Cancionero Rock: A&W-Lana Del Rey

Cancionero Rock: A&W-Lana Del Rey

Lo que nos ha quedado claro del gran regreso de Lana del Rey es que la hemos visto experimentar como nunca. La libertad creativa-crítica-espiritual está en todo lo de  «Did You Know That There’s a Tunnel Under Ocean Blvd», que estuvimos comentando como álbum integral, pero la verdad es que cada canción da para profundizar un poco más, debido a la enorme cantidad de conexiones, referencias a la cultura pop, música, hechos y artistas que hay dentro de él y su significancia conectada con Lana.

Una de ellas y quizá el experimento mas sorprendente: A&W, que no es nada menos que una especie de intentar-intencionalmente o no- pasar camuflado la frase American Whore, es decir con todas sus letras, «Puta Americana». 

Dividida en dos partes, la primera más acústica y reconocible de Lana , «A&W», y la segunda, una especie de versos de rap con influjos electrónicos llamada «Jimmy» (personaje recurrente en la discografía de Lana cuando habla de sus relaciones). La pérdida de la inocencia, los guiños a su distorsionada y confusa niñez y la carencia de su madre, es un pequeño preámbulo para lo que nos va adentrando, una historia de cómo realmente quiere vivir la experiencia de la «puta americana», muy lejos de la inocencia, dejando claro en sus líneas cuando invita a un chico a una habitación de un hotel, cansada ya del «amor verdadero» y como la prensa ha echado a perder los pocos atisbos de aquello amarilleando todo en su contra. Es una historia autobiográfica, dolorosa y que emprende un viaje del cual no se impone muchos límites. 

«Diary of aTeenage Girl» es la primera referencia. La película de 2015 donde una chica adolescente se vuelve sexualmente activa al comenzar una relación con el novio de su madre. De acá el salto a cosas fuertes es bastante explícito: «If I told you that I was raped/Do you really think that anybody would think I didn’t ask for it?» (Si te dijera que me violaron/¿De verdad crees que alguien pensaría que no lo pedí?). Definitivamente esta Lana ha dado un salto enorme en cuanto a lírica y de paso siembra el debate nuevamente, de cómo la sociedad interpreta la denuncia de una chica al ser violada o acosada, poniendo en tela de juicio aquello por ser «coqueta» o por que «se la anduvo buscando», por provocativas formas de vestir o actuar, que en la mayoría de los casos, no tiene nada que ver con el acto criminal mismo de ser abusada. 

Pero esto no queda así: la segunda parte nos mete de lleno en qué es lo que pasa con «Jimmy», este personaje en que las drogas empiezan a habituarse en la escena de la acción: «Jimmy, Jimmy, cocoa puff, Jimmy, Jimmy ride/Jimmy, Jimmy, cocoa puff, Jimmy, get me high (oh, my God)» dice el rapeo insistente de Lana, haciendo referencia a la mezcla de cigarros con cocaína y realizando un puente bastante vintage con el sampler del tema de Little Anthony & The Imperials (1959) «Shimmy, Shimmy, Ko-Ko-Bop».

Del Rey canta abiertamente sobre el hecho de tener necesidades sexuales que satisfacer y vive de encuentros físicos sin apego emocional. No es la única canción del disco, en que la vemos revelando su adicción al sexo casual, los prejuicios que ha tenido que vivir en la industria musical, de llegar a los 30 y lidiar con que el paso del tiempo no perdona con las estrellas pop,  de su vida en general y unas ganas brutales de liberar esas amarras de una vez por todas. En esta tema lo hace, y de qué forma tan brillante. 

 

Patricio Avendaño

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