Después de la Noche Larga o La Espina de la Transición: La memoria del rock chileno post dictadura (1991-2023)

Después de la Noche Larga o La Espina de la Transición: La memoria del rock chileno post dictadura (1991-2023)

Como parte de nuestra serie de artículos en memoria por los 50 años del Golpe recopilamos algunas grandes canciones post-dictadura (que dan cuenta de ello y sus consecuencias) y sus historias detrás

El periodista David Ponce titula como ‘La espina de la transición’ a su capitulo incluido en el libro colectivo “Se oía venir”, sobre los discursos de la música popular chilena como manifestación crítica de los 30 años entre el fin de la Dictadura y el Estallido Social. En él, advierte que la generación de músicos de la Transición a la Democracia acusó recibo rápidamente sobre el desconcierto y la decepción que causó la asunción de los gobiernos civiles al poder, sin descuidar mantener la memoria viva sobre los terribles hechos ocurridos en el gobierno militar, paradójicamente, aun poderoso en los años noventa, simbólica y fácticamente.

La Dictadura fue justamente eso, una espina. Un asunto del que era mejor no hablar y convenía meter bajo la alfombra, como parte de las estrategias de conciliación política y miras al desarrollo del país. Un discurso asumido por la elite, pero rechazado por una serie de organizaciones y sectores políticos que, aunque disminuidos frente al poder (y en relación con su pasado histórico inmediato), no dejaron de advertir sobre la olla de presión que esta decisión significaba.

Las juventudes rockeras, punkys, metaleras y raperas, también lo entendieron así. Pese a no estar viviendo bajo los bototos de Pinochet, la historia trágica y reciente del país proyectaba su sombra sobre las vidas de quienes no vivieron en carne propia (o no como adultos o jóvenes) los años más crudos de los años setenta y solo a partir de la década de los ochenta y noventa (y en adelante) comenzaron a modelar su subjetividad política.

Esta es la banda sonora que habla de la vida después de la noche y cómo fue visitado el trauma de la Dictadura por la generación posterior, desde el año 1991 hasta el 2023.

1991 – Los Miserables – Pisagua 1973

El 2 de junio de 1990, a solo meses desde que Patricio Aylwin asumiera el poder, se produjo el hallazgo de osamentas humanas en la localidad de Pisagua correspondiente a ejecutados políticos durante la Dictadura. Fue la primera muestra fehaciente de las violaciones a los Derechos Humanos cometidas durante el régimen militar, descubiertas en democracia. También, la inspiración para que el joven grupo punk de La Cisterna, Los Miserables, compusieran un reposado reggae en homenaje a las víctimas. Desde este momento, el compromiso político y musical de Los Miserables para con la memoria histórica solo fue creciendo con los años.

1994 – La Banda del Capitán Corneta – Sarna

Uno de los grupos emblemáticos del proyecto de Nuevo Rock Chileno del sello Alerce (que intentó tributar el movimiento de la Nueva Canción Chilena, desde la vereda del rock), compuso este ácido rock que denuncia la violencia policial permanente, aun después de la Dictadura. “Orden y patria es nuestro lema, degolladores de la nación”, canta el inagotable Pancho Rojas, en una inequívoca referencia al asesinato de José Manuel Parada, Manuel Guerrero Ceballos y Santiago Nattino en marzo de 1985. Como dato, La Banda del Capitán Corneta, en sus inicios a principios de los noventa, integró en sus filas (aunque solo por un breve momento) a Ricardo Palma Salamanca, verdugo del fundador de la UDI, senador e ideólogo del proyecto político de la Dictadura, Jaime Guzmán. La banda y el “Negro” Palma, se habrían conocido en sus años de escolares en el Colegio Latinoamericano de Integración.

1995 – Fiskales Ad-Hok – Eugenia

La escena es impactante por la brutalidad del actuar. En octubre de 1993 un grupo de carabineros acribilló una micro llena de pasajeros en un hecho respaldado por el presidente Aylwin y conocido como “La masacre de Apoquindo” ¿El motivo? En su interior iban miembros del Frente Juvenil Lautaro escapando de un procedimiento armado. Murieron lautaristas sin ser sometidos a juicio y civiles inocentes que abordaron la micro. El hecho inspiró a los Fiskales a componer ‘Eugenia’. Años más tarde el grupo volvería a cantar contra las violaciones a los Derechos Humanos en canciones como ‘Cuando muera’ (“Vamos a celebrar cuando muera Pinochet”) y utilizar la figura del tirano en su imagenería, como en su ya clásica presentación de Lollapalooza 2019, cuando una gráfica mostró al dictador atravesado por una lanza.

1999 – Jorge González – Allende vive (Y yo sé donde)

En una realidad paralela creada por Jorge González, Allende no falleció el 11 de septiembre de 1973. Ya no es presidente, porque en esta realidad, pese a que “el Chicho” se mantiene con vida, el poder económico y político se las arreglaron para transformar a Chile en un fundo de la clase dirigente. Sin embargo, “Allende vive” (como Jorge canta con bastante ánimo y sentido del ritmo). “Yo he visto pasar a Allende, no digas que no / Casi nadie lo reconoce, parece que se afeitó / Maneja una Citroneta, pero con otro motor / Equipo con buenos bajos y ecualizador”.

1999 – Makiza – En paro

Un grupo en que la totalidad de sus integrantes nacieron fuera de Chile, pero con un fuerte arraigo en la cultura de sus padres y madres. Su voz principal, Anita Tijoux (hoy Ana), había crecido en Francia a causa del exilio familiar. “Aerolíneas Makiza”, su segundo disco, mostraba retazos de esta memoria en construcción que el grupo asumió como propia y que en canciones como ‘En paro’ se reafirmaba en algunas de sus líneas: “El pueblo unido no será vencido, ¡no, no! / Paz, reconciliación, ¿A dónde la viste? / si todo fue violencia y violación” y “Un minuto de silencio por todos los caídos / Villa Grimaldi, detenidos desaparecidos / Un país sin memoria es un país sin historia”. Años más tarde, Ana compondría otra canción sobre la herencia social de la Dictadura: ‘Shock’, del año 2011.

2000 – 2X – Juicio y castigo

“Violaste a tu patria maldito gusano / Pasaste a llevar los Derechos Humanos / Engendraste el odio en el pueblo / y reprimiste nuestro cerebro / Ahora llegó el momento de pagar / todas tus culpas vamos a juzgar / En nuestras manos la ley tomaremos / con nuestras manos te castigaremos / Mereces la muerte ¡hijo de puta! / pero lentamente para que sufras / Dejaste cuerpos oliendo a podrido / No tendrás perdón no tendrás olvido / ¡Juicio y castigo! sin perdón ni olvido / Debes pagar / Chile está herido”. Pinochet estaba preso en Londres y por televisión se veía a una clase política que intentaba salvarlo. A su vez, el nu metal azotaba los cráneos de los adolescentes ávidos por los trazos más duros del rock. No se necesita mayor explicación para esta canción.

2001 – Los Bunkers – El detenido

Cuando Carmen Luz Parot completó su fundamental documental “Estadio Nacional”, necesitaba una canción para la importante escena final, que contenía la grabación de una intervención artística en el centro de la cancha del Estadio, que entregaba un mensaje optimista al futuro sobre el esperado Nunca Más. Escena que, además, serviría como fondo de los créditos. Así aparecieron Los Bunkers, recién llegados a Santiago desde Concepción y sin haber lanzado aun su primer disco. ‘El detenido’ fue la canción que cumplió con la misión de dotar de humanidad y emoción la historia del coliseo como campo de concentración y se transformó, también, en la canción que abrió ese disco debut. Lo que viene después es historia pura y dura de la música chilena.

2001 – Mamma Soul – Bendición

Muchos fueron los motivos por los que Mamma Soul impactó (y remeció) la escena musical chilena en el cambio de siglo. El virtuosismo a prueba de dudas de sus integrantes, la cantidad de (buenas y diversas) voces principales y su composición completamente femenina (que era una novedad en el masculinizado rock chileno). Sus temáticas sociales y humanistas también llamaron la atención, pero ninguna como la abordada en ‘Bendición’, canción en que la vocalista Moyenei Valdés recuerda a su padre Raúl Valdés, militante socialista ejecutado en la vía pública mientras caminaba por la calle Catedral en el Barrio Brasil, sin provocación y a plena luz del día, el 8 de julio de 1989.

2001 – Malgobierno – Torturando

“Adoptan conductas (de animales) / ponen corrientes (en tus genitales) / Las vendas en tus ojos agudizan tus oídos / mientras los criminales te abusan desvalido / Miles de presos torturados por ideas / pero que no decaen y siguen en la pelea”. Malgobierno fue uno de los grupos emblemas del punk anarquista chileno. En el disco que incluye ‘Torturando’ también se encuentra un cover de ‘Ni chicha ni limoná’ de Víctor Jara y ‘Legislar’, donde se les escucha cantar “Estoy orgulloso de trabajar en el Senado de Pinochet / Vamos a legislar una, una y otra vez”.

2004 – Saiko – Las Horas

“Desiertos, ríos, mar / esconden mi paz / detienen el tiempo intacto” canta Denisse Malebrán al inicio de ‘Las horas’, dedicada a la búsqueda incansable que tantas mujeres hicieron de sus esposos, padres e hijos durante los años más crueles de la Dictadura (y aun hoy, triste y valientemente). Un tributo necesario que contribuye desde la vereda musical, aunque sea un poco, a sanar una de las heridas más profundas de nuestra historia.

2006 – El Cruce – Blues al desaparecido

El blues criollo de El Cruce ofrece este canto urgente y apremiante, que en la voz de Felipe Toro adquiere un cuerpo desgarrador y que estremece. “Dicen que el blues es grito de tristeza”, tal como cantaban los esclavos afrodescendientes en los campos de Estados Unidos. El blues como vehículo para expirar el dolor, en el Estados Unidos de mediados del siglo XIX y en el Chile de los últimos 50 años, en la tarea noble de buscar a nuestros desaparecidos.

2006 – Los Tres – No es Cierto

Algunas más certeras como ‘La primera vez’, otras más encriptadas como ‘De hacerse se va a hacer’ y otras que aun no se resuelve si efectivamente se refieren a la Dictadura o no, como ‘He barrido el sol’, ‘Flores secas’ y ‘La espada y la pared’. Álvaro Henríquez, junto a Los Tres, no ha dudado jamás en condenar la Dictadura y manifestar su rechazo a Pinochet, pero jamás fue tan claro como cuando el 2006 en la canción ‘No es Cierto’ se burla, con sarcasmo y enfado, del deplorable y cobarde estado del Dictador al buscar esquivar la justicia. El estribillo lo dice todo.

2010 – Juana Fe – La bala

“¿Quién tiró la bala para Víctor Jara / la que no dio la cara? / El que la disparaba / y el que las ordenes mandaba”. ‘La bala’ es una combativa canción de rock afrolatino, que parece beber de la murga, la batucada, la cumbia y el timbal, con un espíritu rockero indispensable, furibundo, mestizo y sudaca. De esas canciones que solo podrían haber compuesto en esta zona del planeta. Aquí, “la bala” que mató a Víctor Jara es la misma que mató a Alex Lemun.

2010 – Manuel García – Lentes de Allende

Rescatada de un viejo demo de Mecánica Popular, ‘Lentes de Allende’ se publicó por primera vez como bonus track del tercer disco solista de Manuel García, S/T. Para entonces ya era conocida por sus seguidores, con años de vueltas por el internet y algunas presentaciones en vivo. Una canción melancólica, que la sitúa en una posición opuesta a la ironía imaginativa de ‘Allende vive’ de Jorge González, pero que goza del sentido calor poético que Manuel impregna en sus composiciones más emotivas.

2011 – Francisca Valenzuela – Salvador

Cuando Francisca Valenzuela cantó ‘Salvador’ (dedicada al ex presidente Allende) en televisión, fue una sorpresa para muchas y muchos de sus seguidores, que no contaban con que el pop también podía asumir posiciones políticas e históricas desde la memoria. Error, pues es una tarea que el pop ha hecho desde que prácticamente existe, pero que en Chile no había surtido el impacto que llegó a efectuar con esta emotiva canción de Valenzuela.

2011 – González y Los Asistentes + Raúl Zurita – Desiertos de amor

Cuando en 1993 el poeta Raúl Zurita proyectó parte de su prosa en el Desierto de Atacama, su obra alcanzó un tamaño colosal. Esta apertura hacia otras dimensiones mediales de la poesía ya la había demostrado en la década del setenta, cuando integró el colectivo poético/performático CADA (Colectivo Acciones de Arte) y en 1982, cuando pintó los cielos de New York con los primeros versos de su poema “La vida nueva”. Años más tarde, en 2011, volvió a tensionar los límites de sus poemas, cuando recitó parte del “Canto a su amor desaparecido” sobre la base lisérgica que ejecutó el grupo González y Los Asistentes. La complicidad de Zurita con la banda de Gonzalo Henríquez es uno de los mayores tesoros de la música chilena realizada este siglo. Imposible no estremecerse en cada línea de esta canción ‘Desiertos de amor’ (y del disco completo que la compone). En vivo la experiencia es aun más emocionante. “Pero mi amor está aquí y se ha quedado pegado a las rocas, al mar y a las montañas” declama sollozo (y furioso) Zurita, la frase que también acompaña el Memorial del Detenido Desaparecido y del Ejecutado Político del Cementerio General. Dato: también existe un documental que registra esta (hasta hace algunos años) improbable fusión artística.

2016 – Alex Anwandter – Cordillera

“Cordillera dinos la verdad / Es esta tierra un lugar / que no nos quiere / ni nos va a dejar hablar / pensar, marchar, emborracharnos / con el baile que esto no se acabe acá / ¡Yo quiero pelear! / El Mercurio miente y la verdad / se tira desde un “Puma” al mar / A ese mar que todavía / baña a los niños en el litoral / Y los cantores cantan la la la la la / Y nada, y nada más”. En este estribillo Anwandter sintetiza tres momentos históricos: antes, durante y después de la Dictadura. Dibuja imágenes escalofriantes, como el paralelismo de los cuerpos arrojados al mar y los niños jugando en la costa, o el rol de la prensa y los cantantes alienantes que actúan desvergonzados en favor de mantener el peor legado que nos dejó Pinochet, con la Cordillera de Los Andes como testigo.

2016 – Asamblea Internacional del Fuego – El sonido de los helicópteros (Canción para Irene)

Emilio Fabar lo dice todo: “Aún recordamos cuando allanaste las casas / Cuando apaleaste a los muchachos / Cuando le cortaste el pelo a la fuerza / Cuando quemaste los libros, el toque de queda / Las listas negras en los trabajos / Cuando visitaste las fábricas / Y te llevaste a más de uno a dar una vuelta Cuando usaste el Pau de arara, el submarino, la parrilla / Aún recordamos Villa Grimaldi / La venda Sexy, Tejas Verdes, José Domingo Cañas / Londres 38, tres y cuatro Álamos / Chacabuco, Pisagua, Estadio Nacional, Estadio Chile / Isla Quiriquina, Colonia Dignidad / La AGA, la Firma, La Esmeralda, Los Hornos de Lonquén / En ningún caso nos olvidamos de los profesores degollados / Calle Conferencia, calle Santa Fe, Varas Mena / Tampoco olvidamos a Rodrigo Rojas de Negri / Y Carmen Gloria Quintana, quemados vivos a luz del día / La matanza de Corpus Christi / Los hermanos Vergara Toledo y Lumi Videla tirada muerta dentro de la embajada / El cura André Jarlan, los 119 de la Operación Colombo / Sebastián Acevedo preguntando por su hijo / Las madres, las hijas, las esposas que salieron con sus fotos / A la calle cuando el coraje escaseaba / Estamos condenados a recordar tanto / Pero tanto espanto, que no hay canción ni escrito que alcance / Porque el horror que pasa por los ojos se queda en el cuerpo / En las vísceras, en las entrañas / Se mantiene en el tiempo, en la memoria y se propaga”

2022 – Tenemos Explosivos – El barco de Teseo

“Aún te veo en esa tarde roja sangre / años antes que te hicieran desaparecer / Te quisiera decir que recordar es todo lo que hacemos quienes nos quedamos” canta Eduardo Pávez en ‘El barco de Teseo’, canción que abre “Cortacalle”, su último disco y en el que la memoria histórica es uno de los vectores principales. Algo que no es nuevo para el grupo de posthardcore, pues su preocupación y compromiso con la memoria ya había sido manifestada en canciones antiguas, como ‘La matanza de Cospus Christi’ y ‘Todas las barricadas del mundo’.

2023 – Legua York – Amor, exilio

El grupo histórico de San Joaquín publicó este año “Huelga de hambre”, un álbum que en prácticamente todas sus canciones abordan temáticas relacionadas a los conflictos sociales, el acontecer político y la memoria histórica. Acompañados con la referente mayor del rap chileno, Ana Tijoux, en ‘Amor, exilio’ -canción que abre el disco-, expresan a modo de manifiesto su compromiso insobornable con la memoria y los Derechos Humanos. “Allanaron mis sentimientos y también mi domicilio / Mataron a Gervasio / luego dijeron fue suicidio”, se escucha como prosa sensible sobre una base de rap con instrumentos acústicos que recuerdan a la Nueva Canción Chilena. Marca registrada del grupo.

Cristofer Rodríguez

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