«The Way of All Flesh»: Gojira y un devastador mensaje de humanidad

«The Way of All Flesh»: Gojira y un devastador mensaje de humanidad

Abrazando el final de una década fructífera en su carrera Gojira no quería descansar en los laureles y se atrevió a dar uno de los pasos más importantes en su carrera. Así de importante porque la banda lejos de sonar más «amigable» que en su predecesor «From Mars to Sirius», acá la técnica y la brutalidad conjugan muy bien para dejar claro cuál es la credencial de la banda, como si fuese necesaria una declaración de principios y decir que tenían ya ganada una identidad. Solo había que sostenerla con buenos argumentos musicales. 

Para ese entonces Gojira ya era una banda de renombre en Europa, Norteamérica y otros rincones del mundo. Sus giras comenzaron a ser más extensas, y también pudieron codearse con más frecuencia con algunos de sus ídolos y bandas que comenzaban a consolidar su carrera al igual que ellos.  “The Way of All Flesh” (Listenable Records/Prosthetic Records), llegaba con una temática más oscura (centrada en la muerte) y con más experimentaciones que se alejan un poco del metal pesado, con filtros vocales y sintetizadores (que pueden escucharse en “A sight to behold”).

Las letras de este álbum demuestran una fuerte crítica al daño ejercido por el hombre a la naturaleza, expresada con una rabia mucho más canalizada que en sus discos anteriores (como se puede notar en “Toxic Garbage Island”, por ejemplo), A su vez, el disco cuenta con la primera colaboración en voces de un músico externo, para la canción “Adoration for none”, donde Randy Blythe (Lamb of God) comparte labores con Joe Duplantier.

«Oroborus» podría ser tema de clases de yoga: «Serpiente de luz, movimiento del alma/ Arrastrándose majestuosamente por la columna/ El poderoso fénix surge de las cenizas/ Ciclo del pájaro de fuego, vida, regenera la célula». La voz de Joe Duplantier es más fuerte que nunca y emplea una amplia variedad de gruñidos y cantos.

El disco suena como un grito desgarrador de todo este reclamo humano. Todo está pulido hasta obtener un brillo reluciente, brutalmente hablando. «Vacuity» es un pisotón decidido, mientras que la canción principal te golpea una y otra vez hasta decir basta. Gojira evita los clichés tonales del metal en favor de una abstracción abierta, y esa suele ser su gracia, pese a que no habían logrado su mejor forma hasta este entonces. 

Este disco llevó a la banda a marcar el hito de poder girar con Metallica, logrando así una exposición más que significativa que se traduciría en un aumento considerable de seguidores y en futuras colaboraciones con bandas de renombre del género extremo.

Nacion Rock

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