At the Gates y Marduk en Chile: Infierno sueco

At the Gates y Marduk en Chile: Infierno sueco

Infernal doblete de metal sueco para la noche de Viernes en la capital

El heavy metal tuvo su semana protagónica en Santiago, tras los show del día miércoles del festival Metal Attack comandado por otras leyendas del death metal, el turno de cerrar tal suceso lo capitalizaba el llamado infierno sueco de la mano de dos gigantes del metal subterráneo At the Gates y Marduk.

Los encargados de precalentar el ambiente para los foráneos fueron los chilenos Bonebreaker. La banda que reúne a ex integrantes de los míticos Undercroft. Ya tuvimos la oportunidad de ver un show de ellos como teloneros de D.R.I. en abril pasado, y la verdad es que el combo nacional suena y se ve como una banda que lleva años en el circuito local. Sonaron Wake Up Your Dreams, They Kill for Me entre otras de los discos Bonebreaker y Twisted Souls. Terminada la potente labor de los chilenos, el local de Alameda comenzó a llenarse de blackers ansiosos de ver a Marduk, quienes salieron a la parrilla noticiosa, curiosamente, por asuntos extra musicales.

La banda está girando por Latinoamérica hace algunas semanas y el próximo 11 de octubre tendría lugar su visita a Guatemala, sin embargo el congreso voto por rechazar el ingreso y show de la banda en su país. De acuerdo con el diputado Aníbal Rojas, autor de la iniciativa, “el contenido satánico de las letras de Marduk no tiene ningún tipo de relación con el arte y despierta una antipatía general en otros países por atentar contra los valores espirituales de las familias”. Afortunadamente en nuestro país este tipo de manifestaciones dejaron de acontecer hace 26 años atrás, luego que el gobierno militar dejara el poder, la iglesia católica trató de dominar los actos culturales y sociales a los que habría lugar en Chile, prohibiendo la entrada de unos “satánicos” Iron Maiden. Los suecos esta vez no tendrían ese problema y desempolvaron todo su riguroso black metal sin ningún tipo de concesiones.

‘Panzer Division’ ‘Marduk’, ‘Baptism by Fire’ y ‘Werewolf’ fueran las primeras gemas del ritual. La presentación de los suecos es intensa, oscura y de temer. Su baterista Fredrik Widigs es devastadora, no se le va ningún espacio y hace sonar a Marduk vigente y letal. Burn My Coffin y Wolves saludan a los primeros Marduk de Those of the Unlight (1993) y el público local lo hace notar. El trío formado por Devo, Morgan y Mortuus nos recuerda que black metal tiene en los suecos uno de sus mas leales y sanguinarios representados, Equestrian Bloodlust, la curiosamente bailable ‘The Blond Beast’ y ‘Into Utter Madness’, continúan con la faena blacker. El encore llegaría con ‘The Black…’ de su disco debut «Dark Endless», y para ese momento el afamado local nocturno de Santiago guardaría en sus anales una de las presentaciones más extremas de su largo listado de ejecutantes.

Luego de algunos minutos y cambios en el escenario, llegaba el turno del death metal “melódico” de los suecos At the Gates, los liderados por Tomas Lindberg, mostraron lo mejor de su repertorio injustamente llamado death melódico, ya que si bien en él hay reminiscencias de lo que hiciera alguna vez In Flames o Dark Tranquility, lo de ellos tiene el filtro de un thrash bruto y veloz, muy en la onda de lo que hicieran los americanos Slayer y Dark Angel durante los años ochenta.

«To Drink from the Night Itself», su último disco, se convirtió esta vez en la excusa perfecta para castigar a Santiago con su veloz y melancólico sonido. Y a pesar que las canciones de “Slaughter of the Soul” fueron las protagonistas de la noche, el público local recibió como verdaderos clásicos los temas de “At War With Reality” y de su nuevo disco. El comienzo con ‘To Drink from the Night Itself’, ‘Slaughter of the Soul’ y ‘At War With Reality’ ralentizó el mosh y la velocidad con la que, Adrian Erlandsson le pega a los parches hace mover hasta el más vástago de los metaleros que vieron el acto de los europeos. ‘The Circular Ruins’, ‘Dagger of Black Haze’ o la oscura ‘Heroes and Tombs’ le colocan paños fríos a la noche con ritmos distintos pero que no pierden la virtud del grupo. Sin embargo, la velocidad amenazante se recupera con ‘The Chasm’ (una especie de tributo a Motörhead) y la extrema ‘Nausea’. El encore llegó cargado de un arsenal que de detonar la Blondie, la dejaría en mil pedazos; ‘Suicide Nation’, ‘The Book of Sand’, comenzaban a fraguar el final de una semana inolvidable para los amantes del sonido extremo; Lindberg tras finalizar el himno que es ‘Blinded by Fear’ e introduciendo ‘Kingdom Gone’ le pregunta al público chileno si At the Gates gustaba del death metal….tras el silencio el sueco vociferó:  “We love death fucking meeeetal!”. ‘The Night Eternal’ cerró el telón, y deja a los suecos como un acto que en Chile ya se siente de la casa.

Por Nelson Silva A.

Fotos: Jerrol Salas

Nacion Rock

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