The Smashing Pumpkins en Lollapalooza Chile 2015: Melancolía e infinita potencia

Siempre es bienvenida y es una querida banda por estos lados, el regreso de The Smashing Pumpkins en el marco del festival Lollapalooza pretendía ser una buena oportunidad para ellos para mostrar las canciones de su nuevo disco, aunque mucho más que eso, los Pumpkins vinieron a hacer gala de su vasto repertorio, inclinando la balanza para sus himnos noventeros mucho más que para el material de «Monuments to an Elegy».

A las 18:45 esta formación de superestrellas del rock abordaba el escenario VTR, destacada fue la participación de Brad Wilk, monstruo de la batería que sucumbió con su sonido (no por nada ha sido parte de bandas del calibre de Rage Against the Machine y Black Sabbath) e incluso se estará repitiendo plato en el festival con The Last Internationale, su banda alternativa, los improvisados reemplazantes de NOFX.

El siempre solvente Jeff Shroeder en la guitarra, el bajo a cargo de Mark Stoermer de The Killers y por supuesto, el alma de la fiesta y el que sin duda siempre lleva todo el protagonismo: el gran Billy Corgan.

No se anduvo con chicas el calvo vocalista, ‘Cherub Rock’ era la encargada de empezar a prender los fuegos y recordarnos la bella etapa del «Siamese Dream», y aunque el sonido no acompañó mucho (sobre todo se esperaba algo más cuando entrara la segunda guitarra) la masa de todas maneras se entregó a un concierto que arrancaba con buenos augurios.

Emocionó lo que seguía: ‘To Night, to Night’, muy coreada. La imponente ‘Ava Adore’ seguida con las palmas por el público, el momento de estrenar en Chile sus nuevas canciones llegaría con las respetables ‘Being Beige’ y ‘Drum+Fife’, para luego desatar ‘Stand Inside Your Love’, en una muy intensa versión, otro de los momentos en alta del show.

Corgan se mostró siempre muy sonriente, más aún cuando era aclamado por la audiencia (algo que le gusta bastante) y casi como forma de agradecimiento nos regaló joyas como ‘1979’ , ‘Drown ‘ y ‘Disarm’, en unas muy rápidas y rockeras versiones.

Al final se vino el estallido de estridencia y el momento para jactarse a Billy de su dominio de la guitarra (sobresaliendo a propósito mucho más que su guitarrista, por cierto, dedicándose él a los solos casi siempre). Cual Jimi Hendrix nos interpreta el himno de Estados Unidos para luego desatar una tempestad sónica con ‘Bullets with the Butterfly Wings’ y la sorprendente ‘Heavy Metal Machine’ del «Machina/ The Machines of God» que dejaba todo en llamas.

Era un regreso a la altura, pese a las críticas sobre la escasez del talento de antaño de sus últimas entregas discográficas, lo de los Smashing ayer fue marcar presencia, reclamar terreno y decir porqué es una de las mejores bandas del rock alternativo de todos los tiempos.

Setlist: