Gary Moore: La inevitable quintaesencia del blues irlandés
Para hablar sobre la trascendencia del blues contemporáneo en Europa, inexorablemente se debe hablar de Gary Moore, por su sonido y su método, y por impulsar singularmente un sonido que de modo profundo marcó un estilo compacto y sin igual
En una convulsionada Irlanda, tierra en constante lucha por la libertad, precisamente en Belfast, un 4 de abril de 1952, llegaba un niño que pondría en movimiento desde un criterio personal un género por demás sufrido y denunciante. Siendo adolescente, puso en marcha su idea y se dirigió hacia Dublin, centro agitado por las constantes luchas sociales y políticas. Allí comienza a pulir su estilo, influenciado musicalmente tanto por la música celta y el hard rock, como por el blues y el R&B, tomando como ejemplos a guitarristas como Jeff Beck, Jimmy Page o Eric Clapton, desarrollando una línea personal mezclando el rock, el Jazz y el Blues.
Por motivo de cubrir un reemplazo, ingresó a la Banda Skid Row, Una oportunidad para ganar en experiencia se le presentaba: el grupo cultivaba el estilo del rock psicodélico y surgía todo un desafío para el músico. Años mas tarde, a mediados de 1975, se unió a los consagrados Thin Lizzy, comandado por su bajista, Phil Lynott. Resultaba toda una experiencia diferente verlo a Moore ejecutar la guitarra, ya que en cada nota generaba personalidad propia. El guitarrista logró elevar la calidad musical de la banda, generando una breve participación en la misma, pero por demás contundente y recordada. Así comenzó su derrotero de marcar camino, sin lugar a dudas resultaba un diferente y se notaba tanto en presencia escénica como sonora. Paso a paso se disponía como la referencia exacta de muchos guitarristas de la época, consiguiendo algo sumamente difícil en el marco musical: crear melodías que hagan que el oyente se quede tarareando durante horas sus solos.
Esa virtud la logró en base a lo conocido como “bendings”, y generando una precisa melodía y bajándola por los tonos de la escala a emplear. A medida que evolucionaba como compositor, fue incluyendo en sus producciones elementos del flamenco y de lo clásico, que lograron ampliar el espectro de sus creativas producciones, sin dejar de lado el alto grado que conseguía al improvisar en vivo, recurso por demás importante al cual le dedicaba entrega y versatilidad.
Su etapa solista brindo un legado musical de cuatro décadas, generando trabajos de calidad. ‘Back On The Streets’, ‘Victims Of The Future’, ‘After The War’, ‘Still Got The Blues’, ‘Blues For Greeny’ y ‘Bad For You Baby’ entre otros, generaron un decálogo del blues blanco, instrumentado con autenticidad y esmero profundo, y sus colaboraciones con artistas de la talla de Ozzy Osbourne, Deep Purple , B.B.King, Albert King e incluso con la leyenda del free Jazz como lo fue Miles Davies, lo condujeron a ganarse una reputación importante.
De carácter fuerte y decidido, cuentan que, en una de las profundas y vehementes actuaciones del guitarrista, se colocó frente a un amplio ventilador que refrescaba el andar de los músicos dentro del escenario, generando un solo frente al mismo, desafiando la potencia del viento mecánico.
El musico poseía un particular apodo: “Caracortada”. El mismo proviene de poseer una enorme cicatriz en la parte derecha de su rostro debido a una pelea por una chica que aconteció en Irlanda, en los años 70. Al parecer, un desconocido lo golpeó con una jarra de cerveza provocándole la desfiguración facial. Otros dichos, relatan que la laceración resultó producto de un ataque callejero en Belfast, durante una fría noche invernal.
Un 6 de febrero, su corazón generó el ultimo ritmo de su cadencia musical. Un paro cardio respiratorio puso fin al hombre en la tierra convirtiéndose en leyenda. Una París lluviosa aun lo recuerda. Moore logro retratar con romanticismo nada edulcorado y con puro sentimiento sus calles en la recordada “Parisiennes Walkways”.
Alguien en busca del sentimiento real, caminando por las humadas calles aguarda escuchar una nota sonando de modo agudo y desgarrante que ligue de modo transversal el sentido de la música hecha con el insondable sentir. Sea en los barrios de Saint Michelle, o a la vuelta de tu hogar.