Los Tres y la primera revuelta en Santiago: Como siempre lo soñé

Los Tres y la primera revuelta en Santiago: Como siempre lo soñé

Hace un año, era impensado que una reunión de los originales de Los Tres pudiera producirse; aquella banda forjada en el período de instalación de la industria del rock chileno, estaba distanciada y sin dar luces de alguna posibilidad de reencuentro. Los Tres tocaron por última vez, con esta formación, el año 2000, después de lanzar La sangre en el cuerpo; ese álbum bajó el telón a una década rutilante. Y de ahí en más, pasó mucho mucho tiempo hasta que, de pronto, las redes sociales se activaron, las señales comenzaron y la actuación en la abertura de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, nos decía que el sueño podía ser realidad.

Este nuevo capítulo de Los Tres se tituló ‘La Revuelta’, la cual se paseó por varios lugares, llegando a su final con los shows agendados en el Movistar Arena; el sábado 27 de abril el nerviosismo se sentía desde temprano en los alrededores del Parque O’higgins, porque era extraño pensar que el 90% de los que irían a este show (y me incluyo) nunca habíamos visto esta formación en vivo, lo cual creaba las condiciones ideales para un ambiente de máxima emoción. Lamentablemente no se partió a la hora y tras cuarenta minutos de retraso (se dijo que la gente estaba atochada en las vías de entrada), Álvaro, Ángel, Titae y Pancho subieron al escenario dispuestos a sentirse como en familia, tocando ese repertorio creado en una era dorada de nuestra música. Entre vítores y aplausos, impactaron desde el inicio con un sonido muy pulcro, siendo ‘Sudapara’, ‘El Aval’ y ‘Hojas de Té’, las que encantaban con cada acorde de guitarra y cada nota cantada por la legendaria voz de Álvaro Henríquez, y el absoluto virtuosismo de Pancho, Titae y Angel.

Los hits se sucedían uno tras otro. ‘La Torre de Babel’, ‘ Feria Verdadera’ y ‘Olor a Gas’, mantenían a todos muy metidos en un show que corría rápido y con poca interacción de los músicos con el público. Esto podría haber sido distinto considerando la ocasión, pues no son de pocas palabras e hicieron un largo tour de entrevistas para promocionar estos conciertos. La producción sobre el escenario fue simple, con algunas fotos e imágenes que aparecieron en ciertos momentos; solo en el último encore, los 35 años de vida de esta formación original, se paseó por fotos del pasado mezcladas con otras más actuales. ‘La perra con el perro’, ‘La vida que yo he pasado’, ‘He barrido el sol’, ‘La espada y la pared’ y el cierre glorioso con ‘Pájaros de fuego’, ‘Bolsa de mareo’, ‘No sabes qué desperdicio tengo en el alma’ y ‘Tu cariño se me va’, fueron el toque perfecto para coronar una gran jornada, en la que se repasó parte importante del rock chileno, en algo más de 2 horas.

Soy majadera en resaltar que los cuatro integrantes no han perdido un ápice de su virtuosismo; cada uno en los suyo se movió como el más eximio músico, incluso cuando Álvaro se posó en la batería, siendo un deleite cuando aceleraban el ritmo y relucía esa batería frenética, la que retumbaba con la misma fuerza que en esos años en los que despegaban al estrellato. Hubo cuatro acústicas que permitieron lucimientos particulares y que sacaron aplausos totalmente merecidos.

Previo al show, amenizaron la espera Torito Alfaro+María Esther Zamora, cultores de la cueca y que hicieron resonar nuestro baile patrio al son de vals y boleros. Luego, la presencia de Floresalegría, cuarteto que presentó sus canciones marcadas por rasgueos melancólicos y arreglos simples pero muy melodiosos, algunos muy inspirados en Los Tres de los ‘90, pero que por su frescura engancharon muy bien con el público que iba llegando para ser parte del final de la ‘revuelta’. Sin embargo, en este primer show no todo salió perfecto. Las pantallas laterales no funcionaron, perjudicando la experiencia de la mitad de los asistentes que no tenía cercanía con el escenario, mientras que la iluminación, en algunos momentos, tampoco permitió apreciar con certeza lo que ocurría. Eso, más los 40 minutos de atraso, fueron los puntos bajos de este show y esperamos que en los restantes esto se subsane, porque el público lo vale y lo merece.

En definitiva, este primer concierto de Los Tres (de los cuatro agendados en la capital) fue más que una simple actuación, fue una experiencia inolvidable que rompió 23 años de silencio. ¿Cuántos éxitos podrían haber creado en este tiempo?, ¿Cuánto más habrían expandido su influencia? son preguntas que más vale obviar y así lo decidió la gente que, a pesar de las incomodidades, solo trató de disfrutar al máximo y salir con una sonrisa, señal de un corazón lleno de alegría que valoraba el haberse encontrado, por primera vez, con los cuatro jinetes más creativos de los ‘90; a pesar de la larga ausencia, tocaron sus canciones de siempre dándoles un aire renovado. No tenemos certeza qué viene ahora y esto, perfectamente, podría ser una despedida, y si es así, las 29 canciones, las cuatro acústicas, el momento excelso que viven Pancho Molina, Titael Lindl, Álvaro Henríquez y Ángel Parra como músicos, nos dejan satisfechos. El ver a Los Tres en vivo, fue como siempre lo soñamos, un reencuentro que valdrá la pena recordar por mucho tiempo.

Setlist:

Follaje en el invernadero
Sudapara
El aval
Gato por liebre
Hojas de té
La Torre de Babel
Silencio
Feria verdadera
Olor a gas
Claus
Largo
No me falles
Tírate
Morir de viejo
Déjate caer
Un amor violento
Moizefala
El Arrepentido
La perra con el perro
(Roberto Parra cover)
La vida que yo he pasado
(Roberto Parra cover)
¿Quién es la que viene allí?
(Roberto Parra cover)
Encore:
Amores incompletos
He barrido el sol
La primera vez
La espada & la pared
Encore 2:
Pájaros de fuego
Bolsa de mareo
No sabes qué desperdicio tengo en el alma
Tu Cariño Se Me Va

Macarena Polanco

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