«Si tú no estás»: Los Jaivas por la memoria de Gabriel Parra

«Si tú no estás»: Los Jaivas por la memoria de Gabriel Parra

CBS Chile, 1989

La muerte de Gabriel Parra, hoy a más de 30 años de distancia, sigue doliendo mucho y no tan solo en el círculo Jaivas, sino que también en el de los amantes de la música chilena en general, más aun sabiendo que quien partió en ese frio abril de 1988 sigue siendo considerado el mejor baterista de nuestra historia e incluso sindicado por varios países europeos y de angloparlantes como uno de los mejores del mundo por su estilo tan particular -con dosis experimentales y sicodélicas, pero abrazando el ritmo latinoamericano-, y aquello es una proeza de la que siempre debemos hacer memoria.

Luego de esa abrupta pérdida, a Los Jaivas no les quedó más que reaccionar ante el shock con un disco en su memoria en 1989, recogiendo material que habían dejado en 1986 más la composición de seis canciones nuevas. «Si Tú No Estás» y «Rosas en el Jardín» (con poemas de su hermano Eduardo) son temas que evocan directamente al recuerdo de Gabriel, en un disco bastante único en su discografía, porque si bien hay cosas rockeras, es por primera y única vez que vemos a la banda implementar tantos elementos electrónicos en un momento que estaban bastante influenciados por el new wave ochentero tan en boga, en que sin «vender» su sonido, hace del juego de las fusiones de lo ya aprendido algo bien interesante.

Si bien Gato Alquinta se reencuentra con el folclore con sabor a bolero en «Como Tus Rios te recorren», «Pájaros Errantes» es pop puro con algunas dosis de guitarreos y los teclados y synths de Claudio y Eduardo Parra están muy a la orden del sonido del disco, cosa que nos dice que este instrumento siempre ha sido muy importante en la historia de la banda y en todos sus discos ha estado presente ese factor electrónico, siempre en favor de la musicalidad global. «Aguamarina» es una canción que nutre todo de pop electro ochentero pero con una sutileza andina notable, hay que decir que acá en Chile el boom de este sonido estaba en pleno auge con bandas como UPA, Electrodomésticos, Viena y los propios Prisioneros, entre muchos otros.

«Jamás sabré lo que el amor nos puede dar/mi vida estando junto a tí me hace olvidar, me hace creer estar siempre feliz.» canta Gato muy inspirado sin saber que, esta canción se replicaría en memoria de él mismo tras su futura muerte en 2003. El álbum tuvo una suerte de efecto reunificador, ya que es cuando vuelve Mario Mutis a grabar el bajo en misión compartida con Pájaro Canzani y con Juanita, la hija de Gabriel, participando por primera vez en un disco de la banda, aunque solo en coros, pero de alguna manera preparándola para el tremendo protagonismo que tendría en el futuro de Los Jaivas haciéndose cargo de la plaza de batería que dejó su padre hasta nuestros días. En este disco, por cierto, es el sobrino de Gato Alquinta, Marcelo Muñoz, quien hace las percusiones.

No pasó a ser un clásico absoluto de su discografía más bien por sonido y porque tuvo demasiada buena competencia con otras obras maestras, aunque el concepto es emotivo y es donde Los Jaivas hacen unas de sus letras románticas y otras más melancólicas, pensadas en su compañero y amigo que dejó una marca enorme en la historia del grupo y del rock chileno.

Por Patricio Avendaño R.

Patricio Avendaño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *