Fantomas amenaza Santiago: el rito de pasaje de Mike Patton

Fantomas amenaza Santiago: el rito de pasaje de Mike Patton

Hasta la aparición de Fantomas, Mike Patton era simplemente el frontman de dos de las bandas más atractivas del rock alternativo estadounidense, en dos frentes distintos. En la escena más underground, seguía siendo el vocalista de Mr. Bungle. En el frente del mainstream, había sido durante casi 10 años la cara visible y uno de los principales responsables del sonido de Faith No More, banda innovadora, atrevida, pero siempre masiva. Hasta ahí, Mike Patton era parte de dos colectivos potentísimos, y todavía su figura no levantaba el polvo que levanta hoy, y que hasta la fecha genera bandos irreconciliables. En un extremo, a una fanaticada que le celebra religiosamente cualquier cosa que haga, y en el otro, a aquellos que ven en el oriundo de Eureka no mucho más que un sobrevalorado vocalista que no sabe qué hacer para seguir llamando la atención a partir de una incomprensible “vanguardia”.

Durante la década de los 90, solo habían ocurrido un par de eventos discográficos que mostrarían atisbos de la locura y salida de márgenes que se vendría más adelante. Estaban, por un lado, dos intrascendentes discos solistas: “Adult Themes for Voice” y “Pranzo Oltranzista”. Por otro, no debemos olvidar al “hijo del medio” de Mr. Bungle: el ecléctico «Disco Volante», el disco más complejo y menos digerible de la banda. Pero no fue hasta la aparición de Fantomas, el cuarteto liderado por Patton y secundado por Buzz Osborne (Melvins), Trevor Dunn (Mr. Bungle) y Dave Lombardo (Slayer), que la salida de márgenes llegó con todo y para quedarse: Fantomas, de alguna manera, es la institucionalización de la música carente de estructura pop, onomatopéyica y muy poco digerible que definió lo que hizo Mike Patton de ahí en adelante, al menos durante su período más prolífico. Fantomas encarna el rito de pasaje por el cual Mike Patton se graduó de quién es actualmente.

De todos sus proyectos más consolidados, Fantomas es la única banda que emergió del cerebro y las vísceras del propio Patton. Es sin duda su proyecto más personal. Él lo concibió por completo, lo pensó, grabó demos, y se los envió a los otros tres miembros de la banda para entusiasmarlos y subirlos al barco. A su vez, el momento en el que surge la banda es particular. En 1999, Faith no more llevaba un año disuelto, y Mr. Bungle estaba ad portas de la extinción. Reemplazar esos dos baluartes por una banda que parecía más un capricho artístico excesivamente personal, fue sin duda algo que muchos viudos de Faith No More no le perdonarían jamás.

La banda tiene cuatro álbumes a su haber. El primero, “Fantomas Amenaza al Mundo”, es un disco conceptual cuyo principal objetivo fue delimitar el nuevo campo en el que se iba a mover Patton: 33 piezas desquiciadas, con muy poca estructura de canción, cada una representando una página de un cómic. Ausencia de letras de canciones, experimentaciones varias con la garganta, el peso inconfundible de la guitarra de King Buzzo, y un desatado y sorpresivo Lombardo en la batería, dan forma al sonido de una banda que hasta ese momento, era bien difícil de definir. A veces sonaban a Frank Zappa, a veces a John Zorn, y a veces  a la más brutal de las bandas de death metal.  Tal vez eso, la dificultad de digestión de su debut, hizo que The Director’s Cut, su sucesor, fuera más grande, fuera una segunda oportunidad que varios fanáticos, que no se encontraban ni en el extremo religioso, ni en el de los renegados, estábamos esperando.

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The Director’s cut: un experimento del terror.

The Director’s Cut es lanzado en 2001, en el mejor momento creativo e interpretativo de Mike Patton. Es la época del debut de Tomahawk, de la colaboración con The Dillinger Escape Plan, de “California” de Mr. Bungle, y así tantos otros que emergieron entre 1999 y 2004.  Se trata del álbum que consolida todo lo que significa Fantomas: metal experimental, con una elegancia única dada por tintes de jazz, y una estética cinematográfica que ya venía gestándose desde el disco anterior. ¿Dónde marca la diferencia The Director’s Cut? Todos los códigos musicales de metal avantgarde que en el debut tenían ausencia de forma y estructura musical pop (melodías armónicas, estrofas, coros, letras de canciones), ahora se habían canalizado en una obra coherente, que intercala intensidad metal con un exquisito y elegante sentido de la melodía. La total  deconstrucción del rock de Amenaza al Mundo, que inauguró las constantes críticas hechas a Mike Patton, en The Director’s Cut halló un cauce mucho más estructurado y digerible.

The Director’s Cut es un disco de covers. Se trata de versiones de conocidos soundtracks de películas bien distintas que, de alguna manera, la banda hace que parezcan como un continuo, como si fueran el soundtrack de una sola película. Así, Fantomas escogió películas que en general comparten como hilo conductor su oscuridad, terror, presencia del crimen y en general, del género negro. Entre las elegidas está The Godfather Waltz, el tema central de Rosemary’s Baby, The Omen, Twin Peaks, Experiment in Terror, entre muchos otros. Se trata, sin duda, de uno de los discos fundamentales del universo Patton, y en Chile tendremos la oportunidad de ser testigos privilegiados de su ejecución en vivo.

afiche.2png El show en Chile.

Si bien se trata de un show bastante particular, la presentación en vivo de The Director’s Cut en su integridad no es algo nuevo. Al ser, sin duda alguna, el disco fundamental de Fantomas (Delirium Cordia y Suspended Animation son derechamente olvidables), las canciones de este disco tendieron a estructurar las presentaciones de la banda desde su lanzamiento en adelante. No obstante, fue en 2008 cuando la banda tocó el disco completo para un show de año nuevo en San Francisco, el que quedó registrado en el DVD “The Director’s Cut Live: A New Year’s Revolution”. Poco tiempo después, en enero de 2009, la banda se embarcó en una pequeña gira por Australia, principalmente por recintos y festivales de Melbourne y Sidney, donde en más de una ocasión también interpretaron el disco en su integridad. Luego de eso, poco se ha sabido de la banda: un par de shows en Estados Unidos el año pasado, y eso sería.

¿Qué nos trae de especial esta vez el General Patton y sus secuaces, ya que nos tiene tan mal acostumbrados? No mucho, salvo por el retorno de la formación original de la banda, con Dave Lombardo en la batería. Desde 2007, la banda estuvo presentándose en vivo con Terry Bozzio (Frank Zappa), por lo que los ojos del mundo están puestos nuevamente en el romance entre Patton y nuestro país, esta vez, porque esta reunión puede significar el entusiasmo del grupo original con algo más.

Con los años, Mike Patton ha vuelto a componer y participar en proyectos con más estructura. Desde 2006 en adelante, la locura de Fantomas, Hemophilliac, Moonchild, Weird Little Boy y tantos otros proyectos y participaciones molestos para el oído de muchos, han sido reemplazados por otros que sacan el muy desarrollado sentido pop del músico: Peeping Tom, A Perfect Place, Mondo Cane, y el mismo regreso de Faith no More. Claramente, Mike Patton está en una etapa distinta al lejano 2001, lo que hace pensar que un regreso discográfico de Fantomas pueda verse influenciado ya no por la desestructura desquiciada de Amenaza al Mundo, sino más bien en una línea más híbrida como la mostrada en maravillosas versiones como “Charade”, “The Godfather Waltz” o “Experiment in Terror”. Sin duda, y es imposible no caer en el lugar común para quienes estábamos esperando decir esto hace años, la “amenaza santiaguina” estará imperdible.

Conoce acá los detalles de su show en Chile

Por Felipe Godoy Ossa

Nacion Rock

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