Metallica en Chile: La revancha más democrática del metal

Metallica en Chile, jueves 27 de marzo 2014, Estadio Monumental, 21:00 hrs.

Lo de anoche en el Estadio Monumental de Pedreros podríamos catalogarlo como la noche en que Metallica logró vengar esa sarta de críticas que reciben casi ya por costumbre de parte de miles de fanáticos del sonido heavy. Para eso se las ingeniaron en hacer una gira con un setlist elegido por sus seguidores de siempre, y también de aquellos que los escuchan desde las tribunas más rockeras, no tan metaleras propiamente tal. Hecho en sí que es más responsabilidad de la banda que decidió expandir sus horizontes hace 23 años. Sin embargo, la solicitud de temas en Chile, como es costumbre, no dejó contento a muchos “fanáticos” ya que en teoría iban a tocar los mismos temas de siempre, decían. De que Metallica murió en 1991 y un largo argumento con tintes infantiles, quizá hacían presagiar un concierto algo frío de los de San Francisco.

Pero la noche del 27 de marzo fuimos testigos de un puñetazo sin anestesia que recibió el seguidor más acérrimo, el fanático de la radio y ese casual. Sí, porque Metallica hace muchos años es un acto transversal al rock y al metal. ‘Battery’, ‘Master of Puppets’ y ‘Welcome Home (Sanitarium)’ sólo en el arranque mostraron una banda sólida, inspirada y pesada, como en las viejas épocas. Entraron y lo dejaron todo de comienzo, para que no cupieran dudas que a pesar de sus cincuenta y algos años, los jefes aún defienden con vehemencia su tremendo legado. Ride the Lightning no dejaba espacios para el respiro, que llegó con uno de los momentos solemnes de la noche de la mano de The Unforgiven. Aquí en cuanto al desempeño global de los integrantes a destacar la buena salud en la voz de Hetfield, más su robusta presencia lo asoman siempre como uno de los más destacados frontmans del genero; Hammett, regular, quizá en dos o tres canciones habrá errado en sus ejecuciones; Trujillo, un talento que siempre desborda energía, y del viejo y polémico Ulrich: entró tocando como en los 90, salvaje y certero pero su considerable falta de técnica siempre le resta energías y desempeño para las dos horas que Metallica acostumbra a tocar en vivo.

La nueva Lords of Summer es presentada por Hetfield como el tema hecho en particular para los fans sudamericanos, en una palabra; demoledor, incluso el veterano Ulrich nos cortejó con una precisa pegada a sus dos bombos como hace tiempo no se le escuchaba. Quizá el único, pero a la canción, y aunque peca por su larga duración, como carta de presentación a un nuevo disco más su vaivén de riffs, es más que un saludable augurio de la dirección que Metallica quiere tomar.

…And Justice for all sonó densa y dio paso a la introducción de una compatriota para anunciar la mil veces tocada Sad But True, que a pesar de su estadística es una de las más coreadas y desató euforia en el público. Fade to black fue sólo un adelanto del mejor momento de la noche, una canción que Metallica nunca tocó en vivo hasta el arribo de Trujillo en las cuatro cuerdas; Orion, la épica pieza instrumental de Master of Puppets sonó magistral, sin más. Un gran tributo a la memoria de quien definió el sonido de Metallica en los 80, Mr. Cliff Burton. One, For Whom the Bell Tolls y Blackened fueron un tridente que no dejó chileno con cabeza, tres piezas precisas del mejor Metallica que se encargaron de dejarnos en el suelo y con las gargantas secas. Nothing Else Matters y Enter Sandman anunciaban el encore que llegó de la mano de Creeping Death. Acto seguido, la ganadora Whiplash (que se sometió a votación vía SMS cual reality compitiendo con Fuel y la favorita de Hetfield; Whiskey in the Jar) y el final con Seek & Destroy. Final categórico y contundente para la cuarta presentación de Metallica en Chile, una noche que quedará grabada por un setlist implacable en cuanto a clásicos y, seguramente, una maciza aprobación de sus amados detractores.