“The Spaghetti Incident?”: el disco homenaje que puso fin a la gloriosa primera era de Guns N’ Roses

“The Spaghetti Incident?”: el disco homenaje que puso fin a la gloriosa primera era de Guns N’ Roses

Geffen, 1993

En estos tiempos de luto, por las muertes de grandes como Chris Cornell, Scott Weiland, Chester Bennington y varios próceres más, hemos empezado a revalorar algunas propuestas lanzadas como “tributos” y que en su momento no tuvieron beneplácito ni de la prensa ni los fans. Uno de esos ejemplos es “The Spaghetti Incident?”, lanzado el 23 de Noviembre de 1993 por Guns N’ Roses y que terminaría por trazar el fin de la banda. Se trató de una propuesta de covers muy ruidosa y caótica, tal cual era la relación entre sus miembros.

Producido por Mike Clink, el disco está lleno de clásicos del punk norteamericano e inglés y cuyas reversiones tuvieron una respuesta mixta, dejándolo finalmente en la categoría de los subvalorados. Canciones como “Since I Don’t Have You”, de los Skyliners, tuvo más repercusión porque fue la balada típica para la radio y directamente dirigida a ese público que adoró el ritmo más suavizado de los “Illusions”. “New Rose” se acomodó mejor y en solo 2:30 minutos desata punk y garra con ese inconfundible sonido de Slash, batería contundente y un crudo trabajo vocal de Duff McKagan, quien asumió el rol en varios temas pues Axl ya llegaba tarde a las grabaciones, y porque se la podía. “Down on the Farm” es una rockerísima versión donde destaca Slash y su distorsionado instrumento y aunque los puristas no le vean valor, es un inmenso cover de los UK Subs.

Más punk del duro aparece en “Attitude”, de los Misfits, con el 1:29 más salvaje de la historia de los Guns; aunque se quede por debajo de la original es parte del setlist actual de la banda. Tras esto, entramos a versiones más hard rock y glam setentero con la excelente “Hair of the Dog”, de Nazareth. Compuesta por un riff constante, utilizando simulador de voz, con un gran solo de guitarra, logra variedad en la producción. “Buick Makane” de T. Rex, fue un choque de mundos, mientras que “You Can’t Put Your Arms Around a Memory”, de Johnny Thunders (a quien Duff le dedicara “So Fine”, en “llusion II”), empieza como algo country, pasa al rock blues y desemboca en el ritmo Guns. La fantástica “Ain’t It Fun”, de los Dead Boys, con la colaboración del gran Michael Monroe de los Hanoi Rocks, no tiene nada que envidiarle a los clásicos propios de la banda, porque le da un poco más de épica a una canción trágica.

También es muy destacable el mano a mano de Duff y Axl en una poderosa “Raw Power”. Otras, como “Big Dumb Sex”, de Soundgarden, son un sinsentido. Gilby Clarke reemplazó de manera más que razonable a Izzy Stradlin, quien se había largado hacía un rato cuando el disco salió a la venta y sus “compañeros” quitaron sus guitarras sustituyéndolas por las de Gilby, quien igual sacó la tarea adelante. El disco no estuvo lejos de la polémica por haber incluido “Look at Your Game, Girl”, tema original de Charles Manson, como un track oculto al final del álbum. Slash comentó que se grabó como un acto de humor negro, sin mala intención, y el dinero que generó el royalty fue donado.

El título del disco es una broma interna que refiere a una guerra de comida con pasta, llamada “el incidente del spaguetti” por la defensa de Steven Adler durante el juicio que hizo contra el grupo.

El  error de  Guns N’ Roses  fue publicar este disco en 1993, tan solo dos años después de los épicos “Illusions”, cuando el furor que había desatado la banda, dentro y fuera del escenario, con “November Rain”, “Live and Let Die”, “Don’t Cry”, “Yesterdays” y otros, se encontraba todavía muy fresco, y el “Spaghetti” resultó ser una gran confusión para un público que poco entendía de influencias. Quizás el disco no fue suficiente como para servir de despedida de estos gigantes del hard rock, pues hay más ruido y cuerdas que las grandes composiciones que trazaron un camino lleno de triunfos. Por esencia y espíritu diríamos que “The Spaghetti Incident?” está conectado con el “Appetite…”, pero por desarrollo y producción se queda como un buen souvenir de lo que fue ese gran viaje de finales de los ’80.

 

Macarena Polanco

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *