Tras su esperada llegada al país en el marco del festival Knotfest, ahora hay una…
Más fuertes que todo: Pantera y Sepultura en Movistar Arena
Después de un controversial debut, Knotfest cerraría su primer acercamiento a Chile con una jornada marcada por los sideshows el lunes 12 de diciembre. Uno de ellos (y, quizás, el más esperado), era el de Pantera en Movistar Arena, quienes estarían acompañados de los brasileños de Sepultura en una especie de flashback a esos lejanos años en que era común verlos coincidir en más de un line up cuando ambas agrupaciones se encontraban en el peak de sus carreras.
Es necesario anteponer que fue una jornada redonda tanto en términos de sonido, como también en términos de horarios. Se respetó la programación anunciada, y ambas bandas sonaron muy bien desde distintas ubicaciones del recinto (que estaba casi a toda capacidad).
Pasado las 20:30 saldría al escenario Sepultura, que ya son parte de la casa. La banda ha visitado el país varias veces desde sus primeros años, cuando contaban con su formación original y los hermanos Cavalera, pero siempre han sido bien recibidos por aquí con todos sus cambios e incursiones musicales. Su último álbum «Quadra» recibió críticas favorables, y han sabido defenderlo bien en sus presentaciones.
El setlist estuvo dividido entre cortes del álbum ya mencionado y los clásicos de siempre; una movida bien recibida por el público. La energía y técnica que entrega Eloy Casagrande, baterista que ya lleva algunos años con la agrupación, se deja ver en canciones como «Isolation», «Means to an End» o «Last Time» que ya traen de base los riffs característicos de Andreas Kisser, orientados al thrash clásico pero sin carecer de un sonido moderno. El público supo aprovechar y encender sus ánimos con «Territory», «Kairos», «Dead Embryonic Cells» y «Refuse/Resist», pero el mejor momento -para muchos de los que estuvimos ahí- de su presentación fue «Arise», donde Derrick Green anunció que tendrían a un invitado especial en el escenario. Nada menos que Phil Anselmo, quien se encargó de apoyar los coros de la canción emocionando a todos los asistentes del lugar, quienes disfrutaron a concho el momento. El cierre del set llegaría con guiños a su álbum «Roots», con una versión corta de «Ratamahatta» y «Roots Bloody Roots» para coronar una de las -sin exagerar- mejores presentaciones de los brasileños en Chile de la era post Cavalera.
Ya se acercaban las 22:00 y aparecía un telón que cubría todo el escenario con el logo de Pantera. Varios compartimos la idea que es mucho mejor ver a una banda en solitario en vez de un festival, por lo que había gran expectación en los asistentes de al fin poder ver a esta nueva versión de la banda en un recinto cerrado y, dentro de lo posible, con un mejor sonido que en su debut del día anterior en el Estadio Monumental. Las luces se apagaron y en las pantallas del lugar comenzó a reproducirse un video con archivos que mostraban a los hermanos Abbott y a la banda en un repaso por su historia, dando a entender que todo se trata de una celebración a la vida de ambos y a lo que lograron todos juntos como banda.
Un fill de batería característico anunciaría el comienzo de «A New Level», que prácticamente hizo retumbar las galerías y que provocó que todo el público se moviera hacia adelante en la cancha. Fue genial poder ver una preocupación por parte de la banda que fue más allá de aspectos musicales, con una escenografía llena de guiños al periodo de los años activos del conjunto y visuales atractivas. También, el sonido se acercó mucho a lo que se podría escuchar en un disco de estudio o en vivo de la banda, donde los timbres de las cuerdas y percusiones estaba cerca de llegar al original (además de ser evidente que Anselmo está cuidando mucho más que antes su voz, lo que mejora su desempeño en el escenario).
Una seguidilla de clásicos coreados al unísono llegó con «Mouth for War», «Strength Beyond Strength» y «Becoming». La performance de la banda no dejó de ser impecable en cada momento. Si bien faltó Rex Brown (por complicaciones relacionadas al Covid), Stephen Taylor, de The Illegals, supo cumplir muy bien su labor con una ejecución precisa. Es sabido que Zakk Wylde es uno de los guitarristas más respetados de la escena, y eso queda en evidencia siempre en sus presentaciones en vivo. No es fácil ponerse en los zapatos de Dimebag Darrell, pero Wylde hizo el trabajo e incluso integró parte de su técnica en los solos del set.
Anselmo se veía emocionado por la recepción del público, y Charlie Benante se mostraba con el carisma de siempre desde la batería. «I’m Broken», «Use My Third Arm», «5 Minutes Alone» y «This Love» daban espacio a pits y la euforia de un público que parecía no cansarse. Probablemente, los puntos más altos de la noche llegaron con «Yesterday Don’t Mean Shit» y «Fucking Hostile», donde era difícil no ver personas cantando o moviéndose al ritmo de la música. La nostalgia se instaló con la proyección de un video que reunía imágenes de Dimebag y Vinnie Paul acompañado con el audio de «Cemetery Gates», para luego pasar a su conocida versión de «Planet Caravan».
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Para el cierre de jornada, los ánimos cambiarían de forma abrupta con «Walk» y «Cowboys From Hell», donde la intensidad de la banda se mezcló con llamaradas que salían del escenario deslumbrando a todos los asistentes que se veían más que satisfechos y felices por el show presenciado.
Mucho se comenta sobre el hecho de «revivir» agrupaciones que por diversos motivos dejaron de tocar en algún punto determinado, pero reuniones como la de Pantera, donde hay un respeto evidente por su legado dejando ningún detalle en el aire, demuestran que a veces está bien abrir la capacidad de asombro y disfrutar de un espectáculo de calidad (que sin duda quedará como uno de los mejores de este 2022 en nuestro país).