Cancionero Rock: “The Flame” – Cheap Trick (1988)

Cancionero Rock: “The Flame” – Cheap Trick (1988)

Tras la partida del bajista Tom Petersson, todo se le puso cuesta arriba a Cheap Trick poco después de comenzar los 80’s —con cuatro discos irregulares que los tuvieron en la cuerda floja. Pero regresó a la banda a fines de la década, para la que fue su bullada placa de la reunión: Lap of Luxury (1988). El problema fue que ni la formación original convenció a los ejecutivos del sello discográfico, antes de entrar al estudio; escépticos por la mala racha que arrastraban, sugirieron compositores externos en todas las canciones —sobre todo destacando en una. El baterista Bun E. Carlos recuerda ese caso puntual así: “El vicepresidente de Epic nos contó que tenía estas dos canciones que serían #1. Una sería para nosotros y la otra para el grupo Chicago, pero que nosotros podíamos escoger primero. Aunque él mismo nos sugirió que nos sentaría bien The Flame.

Y no se equivocó: acreditada a Bob Mitchell y Nick Graham —hecha inicialmente para la cantante inglesa Elkie Brooks, que la rechazó. La canción llegó a la primera posición en los rankings de Estados Unidos, Canadá y Australia; siendo hasta la fecha la única de Cheap Trick en conseguirlo. Apoyada por una alta rotación en MTV, fue un acierto que le valió un elemento de lo más identificable al comenzar; gracias al acompañamiento del mandolonchelo, que sigue de cerca a los acordes de guitarra acústica.

Puede calificar como la power ballad definitiva; por imagen, sonido y contenido. Con una letra que es un verdadero grito de auxilio, pero trabajado de modo prolijo; orgánico, nada allí entra forzado o cae en lo cliché. Robin Zander, y su cabellera rubia escarmenada, tras el micrófono con el perfil galante adecuado para aquel momento de la industria. Y jugándose la oportunidad como si la vida se le fuese a ello, con el coro distintivo que golpea con fuerza la mesa: “A donde quiera que vayas estaré contigo, lo que sea que quieras yo te lo daré; siempre que necesites a alguien sobre quien poner tu corazón y tu cabeza; recuerda que después del fuego, después de toda la lluvia, seré la llama”.

El resto de la ecuación la completa el videoclip, de tonos desteñidos, con la banda en un set de filmación —que ocupa el recurso del detrás de las cámaras, con todo el personal y situaciones que ello involucra. Y que entre toma y toma, Rick Nielsen se da el tiempo de payasear, darle lugar a su colección de guitarras, y despachar un solo justo y preciso que eriza los pelos. Además de que esta versión, comparándola con la del disco, fue acortada en casi un minuto; obteniendo un resultado todavía más pulido. Así, aquellos 4:44 de The Flame se transformaron en un éxito radial apabullante.

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