Anthony Kiedis, «Unlimited Love» y el regreso de John Frusciante: el renacimiento de Red Hot Chili Peppers

La gran noticia de la semana pasada sin duda fue el flamante regreso de Red Hot Chili Peppers, «Unlimited Love» se transformará a partir del 1 de abril en el decimosegundo álbum de estudio de la banda, llegando a reunirse con el histórico John Frusciante, en un álbum doble, y que constará de 17 pistas, donde la banda ofrecerá la marca registrada melódica y melancólica de los mejores años con el guitarrista, pero que también tiene para dar ese «algo más» que puede incluso llegar a sorprender a sus propios fanáticos que hoy gozan a tablero vuelto este reencuentro.

Pero la banda y este regreso no piensa en epílogos. En una reciente entrevista con NME, Anthony Kiedis confiesa que la edad (sesenta años) no le da picazón, miedo ni resquemores, y es más, se le oye muy optimista frente al futuro, incluso determinado en que «Unlimited Love» no viene para nada a cerrar ciclos, sino que a abrir otros. 

“Realmente no quería contar la misma vieja historia que hemos estado escuchando durante los últimos 50 años en la música rock”, dice Kiedis . “Me gustaba llegar a 10.000 direcciones y ver lo que había. No nos limitábamos a nosotros mismos, sino que intentábamos aprovechar algo que fuera honesto y emotivo. Con suerte, hemos dicho algo que no se ha dicho antes, o al menos lo hemos dicho de una manera que no se ha dicho. El evento más grande, honestamente, fue el regreso de John a la banda. Ese fue el cambio más monumental en nuestras vidas. Y Dios, estaba dispuesto a cualquier cosa”.

Después de una extensa gira mundial de 18 meses mostrando «The Getaway», su álbum junto a Josh Klinghoffer que abarcó cuatro continentes, 29 países y $73,5 millones de recaudaciones, la banda optó por el cambio de estrategia, se planteó otro álbum. Otra dirección. Todos comenzaron a escribir, pero poco después del proceso, Kiedis y Flea se dieron cuenta de que algo no encajaba, de que aún faltaba ese número importantísimo para lograr completar la ecuación.

“Iba despacio y sin un impulso real y definitivo. Era una especie de meandros”, dice Kiedis. «Y luego, tanto Flea como yo tuvimos un sentimiento de la época dentro de nosotros mismos de forma independiente que fue: ‘Sería muy bueno involucrar a John de alguna manera en este proceso’. Había pasado mucho tiempo y se estaba dando a conocer en nuestros círculos de nuevo después de haber estado en su propio círculo”.

Un disco bien logrado según los medios que han podido llegar a él, con canciones contundentes para no dejar decepcionados a sus fans, que se encuentran entre las mejores que ha escrito la banda. Hay una jam conmovedora en ‘She’s A Lover’, un bop jazzístico en ‘Aquatic Mouth Dance’, el surf-rock distorsionado de ‘White Braids and Pillow Chair’ y la entrada de combustión lenta ‘Veronica’, que esconde un final épico que tiene un flirteo con ‘Happines is a Warm Gun’ de los Beatles, anticipa NME. También estará marcado porque vocalmente, Kiedis nunca ha sonado mejor que cuando está emparejando poderosos ganchos pop con gruñidos de canalón en  ‘Bastards Of Light’. Todo se siente como un renacimiento instantáneo.

“Nos sentimos frescos, como una banda nueva”, confirma Frusciante, y continúa explicando cómo un cambio en la perspectiva colectiva ayudó a fomentar la creatividad. “Puse mucho menos de mi ego [en esto] que antes y creo que eso fue cierto para todos. No era tanto una cuestión de competencia como realmente querer dar una parte de nosotros mismos el uno al otro y estar emocionados de escuchar lo que los demás aportaban. A veces en el pasado, como en ‘By The Way’, por ejemplo, o  en ‘Mother’s Milk’, una persona se sentiría sofocada a expensas de otra. Esta vez se sintió mucho como personas que se preocupan unas por otras y están genuinamente emocionadas de que todos los demás sean lo mejor que pueden ser”.

Kiedis está de acuerdo: “La dinámica fue muy sana, productiva y creativa. A veces podemos ser un poco -demasiado- competitivos y puede llevar a la discordia, pero esta vez realmente nos empujamos mutuamente de una manera positiva”.

¿Hay un después de «Unlimited Love»?

Consultado por lo que depara a la banda tras el lanzamiento del disco, Kiedis llega a un punto interesante, aunque no se aventura demasiado. “No paso demasiado tiempo viajando por el futuro”, se ríe. “Sé lo que tenemos que hacer hoy. Tenemos que ser realmente buenos tocando estas canciones en vivo y luego depende de la salud emocional de la banda. El tour es una de las grandes pruebas de supervivencia y veremos qué pasa. Siempre soy optimista y no veo ninguna razón para dejar de hacer lo que estamos haciendo. Vamos a sacar música a puñados, literalmente. No se sorprendan si otra carretilla de canciones se presenta en un futuro próximo». Por su parte, indica que Frusciante es más feliz de elaborar, actualmente. Él dice que hay un «plan suelto» para un segundo álbum después de ‘Unlimited Love’, y que la banda «grabó casi 50 piezas musicales» durante las sesiones de Rubin: «Definitivamente tenemos suficiente material que amamos». Aún más emocionante, agrega que este otro proyecto «tiene una energía relajada que es distinta de la intensidad del disco que hemos hecho aquí».

El recuerdo obligado de Hillel Slovak 

Finalmente, no dejamos de mencionar los respetos para un miembro fundacional e histórico de la banda que destaca: “La energía de Hillel Slovak nunca se ha desvanecido del todo”, dice Kiedis. “Ojalá Hillel no se hubiera perdido esa primera grabación [el debut homónimo ‘The Red Hot Chili Peppers’] en el primer año”, recuerda Kiedis. “Hicimos algunos programas de televisión en 1984 y ahora los miro y pienso: ‘Maldita sea, desearía que Hillel hubiera estado allí para eso. Fue uno de los creadores de la banda. Ese era su bebé’”. Hace una pausa, volviendo su mente al momento. “De todos modos, estaba destinado a ser de la forma en que debía ser y todo se desarrolló de la manera en que transcurre la vida… Pero Hillel todavía está en nuestros corazones, ya sea a los 30, 40, 50, 60 o incluso a los 100”.