Slowdive- «everything is alive» (2023): Nostalgia elegante y a la altura

Dead Oceans, 2023

Slowdive ha dado que hablar este mes de septiembre gracias al estreno de su reciente álbum “everything is alive”. Una banda icónica que en esta oportunidad nos brinda ocho canciones para explorar. Obras encargadas de desarrollar un nuevo capítulo en la historia de una de las bandas referentes del shoegaze y el dreampop.

El quinteto británico parece abrazar con madurez, confianza y melancolía esta segunda parte de su carrera, luego de que en 2017 estrenasen su álbum homónimo como una especie de firma que los devolvió al espectro público (después de 22 años) como una banda vigente que aún tiene mucho que decir y, por supuesto, crear.

“everything is alive” (así, en minúsculas) puede resumirse como un regreso elegante y a la altura de las circunstancias. No es una obra especialmente vistosa ni demasiado deslumbrante, pero sí una propuesta seria, cargada a la sensibilidad sonora y a la creación de atmósferas musicales envolventes.

Un álbum con mucho peso emotivo, ya que el contexto en el cual se desarrolló tuvo una serie de episodios atribulados para los integrantes. La cantante Rachel Goswell perdió a su madre en 2020 producto de la pandemia, lo que la llevó a un episodio de alcoholismo debido al dolor mientras que el baterista Simon Scott sufrió la pérdida de su padre por el mismo motivo. Tal dolencia se sumó al atraso generalizado por querer avanzar en la producción de este álbum, ya que la idea original de la banda era entrar al estudio de grabación apenas comenzaron los estragos causados por el COVID-19

Este gran peso emotivo se refleja en las melodías, pero también en las letras. Letras crípticas que dejan entrever una serie de dolores, la melancolía, la añoranza y el cariño hacia los seres más cercanos, o bien, hacia circunstancias o momentos específicos. Ese sentimiento es conducido por melodías simples, pero tremendamente atrapantes.

Y así como el nombre de esta obra se titula con minúsculas, ocurre lo mismo con las canciones. Como tal, “shanty” es el tema que inaugura el álbum. Canción que utiliza la generosidad del sintetizador para crear una atmósfera densa y de tonalidades graves. Instrumento que funciona como cable conductor a lo largo de todo el álbum.

“prayer remembered” es cien por ciento introspección. Un tema sin ninguna palabra pronunciada cuya instrumentación electrónica apacible es una invitación cordial a la contemplación. Un tema que en sus casi cinco minutos de duración representa uno de los momentos de shoegaze más puros de la banda.

Pero los ritmos suaves y la candidez del sintetizador no lo son todo musicalmente hablando. Slowdive no solo recurre al punteo sobrio de la guitarra eléctrica en «alife», también le da espacio a la guitarra acústica, sobre todo en “andalucia plays” y en el single “kisses”.

Pero en concreto, en esta pasada la banda descansa en el sintetizador como instrumento protagonista en cada una de las composiciones. Un dreampop que se conjuga cómodamente con ese ostinato melódico tan propio del shoegaze.

Todo el dolor y las dificultades emocionales que atravesaron Rachel Goswell y Simon Scott en complicidad y apoyo de sus compañeros de banda fueron sentimientos que hicieron posible un álbum consistente en la composición de atmósferas envolventes. Slowdive demuestra una capacidad latente para crear cierta sensibilidad a partir de sonidos e instrumentos específicos.

Pero la balanza queda desnivelada frente a lo predecible de las estructuras de las canciones, los ritmos y las progresiones. Sí, “everything is alive” es un gran álbum de shoegaze, pero carece de momentos memorables en cuanto a sorpresas o melodías deslumbrantes más allá de lo logrado en “chained to a cloud” o “skin in the game” donde el aura y motivo principal es conducido musicalmente por el protagonismo de un sintetizador avasallante y poderoso.

Así, a pesar de los atrasos en las grabaciones y la pérdida de seres queridos debido a la pandemia, Slowdive fue capaz de lograr su objetivo con prestancia, profesionalismo y mucho, mucho sentimiento. Esa nostalgia es latente, pero también lo es el paso de los años. La soltura y experiencia aplicada a la composición de sus canciones es suficiente para seguir siendo considerados referentes en un género tan meloso como el shoegaze y el dreampop.