Cancionero Rock: “L’Via L’Viaquez” – The Mars Volta (2005)

Cancionero Rock: “L’Via L’Viaquez” – The Mars Volta (2005)

A esta hace tiempo le teníamos ganas tanto por contenido musical como historia. Un solo alucinante para el arranque, ritmos latinos, secciones de piano, influencias krautrock y una historia oscura y de venganza se yuxtaponen en el entramado sorprendente que ofrece esta canción, y eso que solo es una parte de la maquinaria matemática y progresiva/conceptual de Frances the Mute, uno de los discos mejores construidos y más venerados de The Mars Volta y del neo progresivo post 2000’s.

Frances The Mute es el disco con más músicos invitados en la historia de TMV, en esta ocasión y tema, aparte de John Frusciante, quien estaba en una muy buena etapa con sus discos en solitario y con Red Hot Chili Peppers, se suma el famoso pianista salsero Larry Harlow ( y héroe de la infancia del guitarrista Omar Rodríguez-López) quien toca un solo de piano y es parte fundamental de estos sonidos latinos que rememoran a Carlos Santana pero con dosis abismantes de ácido sónico y ejecución extrema, y con la ayuda de Omar proporcionando algunos solos de respaldo en respuesta a las teclas del gran maestro de la salsa. Pero es John Frusciante quien se roba la película, colabora y se despacha otro de sus gigantescos solos y quizá de los mejores de su carrera en su segunda intervención (minuto 2:44).

Pero si ya es voladora de cráneo su música, la tercera pista del segundo álbum de estudio de The Mars Volta, Frances the Mute, nos ataca con una historia asombrosa. En este punto de la trama y del concepto del disco (basada en un Diario de Vida encontrado en un auto por el técnico de sonido fallecido Jeremy Ward) del que hablamos y tratamos de explicarlo lo mejor posible hace algunos años, Cygnus (el narrador) cuenta la historia de su tía L’Via, que se esconde de la iglesia porque vio a los sacerdotes matar a Frances (la madre de Cygnus y dueña del título del álbum con el apodo «The Mute»- La Muda) y cambiar su apellido a Viaquez (de ahí la linea «tu apellido se cambió»). Miranda es su abuela que es mencionada además y es otro personaje que entra a la historia y de forma muy reveladora más adelante.

L’ Via
Hija de Miranda
Tu apellido se cambió
L’ Via
Sin ojos me quieres dar
Una historia sin mi madre
Sólo tengo que decirte
El dolor de noche dice
Sólo se quedó el vestido
Le lavé la sangre

Lo que se teje es una historia sobre Vismund Cygnus, hijo de Frances y producto de una violación. Fue adoptado y ahora está decidido a averiguar sus orígenes y encontrar la paz mental y la salida de lo que lo atormenta. «L’Via L’Viaquez» es la hermana de Frances (tía de Cygnus) que presenció la violación y que se esconde por miedo a que estos espías que observaron en las sombras la situación  (The Owls, los Búhos) la encuentren y corra la misma suerte. Miranda es su abuela, por eso es («L’Via, hija de Miranda…) y es quien supuestamente tiene los hilos del desenlace de este complejo entramado,  en que todo indica que los poderosos de Puerto Rico están detrás de todo esto y por eso el miedo a la verdad, por las represalias, la mafia y la continuidad de este viejo crimen.

Ahora bien, en este tema parece ser que Cygnus habla con L’Via quien tal vez se siente culpable por la historia, por haberse quedarse allí mientras golpeaban y mataban a su hermana. «Bebí la sangre. Me comí el cuerpo». Obviamente, se refiere a este ritual de la iglesia con la sangre y el cuerpo de Jesús, pero también por el hecho de ocultar la terrible historia que readaptó la banda de Texas, la que verdaderamente ha sido estudiada y solo en ciertos tramos descifrada. Lo más alucinante queda para el final, cuando Cygnus se empieza a trastornar en busca de esta venganza, pero eso ya es cuando se da paso al tema ‘Miranda That Ghost Just Isn’t Holy Anymore’ que daría para otro capítulo o para que ustedes mismos lo descubran.

Sólo tengo una hora
Y me duermo terminado
Por veinticinco años pasaron
Siguen los cuerpos aquí temblando
Tomé la sangre, comí el cuerpo
Mis lágrimas quiebran el espejo
Cuando todos los gusanos salgan arrastrándose de tu cabeza
Diciéndote: «No tengas miedo»
Cuando todos los gusanos salgan arrastrándose de tu cabeza
Diciéndote: «No tengas miedo»

Patricio Avendaño

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