Iron Maiden-«Dance of Death»: Entre lo mundano y lo divino

EMI, 2003

El 8 de septiembre de 2003 Iron Maiden dio vida a su decimotercer álbum “Dance of Death”, creación diferente a sus anteriores trabajos. Se trata de un disco distinto y algo controvertido, que no logró la misma repercusión que algunos anteriores, pero que sí supo mantener el sello característico de la banda británica de heavy metal.

Compuesto por once temas, es un disco sólido, bien construido en cuanto a temática y coherente instrumentalmente. Es un disco narrativo, que cuenta con historias acerca del pasado, de otras culturas y de una realidad espiritual intensa. Sus temas abarcan desde la misma muerte hasta la crítica social; su carácter diverso permite encontrar canciones con historias más sutiles y otras más específicas. Entre estas encontramos ‘Dance of death’, la épica narración de una historia tenebrosa interpretada por un Bruce Dickinson que sabe transmitir el miedo y el suspenso, mezclándolo con la intensidad del heavy metal de Iron Maiden: “Let me tell you a story to chill the bones / Out of thing that I saw”. En ‘Wildest Dreams’ se recurre a la esperanza para dejar atrás el pasado negativo y convertirse en alguien nuevo, por medio del paso de una carretera que es la vida: “I’m gonna organize some changes in my life / I’m gonna exorcise the demons of my past / I’m gonna take the car and hit the open road / I’m feeling ready to just open up and go”.

Si bien ‘Rainmaker’ trata la narrativa, el dolor, la oscuridad y la esperanza (“You tell me we can start the rain / You tell me that we all can change”), Montségur hace una referencia más específica y lleva la crítica hacia la Iglesia católica, contando la historia sangrienta de Montségur. En ‘New Frontier’ existen referencias oscuras al infierno, colindando con la búsqueda de un sentido, la persecución de los sueños y la conciencia de la presencia de un límite entre lo divino y lo terrenal: “Out beyond the new frontier / Playing god without mercy without fear / Create a beast made a man without a soul / Is it worth the risk a war of god and man?”. Curiosa es la intro de ‘Paschendale’, de carácter medieval. Relato crudo de guerras, muerte, cuerpos, sangre y la crueldad del corazón humano: “In the smoke in the mud and lead / Smell the fear and the feeling of dread / Soon be time to go over the wall / Rapid fire and the end of us all”.

Por su parte ‘No More Lies’ es, seguramente, uno de los temas más reconocidos del álbum, tanto por su característica intro, como por su letra, que relata el inicio de una nueva vida, sin mentiras:“I’m coming back to try again / Someday maybe I’ll wait till then”. Finalmente, el resto del álbum puede condensarse en torno a la búsqueda de respuestas frente al miedo (‘Face in the Sand’) la crítica social (‘Age of Innocence’) y las convicciones (‘Journeyman’ y ‘Gates of Tomorrow’).

Otro aspecto a considerar es la portada del álbum, la cual no fue bien recibida en el momento, tanto por los fans como por los mismos integrantes de la banda. Se trata de una imagen con formato 3D geométrico con figuras antropomórficas que da la impresión de estar incompleta; ante ella, los mismos músicos confiesan no haber tenido tiempo para terminarla.

A pesar de que “Dance of Death” no es el disco favorito de muchos de los seguidores de la Doncella de Hierro, sí se puede reconocer en él la existencia de un hilo conductor que abarca lo musical y la creación de letras, llevándonos a un mundo oscuro, a veces terrorífico, donde convive lo sobrenatural con lo terrenal, pero siempre teniendo en cuenta que existe una luz y que son nuestras convicciones y actos los que nos ayudarán a alcanzarla.