es una atmósfera que suena agresiva, espesa y dinámica.
El final es con sonidos de siempre. “Catacombs” tiene un gran inicio que evoca los rasgueos de Slayer, y sus teclados crean una atmósfera interesante para cerrar esta experiencia.
Testament y sus portadas son un tema aparte en el thrash. La de “Titans of Creation” es obra de Eliran Kantor, quien también estuvo a cargo del arte para los tres álbumes anteriores de la banda. Figuras observan este mundo en creación y parecieran estar ad portas de producir su destrucción, detalle que va muy bien con la temática de las canciones. El tono azulado, presente en muchas portadas de sus primeros discos, nos habla que son el Testament de siempre, tocando tan rápido y limpio que pareciera que sus grandes músicos tienen una energía renovada.
El foco de “Titans of Creation” es potencia y fuerza del thrash tradicional, pero con algunos toques actuales que les puede permitir granar nuevos fans, incluso más jóvenes, los que van a sentir que este es un buen punto de partida para viajar en retrospectiva y descubrir a una banda de calidad suprema, de esas de las que uno se vuelve un incondicional.
