Anonymous Club- Courtney Barnett: Derríbalo todo y reconstruye
Un documental tan íntimo como reflexivo, es el que nos deja la cantante y compositora australiana
Con la anticipada advertencia del mismísimo cónsul de Australia de la importancia de la salud mental en las personas, en su presentación en el segundo día del festival In-Edit, fue prácticamente imposible salir del Teatro Ceina sin algo así como un nudo en la garganta, porque pese a que tiene un final esperanzador, lo que nos deja Courtney Barnett es un documental muy humano, donde sus vulnerabilidades/ansiedades quedan expuestas brutalmente. Una historia más, esta vez bien contada-en una especie de diario íntimo-, que nos deja claro que algunos artistas son personas tan frágiles, que son capaces de echar a andar su mismo talento y carrera a partir de eso. Al final solo es honestidad y mucha, mucha humanidad.
Si bien es difícil hablar de tu interna siempre, exponerla para todo el mundo en un film que llegará a los cinco continentes es un doble acto de coraje. El documental empieza con algo de humor cuando un fan oriental le pide que escriba la letra de su canción «Depreston» en la polera, con indicaciones explícitas de como debe hacerlo, pero de ahí en más el largometraje sufre una suerte de encuentro con estas dualidades de la Barnett empoderada y ultra frágil, haciendo pasajes y reflexivas de cómo enfrentar tu vida, abordar «la crisis de los 30», la fama y donde Courtney nos habla de sus inseguridades al momento de actuar o presentarse en sus shows, del pánico escénico y la paranoia al decir cosas como que las personas que van a sus shows no necesariamente son sus fans porque «les regalaron tickets en la radio porque nadie más los quería».
«El hecho de que queramos hablar de algo malo, no significa que no pasó», llega cuando se aborda los trágicos e implacables incendios en Australia que la han inspirado en los últimos años. Y esa frase dice mucho de cómo esta documental también sirva como terapia, de a poco Courtney se va soltando ante el lente de Danny Cohen y va conversando con ella misma y nosotros, sus espectadores, por lo que al mismo tiempo toca un poco nuestras almas y corazones, al compartir algunas de estas reflexivas.
«¿Por qué no ayudo a la gente en vez de estar quejándome todo el tiempo?». Rodado en 16 mm. puede llagar a momentos realmente angustiantes, pero también lo hace de una forma perspicaz y con un negro sentido del humor, lo cual se agradece. Una de las misiones que se atribuye la cantautora es empoderar a través de sus canciones, y acá se refleja cuan difícil puede llegar a ser eso, siendo que primero tiene que empaparse de fuerza ella misma para vomitar creativamente y ayudar al resto con el mensaje.
