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«Nunca nos hemos cerrado a los lugares donde nos lleva la música» – Entrevista con Josh Griffin de Caligula’s Horse
Cada cierto tiempo, distintos nombres se van abriendo paso en la escena del metal global a través de la música progresiva. Mayormente asociados al virtuosismo, bandas y músicos han mezclado influencias clásicas del género con un sonido moderno, mas no carente de feeling. Un ejemplo de esto podría ser el caso de Caligula’s Horse, proyecto australiano que ha sabido posicionarse desde inicios ligados a grabaciones caseras, hasta giras por el mundo con nombres ya instalados en la palestra del metal contemporáneo, como Opeth o Pain of Salvation.
Su último largaduración, «Rise Radiant», significó un cambio a composiciones más directas y data de un ya distante 2020 en el que es sabido cómo la pandemia afectó al mundo de la música. La banda quedó con muchas ganas de mostrar su material nuevo y recién ahora, luego de tres años, han podido embarcarse a nivel mayor en una gira que los traerá por segunda vez a nuestra país el próximo 6 de septiembre en Club Chocolate.
Pudimos conversar con el baterista de la banda, Josh Griffin, acerca de esta nueva etapa para la agrupación, de sus expectativas para el show que tendrán en unos meses más y del nuevo material que ya se está preparando en estudio.
–¡Hola Josh! ¿Cómo va todo?
Muy bien, gracias. Es muy tarde aquí pero por lo general me quedo despierto hasta la madrugada, así que el horario me queda perfecto (risas).
-Genial. Su último disco fue lanzado hace algunos años y ya se ha podido ver en sus redes sociales que han estado trabajando en el estudio.¿Qué nos puedes comentar al respecto?
Estamos componiendo y trabajando, precisamente. En el transcurso de los próximos meses podremos informar más detalles al respecto, pero ha sido muy agradable el volver a visibilizarnos como banda. Recién ahora estamos pudiendo disfrutar de llevar «Rise Radiant» a nuestros fans de distintos lugares del mundo, pero es bueno darnos el tiempo de trabajar en otras cosas cuando podemos.
-Me imagino que durante la pandemia quedaron con muchas ganas de mostrar el material.
Totalmente. Es una parte fundamental del proceso. Nos encanta todo el camino de componer, grabar, llevar todas las ideas artísticas a un trabajo y luego publicar el resultado. Es muy importante el poder ver la reacción de los fans en los shows. Todo disco tiene su propio proceso pero no sólo de forma artística, sino que también recolectamos recuerdos cuando nos vamos de gira respecto a ciertas canciones y cómo los fans reaccionan a ellas.
Por desgracia, no pudimos obtener mucho de eso en vista de las restricciones por el confinamiento. Sólo pudimos hacer algunos shows en Australia. Sin embargo, por lo mismo es tan emocionan el poder volver a visitar distintos lugares y encontrarnos con públicos como el de ustedes.
-«Rise Radiant» no tuvo un enfoque tan conceptual si lo comparamos con algunos de sus trabajos anteriores en vista que se posicionaron ante cada canción como un capítulo individual. ¿Crees que esto se dio porque, hoy en día, la gente prefiere escuchar singles por separado? ¿O sólo quisieron probar algo nuevo?
Queríamos probar algo nuevo en esta gran área que no habíamos explorado aún. Definitivamente quisimos intentar eso en «Rise Radiant». Hay cierta conectividad emocional y lírica entre las canciones, pero queríamos tratar de lleno cada canción por lo que es.
Nunca hemos pensado en cuánto debe durar una canción, por ejemplo. Tomamos una idea, la exploramos. Algunas veces nos guiamos por un enfoque más «económico» en términos de composición para tener piezas más potentes. Quisimos llevar lo que habíamos hecho a un contexto más condensando y creo que lo logramos.
En algunos casos, como «The Ascent», se nota que aún nos vamos por el camino largo en esta gran canción que pusimos al final del álbum. Pero fue un desafío único y muy entretenido el poder aplicar algunas limitaciones sólo para ver qué salía de eso.
No creo que se parezca tanto a lo que hicimos antes, pero definitivamente tiene una sensibilidad, energía y vitalidad.
-¿Y cómo ha sido la reacción de los fans a estas nuevas/viejas canciones del disco?
La verdad es que hemos podido debutar algunas canciones en vivo y la respuesta es siempre genial. Algunas aún se sienten como si estuvieran afiatándose, pero tampoco necesitas una reacción gigantesca de parte del público. «Oceanrise» fue una gran sorpresa para nosotros cuando empezamos a tocarla en vivo, ya que es una canción muy entretenida para tocar, y además pega muy bien en cada set. El público queda inmerso en ella y eso nos hace vibrar mucho más. Pero no significa que esa emoción no se sienta con otras canciones. Todas se sienten de formas diferentes. Ha sido increíble el poder reencontrarnos con estas canciones y darnos cuenta que el público conoce las letras y partes. Es algo que no siempre pasa cuando, por ejemplo, sales de gira inmediatamente después de sacar un disco, ya que las personas no tienen tiempo de digerirlo y procesarlo. Todo ha ido muy bien.
-Bueno, Josh. Formas parte de la banda desde el 2016 y has podido trabajar previamente con la banda grabando. ¿Cómo crees que ha evolucionado tu contribución musical en la banda y cómo ha ido el proceso compositivo con la formación actual del grupo?
Creo que en el corazón de Caligula’s Horse hay una energía, y el compañerismo musical es su soporte. Si bien cuando llegué tenía la responsabilidad de grabar y ya había una línea marcada de lo que debía hacer, siempre me dijeron que hiciera sonar todo con mi propia esencia. Gran parte de la música ya estaba compuesta en ese proceso, lo que me permitió enfocarme netamente en la batería e integrar mi propia personalidad en ella. Pero las puertas siempre han estado abiertas para hacer contribuciones musicales.
«Rise Radiant» fue el primer disco en que una idea mía se transformó realmente en «algo», y eso fue «Oceanrise». Es una experiencia colaborativa maravillosa el poder tocar con Sam y Jim y ver cómo crece todo. Al final, todo se trata de si las ideas que van surgiendo representan la personalidad de cada uno y de la banda. Si bien la línea musical casi siempre está definida por los muchachos, las ideas son más que bienvenidas para conversarlas y ver qué se puede hacer con todo eso.
-Y en vista que ya han probado algunas cosas a lo largo de su carrera que se pueden ver reflejadas en su discografía: ¿Están buscando nuevos sonidos actualmente?
Siempre estamos abiertos a explorar nuevas ideas y a ver qué dónde podemos llegar con lo que vamos haciendo. La banda ya tiene un sonido único a esta altura, pero siempre hay nuevas ideas tanto de forma colectiva como también individual. Obviamente hay cosas que no nos interesan. No haríamos un disco folk de piratas, por ejemplo (risas). Pero siempre estamos dispuestos a probar cosas nuevas. Nunca nos hemos cerrado a los lugares donde nos lleva la música, mientras nuestras sensibilidades colectivas sigan conectadas.
-Josh, pudieron tocar con la banda hace algunos años atrás aquí en Santiago. ¿Tienes algún recuerdo especial acerca de esa visita?
Hasta el día de hoy recuerdo con frecuencia ese concierto. Fue una experiencia que nos voló la cabeza. Recuerdo haber quedado con la boca abierta mientras esperábamos al lado del escenario el salir a tocar, escuchando al público con tanta fuerza corear nuestro nombre. Tocamos sin monitores, y el público cantaba más fuerte que nuestro sonido desde el escenario y que las pistas que teníamos en nuestros audífonos. Fue increíble.
Recuerdo que, para la segunda noche, tocamos una canción que intentamos aprender días antes en Australia. Pero lo hicimos a pedido de un fan que nos encontramos en un bar ese mismo día más temprano. Nos dijo que en verdad quería escuchar «Into the White» y, a pesar de ser algo que no solemos hacer en vista que nos enfocamos en perfeccionar un setlist, fue demasiado entretenido y hace que sea uno de los mejores shows de toda mi vida. Nunca lo olvidaré, y por lo mismo estoy muy emocionado por volver.
-Me imagino que debe haber sido emocionante. Es una de nuestras principales características el ser muy ruidoso como público
Absolutamente (risas). Como te digo, es algo de lo que hablamos hasta el día de hoy. Incluso antes de saber que volveríamos. Siempre comentamos mucho ese show. Fue algo muy especial y que nos dio un nivel de energía muy alto.
-Bueno, Josh. Lo último pero no menos importante. A lo largo de los años han podido tocar con varios artistas muy influyentes en la escena progresiva. ¿Hay alguno que te haya marcado o que haya sido importante para la banda?
Sí. Los primeros que se me vienen a la mente son Opeth y Pain of Salvation. Ambas bandas tanto individual como colectivamente han sido una gran influencia para nosotros. El poder compartir escenario con ellos y también tener la oportunidad de compartir un rato al terminar ha significado mucho para nosotros. En el 2017 pudimos tocar algunos shows con ambos y no solo son grandes músicos, sino que también muy buenas personas con equipos técnicos muy amables y profesionales. Diría que Pain of Salvation son, para mí, una de las mejores bandas progresivas pero que, de alguna forma, se siguen asociando un poco al under. Sin embargo, tienen una base de fans muy grande.
-Josh, muchas gracias por tu tiempo. Todo lo mejor para ti y la banda en los shows del tour.
¡Muchas gracias a ti!