Más allá de la barrera del post-punk: Motorama en Blondie
Fotos por Cristian Calderón
Si hubiera que hablar de fenómenos musicales que han dado que hablar en los últimos años, sin duda que el revival del post-punk estaría presente. Desde el 2015 en adelante, el género comenzó a masificarse con bandas destacadas que venían, mayormente, desde Rusia, llegando a un peak en la época de pandemia con la viralización de algunas bandas en plataformas como Tik-Tok.
De todo este movimiento, Motorama ha sido de los exponentes más notables a la fecha, con lanzamientos constantes y que han evolucionado en su sonido y propuesta. La agrupación tiene un vínculo cercano con Chile y Sudamérica, tras haber visitado en más de una ocasión el país en años anteriores, por lo que su vuelta para promocionar «Sleep, and I Will Sing» generó expectación en sus seguidores, que llegaron a repletar el Club Blondie la tarde del sábado 24 de febrero.
Con un retraso de quince minutos y sin banda telonera, los rusos subieron al escenario a presentar un set con una propuesta escénica minimalista, donde se evidenciaría la relevancia de los sintetizadores. La energía y entusiasmo de sus fans se sintió desde la primera canción, acompañando con sus voces canciones como «Wind In Her Hair», «No More Time» o «Two Sunny Days».
Luego de ir a dejar su guitarra tras el escenario, el vocalista, Vladislav Parshin, interpretó sin su instrumento «And, Yes» y «Red Drop», para retomarlo en «I See You», «Up» y «Next To Me». La banda estaba haciendo un repaso por toda su discografía, y uno de los momentos más eufóricos llegó con «Alps», que se ha convertido en una pieza histórica de su trayectoria.
Sin mucha interacción con el público, pero con un gran respaldo por parte de este, los rusos continuaron desplegando un set de larga duración con un buen sonido e interpretación. No hubo apoyo audiovisual en el escenario, pero los juegos de luces complementaban bien el show de la banda. «Sailor’s Song», «Dreams» o «Twilight Song» fueron ejemplo de la vigencia de la agrupación, y de cómo han logrado desmarcarse del estereotipo de «post-punk ruso» en sus composiciones.
Los rusos interpretaron su nuevo álbum completo, donde destacaron las versiones de «Not Really» y «Unknown». También, el cruce con canciones más antiguas como «Empty Bed» o la clásica «Heavy Wave», dejaba en claro que la banda quería conformar a sus seguidores de antaño y a los más nuevos.
«Tell Me» y «To The South» daban paso a una salida del escenario de la banda, para interpretar un encore final con tres clásicos: «Ghost», «One Moment» y «Anchor», que coronaron casi dos horas de presentación, y que terminaron por afianzar aún más el vínculo de la banda con el público chileno.
Un show redondo y que, de seguro, será bien recordado por los seguidores de la banda. Siempre es bueno cuando agrupaciones llegan desde tan lejos y reciben un respaldo como el de ayer. Ojalá sea sustento para una próxima visita en el futuro, con nueva música bajo el brazo.