«Siento que este álbum propone una detención y un ánimo contemplativo» – Entrevista con Niña Tormenta

«Siento que este álbum propone una detención y un ánimo contemplativo» – Entrevista con Niña Tormenta

El nombre de Niña Tormenta repercute cada vez más en la escena alternativa local. Y es que, algunos años después de su muy bien recibido álbum «Loza» (2017), Tiare Galaz (nombre de la artista que está detrás del proyecto) ha sabido lograr un sello sonoro propio y reconocible, con canciones donde resalta la intimidad en un formato minimalista pero rico en detalles y profundidad.

Luego de publicar algunos singles en los últimos años/meses, la compositora logró recopilar y dar con un conjunto de canciones que se convirtieron en su nuevo álbum, titulado «Las Cosas Lento» (editado por el sello Uva Robot), que mantiene el formato habitual del proyecto, pero que también se abre a la experimentación. 

Pudimos hablar con Tiare acerca del proceso creativo de su último álbum; de sus detalles y trasfondo en la siguiente entrevista.

-Me gustó mucho tu nuevo disco, y me llamó mucho la atención también la forma en cómo comienza, con cintas relentizadas y una predominancia del cello muy presente. ¿Cómo le fuiste dando forma a estos detalles que, de alguna forma, posicionan al oyente en un escenario sonoro muy particular?

Precisamente es como lo planteas. Estaban todas las canciones ya registradas, por lo que quedaba pasar al trabajo de generar un orden para el disco. Esas decisiones me obsesionan bastante, ya que me gustan mucho los discos que te llevan de un lugar a otro, como en un recorrido guiado.

Me gustaba mucho la idea de abrir el álbum con «Cintas lentas», que tiene cellos relentizados en cinta y procesos digitales. Es una pista que había hecho Arturo Zegers en base a cellos grabados por Alfosina García, y me pareció una buena bienvenida para el disco, que implica un ritmo de escucha con pausas. Siento que este álbum propone una detención y un ánimo contemplativo. Me parecía que un track instrumental era una buena invitación a eso, para luego pasar de lleno a las canciones.

-Qué bueno que menciones lo del factor contemplativo en la escucha de estas canciones. Creo que hay mucha sincronía en los elementos que van apareciendo en el disco. Siento que, por ejemplo, las percusiones toman un rol importante en «Pequeñas Esperanzas» o «Voy a hacer las cosas lento» donde, a ratos, tu voz incluso va al unísono con el bombo. ¿Querías darle más importancia en relación a lo hecho previamente? ¿O había una preocupación general por hacer que todos los instrumentos sean relevantes?

En realidad, no pienso muy racionalmente los arreglos. Los fuimos trabajando mucho en los ensayos con Macarena Galaz (mi hermana que toca el bombo) y ella les fue dando forma en su mayoría. Pero, puntualmente, no pensaba en la idea de tener algún elemento que resaltara más que otro, sino que iba viendo qué era lo que necesitaba la canción.

Sólo esas dos canciones que mencionas tienen percusión y fueron las primeras grabaciones del disco. El resto de las grabaciones las hice sola, y sentía que no necesitaban percusión, ya que tienen otra propuesta de sonido más atmosférica, con sintetizadores y teclados.

La elección de los elementos surgió a través de la búsqueda, más que pensar previamente algo como «esta canción va a tener estos instrumentos en específico».

-¿Sientes que el tener canciones con y sin percusión, además de usar distintos instrumentos en ellas, ayuda a que se generen «movimientos» o «capitulos» en el disco que ayudan a generar esta sensación de «viaje» al escucharlo?

Me imagino que sí. Este disco fue grabado en distintos espacios de tiempo en un lapso de tres años, por lo que la primera grabación con la última tenía mucha distancia entre sí, por ejemplo. Tuve que hacer algo parecido a lo que me pasó con «Loza», donde tuve que ir acomodando distintas piezas para dar con el resultado final. La verdad es que no tenía una visión previa de cómo iba a quedar el disco, y tuve que esperar a que todas las canciones estuvieran grabadas y mezcladas como para probar diferentes opciones de orden. Todas las decisiones que tomo tienen mucho de intuición y de búsqueda, como te comentaba antes.

-Siento que lo que sucede en «Cintas lentas» también ocurre en el comienzo de «Niebla», por ejemplo. Creo que hay detalles muy chiquitos que terminan siendo memorables cuando se termina de escuchar el disco. ¿De dónde vino la curiosidad para explorar estos pasajes más atmosféricos? ¿Hay alguna referencia en particular que te haya influenciado?

Creo que uno de los primeros factores que me inspiró mucho en este disco fue la cercanía con el mar. «Niebla» es una canción que habla un poco de eso; de ir a mirar el mar. Respecto a los arreglos de sintetizadores y teclados, fueron grabado en un viaje a una cabaña en donde me propuse terminar esas secciones. Lo que traté de hacer conceptualmente, fue traspasar la sensación de calma y contemplación que genera estar en un lugar que no es el cotidiano, y transmitir estas emociones de pausa y calma.

En términos de referencias o inspiración musical, sí he estado escuchando varias artistas que están ligadas a la música electrónica más experimental o ambient. Por ejemplo, he escuchado mucho a Colleen, Florist, Grouper. Hay algo de inquietud y búsqueda que me entusiasma, en vista que no sé tocar muy bien sintetizadores, ni cacho mucho sobre síntesis. Cuando uno empieza a buscar algo en un lugar que no es al que se está acostumbrado, es bastante estimulante para mí. Lo que más me gusta de la música, es la sensación de ir y encontrar algo nuevo.

También, pasa que esos momentos tuvieron un proceso largo de analizar qué era lo que me hacía más sentido; de dejar y descartar. Arturo (Zegers) hizo un trabajo muy pulcro uniendo todos esos cortecitos y entregándoles una sensación de unidad.

-Mientras escuchaba el disco, sentí que tanto la mezcla como la estructura de las canciones ayudan a que uno imagine que estás casi al frente tocando. Pero también, el lenguaje en tus letras, introspectivo y en primera persona, siento que acrescentan mucho más este efecto. ¿Qué significa para ti el poder expresarte a través de las letras? ¿Hay algo de ficción en ellas o todo está relacionado a ti?

Es súper confesional, básicamente. Hasta el momento, ninguna de las letras que he hecho tienen ficción. Son todas vivencias personales, recuerdos; expresión de pensamientos recurrentes, diálogos internos. De ahí salen las canciones.

Lo del uso de la primera persona que mencionas, puede que se deba a que este ya es mi segundo disco y ya no siento un pudor al mostrar canciones que son íntimas.

-¿Crees que, en el supuesto de empezar a integrar más sonidos electrónicos o guitarras electrónicas, esta intimidad pueda romperse?

Intento resguardar esa intimidad precisamente con el formato que aplico actualmente. Me gusta mucho como las voces sostienen el mensaje que quiero transmitir, tanto la voz principal como las armonías. Puede ser que en algún momento esté explorando más en profundidad otros estilos, y si me encantara con algo más ruidoso, no me negaría a usarlo. Pero en este momento no me pasa.

-Bueno, sé que el disco salió hace relativamente poco y ya se siente algo de esa búsqueda, pero ¿Qué estilos o sonidos te gustaría explorar sí o sí a futuro?

Me gusta lo de salir un poco del sonido del ukelele. No descartarlo del todo, pero darle quizás otro uso. Me gusta mucho tocar teclados, por lo que creo que seguiré explorando por ahí en el futuro. Me entusiasma mucho la posibilidad de, quizás, hacer un trabajo que sea por completo instrumental. Es una idea que ronda seguido en mi cabeza.

¿Qué tan relevante es para ti el lanzar un disco largaduración en una época donde los singles parecieran tener más predominancia? ¿Sientes que es el formato que más te acomoda para transmitir lo que quieres?

Me gustan los discos, y me gusta la propuesta de generar un recorrido u obra completa. Una canción también puede serlo, pero me gusta mucho la idea de escuchar discos completos. Más allá de si sea algo estratégico o no, me gusta mucho presentar algo que requiera un poco más de atención. Creo que a mucha gente le gusta hacerlo también, por lo que no me siento tan aislada respecto a eso.

-Tiare, cambiando un poco de tema. ¿Cómo fue la experiencia de abrir el show de José González hace algunas semanas?

Estuvo muy bacán. Me gusta mucho José González, por lo que era un honor poder tocar en el mismo escenario de alguien que admiro mucho. Fui sólo con mi hermana a tocar, en un formato pequeño, y fue una experiencia muy bonita de trabajo. El público estaba llegando, pero todos se mostraron muy receptivos. Sonó bien también, para lo que es un escenario grande como Teatro Coliseo. Fue una muy linda noche.

Después pudimos conocerlo y es una persona muy agradable. Fue súper cariñoso. Creo que también fue muy buena oportunidad de presentar un proyecto junto a un artista que muestra una propuesta más íntima. Nos comentaron también que fue él mismo quien nos seleccionó, así que fue muy bonito todo.

-Bueno, Tiare. Muchas gracias por tu tiempo. Te entrego este espacio para entregar algún mensaje o información sobre lo que se viene para tu proyecto 

Muchas gracias a ti. Por ahora, lo que tengo para contar es que el 22 de este mes estaré tocando con banda completa en Bar El Bajo (GAM), con entrada liberada. Y, también, el 28 de noviembre viajaré a Bogotá, Colombia, donde me presentaré junto a Rosario Alfonso y Diego Lorenzini.

Fotos por Cristian Calderón

Diseño de Portada de «Las Cosas Lento» por Diego Lorenzini

Javier Bravo

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