La experimentación continua: The Smile presenta «Wall Of Eyes»

La experimentación continua: The Smile presenta «Wall Of Eyes»
El proyecto que ha sustituido a Radiohead, para al menos dos de sus integrantes, presenta su nuevo álbum 

Thom Yorke y Jonny Greenwood, llevan casi 40 años de componer música de manera conjunta, desde los comienzos pre-Radiohead en los 80’s hasta el día de hoy y se nota que hay un lenguaje secreto entre ellos, una serie de signos y guiños que quizá ni siquiera necesite ser expresado en palabras.

Tras la sorpresa inicial en 2021, con presentaciones secretas y bien guardadas y el lanzamiento de su disco debut, The Smile, completado por el percusionista y baterista inglés Tom Skinner ha ocupado la mayor parte del tiempo de la agenda de Yorke y Greenwood. «Wall of Eyes» se separa de su predecesor por dos razones primordiales: la química inicial del grupo fue reforzada por meses y meses de hacer presentaciones en vivo, noche tras noche los músicos exploraban diversos espacios, incluso de improvisación y a diferencia de su carácter más introspectivo y secreto al momento de grabarse de «A Light for Attracting Attention», este segundo álbum fue concebido para ser grabado con la mayor cantidad de recursos, una orquesta completa y tiempo suficiente en los famosísimos estudios Abbey Road.

El pasado 18 de enero 2024, durante una proyección especial del cineasta Paul Thomas Anderson – asiduo colaborador de la banda – los tres integrantes se presentaron de manera sorpresiva al final del programa para charlar sobre su proceso creativo, contestar algunas preguntas y presentar un tema oculto, que todavía no es seguro cuándo o cómo verá la luz.

Ante una pregunta expresa del auditorio sobre si sentían ansiedad al lanzar un trabajo más allá de su círculo cercano y durante la etapa creativa, Yorke reconocía que: “Si decides trabajar en la industria creativa, debes ser capaz de levantarte y mostrar de alguna manera lo que haces. De lo contrario, es solo algo que está en tu cabeza, lo cual no es bueno ni para ti ni para los demás […] Debes compartirlo con otros seres humanos porque es una forma de comunicación, Sea como sea que descubras la comunicación, debes sentirte cómodo haciéndolo. No trabajas para ti mismo.»

The Smile juega por fuera de las reglas y restricciones del rock como género, esto no es sorpresa alguna, los tres integrantes tienen una tendencia a buscar retos como escuchas iniciales a los más diversos proyectos y estilos musicales: jazz, avant garde, música de cámara contemporánea, estilos de diversos rincones del planeta, etc., quizá el único rasgo común a lo largo del disco es un intento por crear música con similitudes al Krautrock, que cabe recordar por sí mismo es un género con multitud de diferencias entre sus más famosos representantes.

La duración de las canciones, solamente una por debajo de los 5 minutos, también indica una intencionalidad por crear piezas con diversas capas y multitud de direcciones o momentos. ‘Wall of Eyes’, la canción que abre el disco, quizá recuerde un poco al estilo con el que ha jugado Radiohead en canciones como ‘Give Up The Ghost’ o ‘Desert Island Disk’.

‘Teleharmonic’ es una canción electrónica sin serlo, un gran acierto al usar beats y percusiones naturales sin cajas de ritmo y una increíble instrumentación de viento que se eleva por encima de la canción. ‘Read The Room’ es una canción más agobiante, con sus disonancias y la tensión que se construye paso a paso, posiblemente una pieza que en su versión en vivo se vuelva de lo más estridente, pero que de manera contrastante se refrena en su coro y en su última parte se eleva mediante extrañas proyecciones. ‘Under Our Pillows’ guarda cierta similitud con ‘Thin Thing’ del disco debut, ambas piezas con la mayor influencia de ‘Can’ y cuyo trabajo de guitarra es realmente imaginativo, una extraña selección de notas tocadas con más énfasis en el aspecto percusivo de las cuerdas y efectos de delay. La segunda parte del álbum parece un poco más introspectiva, con mayor presencia de piano y teclados, que recuerdan los experimentos sonoros de canciones como ‘Pyramid Song’ o ‘Videotape’.

En resumen el trabajo de Yorke y Greenwood y magistralmente acompañado por Skinner, es como era de esperarse una exploración musical creada por amantes de la música para amantes de la música, que dejaron de pensar en los rígidos términos de una canción convencional hace mucho tiempo.

Ricardo Mora

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