Deicide en Chile: Infierno subterráneo

Deicide en Chile: Infierno subterráneo

El death metal en Chile ha gozado históricamente de una fanaticada siempre leal desde los tiempos en que el género en el país se inició y desarrolló en los icónicos recintos de Manuel Plaza en los 80’ y a comienzos de los 90’ en la Sala Lautaro. Incluso libros se han escrito sobre un pedazo de historia de la música chilena que ningún melómano podrá pasar por alto. Por ello, en los años 90’ en Chile nacieron muchas bandas con el interés de ser parte de esa historia, muchas hoy se sostienen sobre lo logrado en esa época, otras lo intentaron pasado el siglo XX, entre ellas Recrucide que hoy, debe ser uno de los actos más letales y consolidados que el metal chileno tiene como exponente de calidad y vigencia.

Ad portas de editar su nuevo disco «The Cycle» que verá la luz en octubre, los nacionales tuvieron la opción de ser el acto de apertura de un nuevo concierto de los americanos Deicide, leyendas indiscutidas del death metal primigenio de cualquier época. El show comenzó con la puntualidad siempre deseada y los chilenos azotaron con su clásico repertorio; “Tyrano”, “Carnage” y “Art of Crime” sonaron de las más antiguas composiciones, pero el setlist se concentró en mostrar el material del poderoso Supremacy (2014) ese que contiene un certero death metal con un Groove que hace adictiva cada escucha. Sonaron “God Didn’t”, “Ritual”, “Uncontrolled” e “Hipocrática” con una lapidaria dedicación a los curas pedófilos absueltos de cualquier juicio a sus enfermedades. Además aprovecharon la ocasión para estrenar un nuevo tema, sin embargo una falla en el micrófono de Rodrigo Zepeda por algunos pasajes del setlist incomodó a todos los asistentes que buscaban zacear la burocrática semana con voces malditas y riffs asesinos. Detalle que una vez solucionado no logró opacar la presentación de Recrucide.

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El plato de fondo; Deicide. Los americanos tienen una historia con Chile, un tipo que no estaba en su sano juicio asesinó un cura en la Catedral de Santiago en 2004. El autor indicó que una de sus motivaciones era escuchar a la banda oriunda de Florida, EE.UU. La noche del viernes en el club Blondie afortunadamente ninguno de los asistentes tenia por motivo asesinar otro ser humano, solo azotar sus cuellos al ritmo frenético de los viejos clásicos que sin conciliación mostró el cuarteto comandado por ese personaje que es Glen Benton y su eterno compañero Steve Asheim de implacable presentación en los tambores.

Quizá llamó la atención que el setlist solo tuviera una hora de duración, pero la manera en que se presenta no resiste mayor análisis, esto es death metal al hueso sin saludos ni bis que alteren el rigor de una intensa ceremonia. Por supuesto que las canciones que mas algarabía provocaron en el respetable fue el compendio de lo mejor de Deicide (1990) Legion (1992) y Once Upon the Cross (1995), tres clásicos discos del death metal; “Dead by Dawn” o “Deicide” sobre el final del show junto a “Kill the Christian” sellaban de gloriosa forma la jornada, Deicide sabe muy bien lo que sus fanáticos quieren escuchar, además hubo tiempo para escuchar canciones algo mas nuevas como “In the Mind of Evil” o “Homage for Satan”, dos piezas que muestran a un Deicide experimentado y que ve en las melodías otro gran recurso para enaltecer su leyenda, esa que en Chile hace rato tiene a fieles devotos, irónicamente como en la iglesia donde cada domingo los fanáticos acuden a escuchar al más loco orador.

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Por Nelson Silva A.

Fotos: Mauricio Donoso (Huracan72)

Nacion Rock

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