Voivod-«Killing Technology»: cuando el thrash y el progresivo convivieron para volar cabezas

Voivod-«Killing Technology»: cuando el thrash y el progresivo convivieron para volar cabezas

Vía Nación Progresiva

Killing Technology, el tercer álbum de estudio de la banda canadiense Voivod, fue lanzado por la discográfica Noise Records en 1987. Se convirtió en el primer álbum en fusionar los elementos técnicos progresivo, en su estilo de thrash metal. Los acordes disonantes que utilizaba su guitarrista “Piggy”, usualmente tocados en el alto registro de la guitarra, le brindaron la esencia característica a su sonido grupal.

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Inicialmente, se lanzó en formato vinilo con siete temas, a los que luego se incluyeron los temas publicados en el EP “Cockroaches” (del mismo añoanticipadamente) como bonus track en las posteriores ediciones en CD. Harris Johns produjo el álbum, una figura muy importante dentro del mundo de la producción, durante la década de los ochenta. Conscientemente ayudó a definir el sonido de Voivod, afilando aún más su estilo, y puliéndolo, para que sea más agresivo hasta lo que conocemos hoy.

El primer track que le da el nombre al álbum, comienza con un beep automatizado. Nos adentra en una vorágine psicodélica de energía incesante, con la ejecución despiadada de la batería (“Away” Michel Langevin), y de la voz (“Snake” Denis Bélanger). Sería el tema más largo de todos, y al terminar, “Overreaccion” intercede a continuación. Se desenvuelve con unos potentes riffs, y las cuerdas vocales también, demuestran sus condiciones para la distorsión. Piggy (Denis D’Amour), irrumpe con un solo violento de su guitarra. Abismal, al igual que “Tornado”. Un ritual rítmico cambiante, con poderes alucinógenos. Atacando con voracidad, se convierte en una aplanadora mutante que desafía la gravedad del equilibrio mental. A la mitad de la reproducción, hace su aparición Blacky (Jean-Yves Thériault) en el bajo, para después fundirse lentamente hasta desaparecer. Casi sin respiro, “Too Scared To Scream” aparece para desgarrar con violencia los oídos. Por unos segundos, es el tema más corto, pero no menos provocador e hiriente.

“Forgotten In Space” inicia con unos cortes potentes, para pasar a unos pasajes progresivos muy imponentes. Es un derrame de furia existencial, marcado por las múltiples y pesadas guitarras, armadas para sonar más que agresivas. Diversos cambios de tempo y ritmo, se suceden sin piedad logrando que el desquiciado solo se imponga con lujuria. La voz, siempre utilizando todos los recursos a su disposición. Esto es una bestialidad enorme en conjunto. Así, y con pulsos agigantados, “Ravenous Medicine” se desglosa, para arrojar una colección de golpes distorsionados en una turbulenta cólera de poder. Es imposible percibir entre sus cuerdas a Metallica o Megadeth. Para acompañar, se publicó un videoclip que combinaba a la propia banda con algunos diseños del baterista, y a la vez creador de las portadas.

“Order of the Blackguards” no pide perdón, y atraviesa la elegancia sin permiso a toda carga. No hay calma para quien aprecie este trepidante disco. No hay pausas. No se detienen por nada, y cualquier simple espectador casual, probablemente agonice con la gran cantidad de disonancias. Por eso en “This is Not An Exercise”, hayUn solo de viola trastornado y circense. Se presenta de inmediato, para arrasar la introducción, y acabar, de la misma manera. De esta forma se le da el paso a la última composición: “Cockroaches” Donde obviamente tampoco hay descanso, no hay tregua en tan suculenta producción. Orgánica, atrevida, e instintiva, donde se disuelve todo con salvajismo y ferocidad.

Quizás su genialidad nunca fue verdaderamente recompensada, y probablemente tampoco gozaron de gran reconocimiento. Pero concluyentemente, su música ha influenciado a cantidad de bandas posteriores, y su mezcla de géneros, ha sido practicada por infinidad de agrupaciones, atreviéndose a mucho más incluso. Se pueden percibir algunas influencias del hardcore, como así también, del speed metal que ya venían trabajando anteriormente. Ahora eligen algo más callejero, pero a la vez, cuentan con composiciones más elaboradas y desarrolladas. Pareciera que las letras tratan sobre muchas cosas de forma general, pero es aquí, donde empiezan su camino en el mundo de la ciencia ficción, como explotarían en el futuro continuadamente. Se aprecia el cambio de rumbo de la banda, la experimentación con aspectos de metal progresivo muy primitivo, logrando así la composición de algunos de los temas más icónicos de su carrera.

Por Jerson Ricardi

Nacion Rock

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