Night Verses – Every Sound Has A Color In The Valley Of Night (parte 1): Una joya instrumental de 2023
El quinto disco de estudio de los norteamericanos es la primera parte de un lanzamiento doble que muestra música instrumental en todo su esplendor
El proyecto dirigido por el multifacético baterista Aric Improta se ha vuelto uno de los imprescindibles del 2023, en la medida de que la exploración de distintos recursos y matices sonoros cargado de virtuosismo les ha otorgado un innegable lugar dentro de las propuestas contemporáneas actuales. Every Sound Has a Color in The Valley of Night publicado el 15 de septiembre es un disco frenético y complejo pero a la vez directo, en donde el trío de músicos de Fullerton hace gala de una compenetración más que envidiable. Con muy pocos descansos , las 7 canciones de esta primera parte resultan ser menos extensas que las de su disco anterior From The gallery of Sleep del 2018, no por eso dejando fuera el potencial de generar trance y de ser ricas en densidad.
Es un desafío escribir una reseña de música instrumental, debido a que son mucho más susceptibles de interpretación los distintos trayectos que el viaje musical pueda generar, por lo que esta será solo una forma parcial de aproximar la experiencia Night Verses. El disco parte con ‘8 gates of pleasure’, apertura enérgica y pesada, con algunos pequeños momentos de calma. Reilly Herrera sobresale en la rítmica generada con su bajo, que además contribuye a marcar el tenor de la canción, con una melodía marcada en guitarra a modo de coro. Nick DePirro desde aquí anticipa que el uso de efectos de guitarra será mayor en esta entrega.
Sigue el frenesí con ‘Arrival’, cuyos armónicos y filosos ritmos en corcheas y semi corcheas mantienen atento al oyente a lo que pueda venir. Improta no se detiene ni si quiera en las pausas. Posiblemente uno de los cortes más djent del disco. ‘Rose Wire’ sería la primera «pausa» del disco, ya que aunque tiene un aire más atmosférico, no pierde vigor en mantener arriba la energía ya provocada por las canciones anteriores, siendo cinematográfico el alcance.
‘Karma Wheel’ llega una vez más a los sonidos más pesados, haciendo guiños a texturas propias del post rock y al alternativo. Los solos de guitarra cumplen bien en dar a atmósfera necesaria a cada cambio radical que ocurre en la canción. Se hace gala del nombre del disco en este punto, donde cada sonido efectivamente tiene un color. ‘Love in a Liminal Space’ se siente como el momento vacío del disco, haciendo gala a su nombre referente a aquellos lugares abandonados sin implicancia aparente, como puede llegar a ser el amor. No hay que equivocarse: esto no quiere decir que la canción sobre, sino más bien que es un momento más de la paleta de opciones a entregar.
La ronda final la comprende ‘Bound to you’, canción con las lineas de guitarra más melódicas y reconocibles del disco, con un Improta dinámico y enérgico en cada golpe entregado. Si buscaban generar un himno instrumental, es probablemente esta pieza la destacable del album. Para finalizar, ‘Séance’, canción que cuenta con la colaboración de las etereas lineas de bajos y atmósferas realizadas por Justin Chancellor, el icónico integrante de Tool y amigo de Aric, con quien ha tenido ya colaboraciones previas. Esta última canción no hace evidentemente de cierre, sino que es mas bien una transición o interludio a lo que será la segunda parte del album a ser lanzada el 2024. Se requieren algunas repasadas para apreciar la cantidad de información existente en este trabajo, que sin duda será apreciado por aquellos acérrimos seguidores del rock instrumental.