NR En Vivo: David Bowie y su lado más rockero en Tin Machine, Live at Docks (1991)

La carrera de David Bowie fue definida por reinvenciones constantes; pero así y todo, causó mucha sorpresa cuando se atrevió a formar Tin Machine en 1989, renunciando brevemente a su exitosa carrera solista para trabajar dentro de los límites de una banda. Con el guitarrista Reeves Gabrels, partner suyo en la “Glass Spider Tour”, y la sección de ritmos a cargo de Tony y Hunt Sales, colaboradores de Iggy Pop en la gira “Lust for Life”, el grupo le permitió a Bowie regresar a sus inicios y tocar recorriendo pequeños locales, y colaborar en lo que él afirmó que era “una asociación creativa verdaderamente democrática”. De hecho, el sonido intenso de Tin Machine lo distingue claramente de sus esfuerzos solitas de mediados de los ’90 y en adelante.

La gira “It’s My Life Tour” comenzó el 5 de octubre de 1991, siendo la fecha en el Docks (Hamburgo, Alemania) una de las primeras. De inmediato se aprecia que el escenario no tiene ningún tipo de look teatral, un cambio radical respecto de las giras de Bowie. El Duque Blanco quería evitar arenas más grandes justamente para que sus fans no fueran a verlo a él, esperando escuchar las canciones de su discografía. Este cuarteto estaba listo para crear música que tejiera sus influencias desde los ‘60 hasta los ‘80 con Cream, Pixies y Jimi Hendrix, mencionadas como inspiración. Y desde la canción de apertura de su disco, el blues «Heaven’s in Here», está claro que una especie de interpretación británica del blues era parte del sonido del grupo; un sonido que era más valiente que muchas bandas de rock en ese momento.

El grupo se observa relajado y en momentos hasta suenan grunge (antes que el grunge explotara con todo). En Docks presentaron 16 canciones con una actitud de no tener que demostrarle nada a nadie, a pesar que las críticas a los 2 álbumes eran muy dispares pero nivelaban a la baja. “Under the God”, “I Can’t Read”, “One Shot”, “Crack City”, suenan increíble en este show que captura toda la intensidad de la efímera propuesta más rock de David. La presentación es sentirse en el estudio, pues hay un sonido básico que no acude a apoyos extras ni doblajes. Sin embargo, la tibia respuesta de este Live convenció a Bowie de disolver Tin Machine y centrarse en “Black Tie White Noise”.

Un intento poco valorado pero que dejó su huella como precursor de Vampire Weekend, Hootie and the Blowfish, Counting Crows y otros en su sonido.

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