La casa no estuvo en silencio: Molchat Doma en Fauna Primavera

La casa no estuvo en silencio: Molchat Doma en Fauna Primavera
El grupo bielorruso hizo bailar a todos los asistentes del festival con su darkwave directo y contagioso.

Fotos: Cristian Calderón

Si hay algo característico de nuestros tiempos, es que propuestas provenientes de los rincones más impensados del mundo pueden llegar a tener importante repercusión mediática. El caso de Molchat Doma nos muestra aquello: después del lanzamiento de su segundo disco ‘Ethazy’ el 2018 y la masiva difusión en redes sociales del corte ‘Sudno (Boris Ryzhyi)’ en múltiples contextos, los llevó en poco tiempo a encabezar importantes festivales de música globales.

En un show de una hora de duración, bastante sobrio y con poca interacción con el público, quedó clara la solidez y el cuidado desempeño sonoro que el conjunto ofrece a los oyentes, a pesar de considerarse el post punk un estilo minimalista al primar el uso de sonidos analógicos con bajo procesamiento. Egor Shkutko con sus profunda voz y sus movimientos al son de la música no requirió de mayor esfuerzo para imponer su presencia en el «Banco de Chile Stage» y transmitir un claro mensaje no detenido por el idioma: bailar.

Tras cada ‘Spasibo’ (gracias) mencionado le eran anticipadas canciones que ya se han vuelto clásicos para los fanáticos del género: ‘Kletka’, ‘Son’, ‘Volny’, y ‘Doma Molchat’ fueron algunas de ellas. En la recta final del concierto el bajista y encargado de sintetizadores Pavel Kozlov jugó con efectos y distintas texturas oscuras en las canciones ‘Diskoteka’ y ‘Na Dne’, además de tener un impecable desempeño sonoro en la ejecución de su Music Man Stingray de 5 cuerdas con herrajes dorados y constantemente sometido a modulaciones como efecto de Chorus y Flanger.

Terminaron con la mencionada canción famosa en redes como Tik Tok, dando un último gracias en un claro español. El festival aún no terminaba, y claramente los asistentes después de aquella presentación se resistían a abandonar la casa, ni menos guardar silencio.

Rodolfo Galleguillos

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