Turnover en Chile: De gritos y euforia

Turnover en Chile: De gritos y euforia

Fotos por Cristian Calderón 

Luego de algunos intentos fallidos hace algún tiempo, por fin llegaba la hora de presenciar el debut de los estadounidenses Turnover en tierra local, quienes fueron recibidos por un grupo de fieles seguidores que llegaron a congregarse en Sala Metrónomo en una de las noches más heladas de lo que va de año.

Los encargados de abrir la jornada, fueron los ya habituales de la escena Estoy Bien, quienes tras su exitoso paso por Lollapalooza y luego del lanzamiento de su álbum «Apoyo Emocional» hace algunos días, dieron cátedra de buen sonido y puesta escena. Con un set acotado pero intenso, el trío pudo relucir canciones del disco antes mencionado, además de cortes de su EP homónimo y del resto de su discografía. La fuerte y desgarradora voz de Benje y su tono noventero en la guitarra, la precisión de Pino en batería, y las distintas figuras del bajo de Mati, hacen que su show sea uno de los más atractivos del panorama local actual, donde el noise, el pop y el punk se mezclan para en una fórmula que puede equipararse a lo que logran figuras extranjeras como Turnstile, Viagra Boys o Idles.

Pasadas las 21:00, llegaba el turno del show principal de la fecha. Con una discografia extensa y dinámica, Turnover nos visitó bajo el marco de la promoción de su último LP «Myself in the Way», que generó críticas positivas pero que destacan su salto hacia al territorio pop/electrónico más accesible. Una guitarra con slide y bases electrónicas daban paso a «Tears of Change», que de a poco hacia entrar en calor al público. Algunos cortes de su últimas placas, como «Parties» o «Much After Feeling» llevaron a que el público se soltara más y pudiera acompañar a la banda con sus voces y bailes. Sin embargo, a ratos también aparecían gritos de fans pidiendo canciones de su repertorio más antiguo.

El sonido de la sala estuvo a la altura en todo momento, lo que hizo resaltar canciones de «Good Nature» como «Super Natural» o «What Got In The Way», donde se percibieron de forma clara todos los instrumentos. Luego, llegarían los puntos más altos de la noche, donde la banda interpretó canciones de su álbum más aclamado a la fecha, «Peripheral Vision». Las animadas guitarras y coros pegajosos de «Take My Head» y «Humming» dieron paso a moshs y crowdsurfings que delataban la euforia que se vivía en el lugar. Ante esto, la banda se mostraba emocionada, receptiva y agradecida por los gestos de afecto recibidos. «Dizzy on the Comedown» o «New Scream» eran cantadas con una energía que tendría su última explosión con «Cutting My Fingers Off», cerrando el set de la banda.

El show de Turnover podría catalogarse como un acierto que, sin duda, hubiera sido genial que contara con una mayor convocatoria (a pesar de la pasión de quien llegaron al recinto). Su sonido pulcro y puesta en escena controlada son prueba de cómo los años de ruedo les han jugado a favor, y dejan la puerta abierta para averiguar con qué nueva incursión musical aparecerán próximamente.

Javier Bravo

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