Blur: Cinco grandes canciones de los británicos (y no precisamente «hits»)

Blur: Cinco grandes canciones de los británicos (y no precisamente «hits»)

Por Alberto Aldana

Lo primero que haces después de enterarte que Blur viene este año a Latinoamérica—, luego de revisar tu situación financiera para comprar la entrada, evaluar qué gastos se podrían cortar y determinar sin qué servicio público podrías vivir durante un par de meses—, es volver a la discografía de la banda para ver si hay algo de la que te has perdido.

El proceso puede ser cronológico, comenzando por el “Leisure” de 1993, un álbum en cuyo sonido se integraron muchos de los elementos de la música alternativa a través de transposiciones híbridas de ruido mezclado con melodías suaves, coros saturados y dinámicas alteradas por diversos efectos de compresión y distorsión; hasta “The Magic Whip” de 2015 (mientras esperamos lo nuevo), inspirado en la cultura asiática pero sin dejar de lado las comunes referencias de la banda a la soledad en la ciudad, el ruido del tráfico y el sentido socialmente construido de alienación en la vida moderna.

En lugar de seguir un proceso cronológico que en total hubiera tomado unas 15 horas, decidimos enfocarnos en escuchar las canciones que no hemos tenido tan presentes durante todos estos años, desde la primera vez que vimos el video de “Song 2” en MTV — en el cual, el ruido que ellos hacían, proyectado desde los amplificadores, los levantaba del suelo para hacerlos chocar violentamente contra las paredes entapetadas de una habitación.

En ese proceso de escucha meticulosa, logramos rescatar un total de cinco canciones que no son tan conocidas de Blur, pero que vale la pena tener en mente cuando ya has agotado todos sus clásicos:

I Love Her: Fue uno de los primeros demos de la banda. Incluye también una de las mejores líneas en toda su carrera: “A ella no le importa si yo vivo o muero: por eso es que la amo”. El ritmo que se agrupa y desagrupa en cada compas gracias a la fluidez funk y oscilante del bajo; la alternancia del sonido de una guitarra repetitiva y limpia en los versos pero que parece que pasara por una cámara de presión en los coros, como si las notas salieran forzadas entre una nube de aire comprimido; y en el fondo, una historia común en la historia del Pop: la de la chica que permanece indiferente, que no te habla y te desprecia tanto que se te hace irresistible.

You´re So Great: Es el séptimo track del álbum “Blur” de 1997. Escuchas la voz de Grahan Coxon, lejana, apenas sobresaliendo por encima de varias capas del sonido de una guitarra acústica, como si estuviera cantando desde el fondo de una cueva, triste y ebrio, esperando encontrar el camino hacia afuera para sentir esa luz del cielo gris que le recuerda a la persona más genial que ha conocido.

Birthday: Ubicada casi al final de su primer álbum, “Birthday” es Blur diciéndole al mundo: “Generalmente hacemos canciones sofocadas con efectos ruidosos e instrumentalización saturada que mantiene en su base estructural el material del cual se fabrican las ensoñaciones Pop, pero también podemos construir canciones lentas y melancólicas, o hablar de temas desolados como los días que cumples años y lo único que tienes para hacer es sentarte en un parque y darte cuenta de lo patética que ha sido tu vida”. En un punto de la canción la voz se va apagando en medio del sonido de válvulas que se cierran y abren dejando pasar un viento helado, y cuando crees que se acaba es cuando realmente empieza: estalla un sonido fuerte que invade cada uno de los receptores de la piel, resistes el viento en tu cara y permaneces inmóvil durante 40 segundos mientras, por fin, dejas de sentirte patético.

Sweet Song: El sonido en “Sweet Song” ralentiza el pulso cardiaco mientras el piano y unos sonidos percutivos crean ondas de sonido que se sincronizan con una repentina sensación de calma. Posiblemente la mejor balada de la banda.

Sing: La canción genera una instantánea conexión con la corporalidad, una invariable repetición rítmica que se mantiene durante 6 minutos exactos a través de golpes continuos en un piano y una batería, generando como resultado una progresiva pérdida de la conciencia gracias a sonidos sucedidos invariablemente en compases idénticos, sin modulaciones, sin transiciones, sin dinámicas, sin espacios: una sola marcha continua marcha en una línea plana que sintetiza el espíritu parco y apático de los 90.

Y sí, hay muchas más canciones subvaloradas de Blur que podrían estar en esta lista, y tú puedes hacer la tuya. Lo bueno es que podemos ir encontrando más y más tesoros ocultas en su discografía. 

La banda se presenta en Chile junto a Pulp en el marco del Primavera Fauna. Acá detalles

 

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