Más cerca del ruido: Boy Harsher en Blondie

Más cerca del ruido: Boy Harsher en Blondie

Es posible que la noche del 7 de noviembre en Blondie pase a ser uno de las más recordadas del año para los seguidores nacionales de la música electrónica. La expectación por ver al dúo estadounidense, Boy Harsher, era muy alta, y se vio reflejada en los cientos de fanáticos que llegaron con mucha antelación al ya mítico recinto de Santiago centro (que, por su «onda», calzaba de la mejor manera con la banda).

La cantante nacional, Inad, fue la encargada de dar inicio a música con su propuesta definida como «neobolero», acompañada de su banda que resaltaba coros y bases electrónicas. A ratos, su atmósfera oscura y letras introspectivas recordaban a bandas como Luna in Caelo o Shogun, pero la impronta propia de Daniela Ibarra dejaba ver una autenticidad que, al parecer, tiene mucho que entregar, con un sonido fiel a lo que se puede encontrar en sus lanzamientos de estudio como «Angel» (single) o «Medium» (EP). Sin duda, uno de esos proyectos que adquieren otra «vida» en el escenario.

Un breve retraso aumentaría las ansias del público por ver a Boy Harsher en escena, cuando a eso de las 21:30, finalmente, se apagaron las luces para recibir al dúo. El humo estuvo presente en toda la presentación, al igual que las luces oscuras e intensas que complementaban una visualización en vivo del escenario a través de una gran pantalla. «Keep Driving» y «Give Me a Reason» daban inicio al show con una performance tensa y sombría. El mood se aceleraría con uno de los clásicos más reconocibles del dúo, «Morphine», que se conectaría a «Fate».

El desplante de Jae Matthews y Augustus Muller sólo parece progresar con el tiempo. Si bien la vocalista se posiciona frente al escenario e interactúa más con el público, el compositor cada vez se ve más cómodo en su performance, usando gran parte del espacio con sus máquinas de ritmo y sintetizadores, entusiasta en su interpretación.

«Westerners», «Come Closer» y «Tower» mantenían a flote la euforia de los asistentes, quienes bailaban y coreaban de forma intensa las canciones del set. También, hubo espacio para un cover, donde las guitarras calmas de «Wicked Game» fueron intercambiadas con sintetizadores en una muy bien lograda versión de Chris Isaak.

Los puntos más altos de la jornada llegaron junto con su cierre. «Tears» fue la antesala perfecta para una de las canciones con mejor recepción de la noche, «LA», en que el desborde fue evidente en toda la pista. Luego de una breve salida del escenario, llegaría «Modulations», para finalmente tener el cierre definitivo con «Pain», en donde el público hizo sentir las ganas de haber presenciado un setlist más largo.

Una suerte de revancha para quienes sólo presenciaron el concierto de Boy Harsher en Primavera Sound el año pasado, y un espectáculo producido por NiVivoNiMuerto que termina de sellar el vínculo entre el dúo y sus fanáticos locales.

Fotografías por Cristian Calderón 

Javier Bravo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *