Discharge en Chile: Una lección de caos y velocidad

Discharge en Chile: Una lección de caos y velocidad

Fotos: Francisco Aguilera

Hasta que al fin llegó el día. Luego de una fallida fecha, inicialmente agendada para noviembre del 2023, la primera visita de Discharge en nuestro país debió postergarse para este sábado 15 de junio, en un encuentro titánico que también traería a Havok y Midnight. Un debut que hasta último minuto parecía esquivo, ya que las bandas estadounidenses debieron bajarse del cartel por problemas logísticos que los obligaron a quedarse en Perú. Con los anfitriones como único número extranjero, el escepticismo y la ansiedad se hacía latente en los fanáticos que orbitaban por el Teatro Coliseo. Sin embargo, todo esto se disipó durante una presentación definitivamente arrolladora y a la altura de toda la trayectoria de Discharge.

Debido a los cambios de último minuto, el encuentro reprogramó la hora de inicio. Cuando marcaban las 20 horas, los locales de ACC (Actitud Contra Cultural) asumieron la gran responsabilidad de ser los únicos compañeros de escenario de las leyendas del hardcore inglés. Valiéndose de un crossover con notorias influencias de crust, los teloneros demostraron calidad, fuerza y sobre todo velocidad. El show duró cerca de 30 minutos, donde ACC invitó a Yuri Salinas (vocalista de Matahero) para acompañar en los gritos de la canción “Transcriminal” y repasó gran parte de su último álbum, “Derecho a la rebelión”. Este trabajo se articula como una retrospectiva a la historia reciente de nuestro país, abordando temáticas como la pandemia y el estallido social.

Luego de una presentación que contó con el apoyo de los presentes, la cancha del Teatro Coliseo se agolpó de gente a los pocos minutos, quienes esperaban con ansias el número principal. Con la misma puntualidad que sus teloneros, la entrada de Discharge estuvo marcada por un ataque incesante de clásicos, abriendo un mosh que obviamente no se detendría a lo largo de toda la jornada. “The Blood Runs Red”, “Fight Back” y “Hear Nothing See Nothing Say Nothing” actuaron como una tripleta infalible, que ayudó a situar el show en este imaginario apocalíptico que define la propuesta de la banda. Con guitarras como sierras y la velocidad ante todo, el quinteto continuó repasando canciones que hacen alusión a la guerra nuclear y a los rincones más oscuros de la sociedad.


Si bien se prometió un show extendido, en compensación por la ausencia de Havok y Midnight, lo cierto es que el desplante de Discharge es tan fugaz, que una hora de concierto pasó en un abrir y cerrar de ojos. No sin antes derribar todo a su paso, por supuesto. Y es que la fórmula de los ingleses también ayuda a sostener esta sensación arrolladora. Las letras colmadas de consignas, el galope ininterrumpido de la batería de Dave Brigwood y la distorsión total de las cuerdas, fueron el combustible suficiente para sumergir al Teatro Coliseo en una fiesta caótica. Así quedó inmortalizado en canciones como “Drunk With Power”, “Hell on Earth” y “Protest to Survive”, donde el frenesí y el deleite del público se hizo palpable a través del headbanging, el mosh y las infaltables bengalas que aportan con un grado de adrenalina y peligro.

A lo largo de toda la presentación, los ingleses se comunicaron principalmente a través de la música. Sin embargo, las ocasiones puntuales donde Jeff Janiak dedicó palabras al público fueron una muestra total de elocuencia. Velando por la seguridad de todos los presentes, la banda se preocupó de detener el show cuando advertían algún fanático en aprietos, mientras que uno de los momentos más significativos fue cuando interpretaron “Never Again”, haciendo alusión al genocidio del que actualmente es víctima el pueblo palestino. Demostrando la misma fiereza con que abrieron la jornada, Discharge sepultó su debut con un clásico de sus primeros trabajos. “Decontrol” levantó un multitudinario coro en el Teatro Coliseo, mientras que Dave Brigwood y Terry Roberts eran sustituidos de sus respectivos puestos por dos personas encapuchadas, en medio de una versión cacofónica.


Son más de cuatro décadas las que respaldan a Discharge como una leyenda para la música extrema. Por lo mismo, es posible que para algunos su propuesta pueda sonar agresiva y veloz, pero también un poco monótona. Sin embargo, aquí mismo recae su encanto. Tal como lo demostraron en su esperado debut, los ingleses fueron capaces de materializar sentimientos viscerales de una manera única, que también contagiaron al público. En una lección de caos y velocidad, la primera visita de Discharge compensó todos los años de espera.

Setlist:
1. The Blood Runs Red
2. Fight Back
3. Hear Nothing See Nothing Say Nothing
4. The Nightmare Continues
5. A Look at Tomorrow
6. Drunk With Power
7. Hell On Earth
8. Cries of Help
9. Ain’t No Feeble Bastard
10. Protest and Survive
11. Hype Overload
12. New World Order
13. Corpse of Decadence
14. Hatebomb
15. Never Again
16. State Violence/State Control
17. Realities of War
18. Accessories by Molotov
19. War Is Hell
20. You Deserve Me
21. The Possibilities
22. Decontrol

Javier Perez

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