Disco Inmortal: Criminal – Dead Soul (1997)
Inferno Records, 1997
No hay duda que la segunda mitad de los noventa un gran movimiento metalero en Chile emanaba, con sendas placas lanzadas de parte de bnasas como Dorso, Execrator, Dogma, Undercroft, Slavery y más, Criminal se erguía incluso con una ambición llevada mucho más allá: mirar en el horizonte la conquista internacional de -por lo menos-la difusión y reconocimiento. Armas tenían de sobra, cosa que quedó demostrado en el gran «Victimized», pero el grado profesional para afrontar su nueva placa fue preocupación vital para finalmente conseguirlo.
Lo que escuchamos en «Dead Soul» es brutalidad pura pero muy bien cuidada. El sonido fue parte fundamental del logro de una placa devastadora de principio a fin, y para ello, y luego de algunos traspies en conseguir al ingeniero ideal, donde se barajó a nombres como Scott Burns (Arise, Sepultura) o Colin Richardson (Carcass, Cannibal Corpse), se llegó a buen puerto con Vincent Wojno, quien ya había trabajado en álbumes vitales del metal mundial como «Cause for Conflict» de Kreator, el impecable «Burn My eyes» de Machine Head y más tarde el devastador «The Gathering» de Testament.
La apuesta resultó, pues Reisenegger y los suyos confiaban fehacientemente en tener un gran material para dar que hablar y hacer historia: «Dead Soul» hasta el día de hoy es considerado una obra cumbre del metal chileno, un disco que suena fresco, prolijo y sobretodo, sacudecráneos por excelencia. Criminal impuso una marca de elite con este disco y las miradas internacionales no se dejaron esperar, siendo editado además por partida doble: por BMG acá en Chile y por Nuclear Blast hacia afuera.
Brutalidad de principio a fin. Un disco que abría con esos espeluznantes sonidos de ultra tumba para desplegar las más furiosas embestidas thrash/groove (la marca del Machine Head noventero pero con una dosis de infiernal death de primera factura) en ‘Denial’. La buena convivencia metalera entre las guitarras de Rodrigo Contreras y las de Anton dejaban claro todo desde un principio. ‘Scapegoat’ y esa marcha demoníaca descendente seguía dejándote medio paralizado. Un track bestial para adentrarse en algo que se ponía cada vez más interesante. «Segregate show me your hate/It’s never too much to bear/You can’t face taking my place/I crossed the limits of fear I Crossed The Limit of Fear”, cantaba con esa voz desgarradora el gran Anton al ritmo de riffs encantadoramente asesinos.
La gran gracia de este disco es que pese a su fiereza y carácter aún underground fue un disco que llegó a las cadenas programáticas de MTV y tuvo mucha difusión radial. La otrora Rock & Pop noventera dio bastante tribuna a este gran disco, sobretodo a los temas «gancheros» como la implacable «Collide», el gran single de la placa, con un speed metalero thrash pero con un acercamiento al industrial de Fear Factory y Godflesh, y un verdadero himno del metal chileno, y a «Hijos de la Miseria», dándole así el único nombre a un tema del disco en español y cantada también en nuestro idioma, algo bien interesante, pues Anton se atrevió a escribir más temas en nuestro lenguaje y que le resultaron bastante bien más adelante.
Mientras cosas como ‘Terror’ no le hacían asco al groove y quizá algún guiño al nu Metal que andaba tan en boga por esos años con cosas de Korn o Sepultura, por su parte ‘Life Is Agony’ nos manejaba con sus hipnotizantes riffs. Este tema tenía de todo para ser un certero momento en vivo, que por suerte pudimos vivir más de una vez. Las líneas de bajo marcan la entrada de la gloriosa ‘Slave /Master’, otra increíble demostración de poder thrash de gran nivel, en un disco que no pretende por ningún motivo meter temas sobrantes. ‘Nation of Hate’, tiene mucho de su título por todos lados: odio, rabia y una determinación enorme.
La verdad es que se hace muy corto el disco, y la sensación que queda es de adrenalina pura. Criminal se probó lo corona del metal sudamericano con esta placa, y quizá, y pese a los cambios de formación, proyectos paralelos, cierto tiempo en receso y otros asuntos, no la ha soltado mucho que digamos.
