“S.C.I.E.N.C.E.”: la adrenalínica inyección de poder de Incubus

“S.C.I.E.N.C.E.”: la adrenalínica inyección de poder de Incubus

Epic Records / Immortal Records, 1997

Antes de que aparecieran aquellos grandes éxitos como «Drive», «Wish You Were Here», «Nice to Know You» y «Pardon Me» y lanzaran a Incubus al verdadero estrellato de la música más convencional y masiva, teníamos canciones tan o más bien logradas como «Idiot Box», «New Skin» y «A Certain Shade of Green». Las canciones de S.C.I.E.N.C.E. tienen sendos elementos de hip hop, metal y rock alternativo y era una forma más primitiva de entrar al mundo del rock que lo absolutamente meloso y suaves en que se han transformado hoy en día. Debemos decirlo.

Y también es justo citar bandas como Snot, Red Hot Chilli Peppers, Faith No More y algunas otras de California que estaban activas en ese momento como influencias en esta gran primera era de Incubus, en tiempos en que el numetal estaba redefiniendo las cosas, pero la verdad es que estas canciones siempre pudieron sostenerse por sí mismas sin parecer clones de toda esta nueva movida que estaba naciendo. He ahí un gran punto a favor de Brandon Boyd y los suyos.

En S.C.I.E.N.C.E. tenemos casi más alma que en todo lo hecho de los californianos y una fuerza impresionante, quizá como nunca lo lograron, hay más libertad y exuda juventud por todos sus poros, la batería es creativa y sólida, el trabajo de guitarra y bajo es complicado y está bien ejecutado, y Brandon Boyd tiene una gran voz que nos recuerda hasta algunos tintes grungies. La entrega vocal se mezcla con algunos gritos y algunos rapeos, pero aún deja el foco principal en coros bien cantados y razonablemente pegadizos.

El contenido lírico no es tan maduro ni tan serio como los futuros lanzamientos de Incubus, claro está, cubriendo temas como el uso de drogas y las fiestas, y al final del día, el envejecimiento definitivamente expuesto como un arma letal, haciendo una oda a la eterna juventud. Las mismas canciones nos lo reflejan: la extraordinaria ‘Vitamin’ y el bajo timbaleante y demoledor; ‘Redefine’ en la explosión de guitarras y scratchings en el inicio o la tribalidad de ‘New Skin’ , y para qué hablar de esa locura de ‘A Certain Shade of Green’, era Incubus sonando como verdaderos monos enjaulados o la atrapante ‘Anti Gravity’ llena de soul e incorporando bronces de ensueño.

Incubus ha crecido y madurado mucho desde el comienzo de su carrera, y decir que este lanzamiento es perfecto estaría lejos de ser exacto, pero es obvio que el potencial y la habilidad están presentes aquí 20 años después. Desafortunadamente, el disco de la portada del hombre del bigote (inspirado en su ex- profesor de ciencias y por delante de una tabla periódica recreada) a ratos sufre por el uso excesivo de los scratching y trabajos de DJ, pero es innegable que esta energía transmitida fue realmente motivadora y levanta-muertos para cualquiera en esta hermosa y novel etapa para la gran banda de Calabasas, California.

Patricio Avendaño

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