“La última tentación de Cristo”: censura, rock y controversia

“La última tentación de Cristo”: censura, rock y controversia

¿Y si no soy el hijo de Dios, por qué he vivido todo esto?”, frase que perfectamente podría adaptarse al infernal viacrucis que vivió Martín Scorsese para sacar a la luz una película polémica y que se demoró casi una década en poder rodarla. El genio detrás de Taxi Driver ansiaba hacer un film humano de Jesucristo y lo consiguió, pero bajo una gran cantidad de críticas, boicots y una producción cercana al mundo del rock.

Martín Scorsese siempre ha estado ligado al rock desde sus obras hechas a los Rolling Stones o a Bob Dylan hasta crear personajes que han sido ocupados como inspiración para músicos del género. El creador de cintas como Toro Salvaje o Los Buenos Muchachos anhelaba realizar un trabajo sobre la vida de Jesús, pero no como las ya tradicionales películas que se habían hecho de él, sino que algo más humano y, efectivamente, lleno de rock.

El escritor Nikos Kazantzakis había escrito La última tentación de Cristo y Scorsese quería hacerse de los derechos de este libro y necesitaba que alguna productora se adjudicara los derechos. Luego de casi una década de conversaciones Universal Pictures accedió a financiar el film, pero con una exigencia la cual consistía en que realizara una película para ellos netamente comercial en un futuro cercano y que sería Cabo de Miedo (1991).

Se barajó la posibilidad que David Bowie tendría que haber sido Jesucristo y Peter Gabriel el encargado de darle vida a la banda sonora de uno de los personajes más emblemáticos de la historia de la humanidad. Amenazas de muerte al elenco y al propio director, además de protestas en las afueras de las locaciones donde se filmaría fueron solo algunos de los problemas que tuvo que enfrentar, en primera instancia, la producción. Luego, hubo cambios en el casting y uno de ellos fue que David Bowie ya no sería el actor principal sino que Willem Dafoe, dejando el papel de Poncio Pilatos al Duque Blanco y que inicialmente sería de Sting, pero que tuvo que finalizar su vínculo con el proyecto, a pesar de haber estado desde 1984 en él, debido a sus compromisos junto a Amnistía Internacional.

David Bowie como Poncio Pilatos. 

Scorsese a través de este proyecto que se llamaría primeramente Pasión y que luego dejaría el mismo nombre que le dio el escritor griego forjó a un personaje sensible, capaz de enamorarse, lleno de dudas y errores, muy lejos de lo solemne de otras obras. Esto llevo a que el escándalo tomara fuerza y que grupos conservadores pusieran el grito en el cielo porque vieron en la obra del neoyorquino una burla al hijo de Dios por tener una escena en la cual Jesús tendría sexo con la María Magdalena de Barbara Hershey.

Entre los más escandalizados por la obra del estadounidense estaba el director de la ambiciosa miniserie Jesús de Nazareth Franco Zefirelli, quien en el Festival de Cine de Venecia de 1988 retiró la película El Joven Toscani en modo de protesta contra su colega sin ni siquiera haber visto el film que apelaba, como dijo Scorsese “al lado humano de su naturaleza sin negar que Él es Dios”. Sin embargo, también hubo violencia cuando fue estrenada en el mundo, pues el 23 de octubre de ese mismo año, el cine Saint Michel de París fue atacado por un grupo de fanáticos católicos quienes le lanzaron molotov dejando a 14 personas heridas, mientras que en España también hubo incidentes.

Portada de la banda sonora de la película a cargo de Peter Gabriel.

En nuestro país se prohibió mostrar la obra durante la dictadura de Augusto Pinochet siendo el estado chileno acusado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por “violación por parte del Estado de Chile respecto a los artículos 12 y 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, correspondientes a la libertad de conciencia y de religión y libertad de pensamiento y de expresión” en el mediático caso «Olmedo Bustos y otros vs. Chile» y popularmente conocido como “caso La última tentación de Cristo”.

La obra que pudo ser emitida en Chile luego de casi 15 años donde se dio el avant premier el 11 de marzo del 2003 en el cine Arte Alameda cuenta con un elenco coral entre los que destaca a Willem Dafoe como Jesús, el rol de David Bowie como Poncio Pilatos, Harve Keitel como Judas y Barbara Hershey como María Magdalena, dejando una banda sonora de culto a cargo del fundador de Genesis, Peter Gabriel y una frase casi bíblica de Scorsese cuando fue candidato al Oscar como mejor director: “es una película que he hecho para mí, para mi fe en Dios. Para sentirme, en este momento de mi vida más cercano a Él”.

Bastián Cifuentes Araya

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