Clase metalera del 2007: 10 discos de metal que cumplen 10 años
El tiempo vuela a través de discos y de algunos discos de metal que aún saboreamos y otros no tanto, pero que no pasaron desapercibidos. Grandes placas de fines de la década pasada, otras olvidables y otras para recordar, hoy quisimos hacer una suerte de recuento y escoger 10 placas que dejaron sin duda una huella cada una en su estilo en particular. Diez discos de metal de la clase de 2007.
Para 2007 la banda de Rob Flynn Machine Head debía consolidar lo mostrado en «Through the Ashes of Empires». Las composiciones épicas y de monumentales riffs se apropiaban nuevamente del combo americano y como un recuerdo perdido quedaba la etapa Nu metal que sumó dos álbumes que echaron por la borda lo logrado por la banda con sus primeros discos. «The Blackening» destroza esquemas con elegantes melodías y asesinos riffs; “Clenching the fists of Dissent”, “Aesthetics of Hate” y “Halo” destilan inspiración y una banda que no vacila en mostrar una renovada vigencia.
Durante la primera década de los 2000 Dave Mustaine editó cuatro discos con Megadeth. Lo que supone que la inspiración del americano transitó por las nubes o bien algún trato discográfico lo obligó a editar discos cada tres años lo que, en la música no necesariamente se traduce en una irreprochable calidad. De partida ninguno de los discos registro la misma alineación en la banda, The World Needs a Hero fue grabado con los vestigios de los 90’ (solo Ellefson) y The System Has Failed con músicos de sesión donde el único que había registrado sus notas en Megadeth era Chris Poland. Para United Abominations logró trabajar con los hermanos Drover –Glen y Shawn- en guitarra y batería respectivamente, con quienes ya tocaba desde 2004, sin embargo Megadeth suena inspirado solo en; “Sleepwalker”, “Washington is next”, el resto parece ser un cúmulo de riffs que simplemente no hacen volar a Megadeth a su altura.
Si hay una banda que dominó el mercado del metal extremo en la década anterior, ese título hay que adjudicárselo a los noruegos Dimmu Borgir. Tras la edición de un cúmulo de buenos discos el año 2004 fueron invitados a su primer Ozzfest, una vitrina invaluable para cualquier banda de rock que desee llevar su música a cualquier confín del mundo. La edición de «In Sorte Diaboli» consolidó el buen trabajo de Shagrath y sus compañeros al colocar en la mira del mercado rockero al siempre polémico black metal de noruega, y para lograrlo no quemaron ninguna iglesia. El disco que cuenta en su portada con la icónica imagen de Baphomet, en su música tiene los elementos necesarios para el rédito; orquestación épica, riffs siniestros e himnos solemnes.
Para muchos fanáticos de Dream Theater -la otrora banda de Mike Portnoy- en «Systematic Chaos» termina por convertirse en una banda de metal con una larga discografía asociada al rock progresivo. Si en «Train of Thought» los americanos demostraron que podían ser tan pesados como Pantera y veloces como Anthrax en los 80’ en 2007 con la heavy “The Dark Eternal Night” y la dinámica “Constant Motion”, se gradúan como un acto transversal a dos estilos que siempre han caminado juntos y que al metal lo alienta de energía e ideas que decantan en las impostergables “In Presence of Enemies Part 1 y 2”; dos canciones que consolidan una de las mejores y consistentes entregas de Portnoy y su ex banda.
Tras un prolongado silencio discográfico y luego de enaltecer el legado de la banda a culto. Los formados en Lousiana, Nueva Orleans de Down regresaban al ruedo con «Down III: Over The Under» un disco marcado por la tragedia ocurrida por el Huracán Katrina y la lamentable muerte de Dimebag Darrell. Los ex Pantera Anselmo y Brown, y los hombres anclas de COC y Crowbar; Keenan y Windstein más Bower (Eyehategod) en los tambores, editaron una de las mejores obras asociadas al metal stoner. Descociendo el disco hay canciones pesadas “Three Suns and One Star” y otras con un legado blues “Never Try” o “Nothing in return (Walk Away)” que consolidan a Keenan y Windstein como los mandamás del género, nunca se escuchó mejor la mezcla del destilado Skynyrd, Zeppelin, Sabbath.
Una de las tendencias del metal que mayor protagonismo tuvo en la década pasada fue el metalcore. As I Lay Dying fue uno de los propulsores del estilo y en 2007 editaron An Ocean Between Us, un disco que resume ejemplarmente las directrices de su estilo. “Within Destruction” emparenta a la banda con un salvaje Slayer (periodo Groove) sin embargo durante el disco Hipa y Sgrosso a través de correctas líneas melódicas y certeros riffs edifican una de las placas primordiales del género.
El éxito que hoy tiene Behemoth, la banda de Nergal (quienes hoy se encuentran de gira por Norteamérica con Slayer y Lamb of God), no fue a propósito de un renaciente amor al death metal por parte de la industria. La banda polaca viene trabajando desde 1991 en un inicio bajo la cornisa del black metal para a través del tiempo mutar en un brutal death metal que los polacos supieron curtir en la década anterior. «The Apostasy» fue otro cimiento que ayudó a la banda a llegar a más audiencias pero siempre a punta de blast beats y riffs incendiarios, incluso fueron parte del segundo escenario del Ozzfest de 2007 junto Hatebreed y Mondo Generator.
The Black Dahlia Murder reconfirmaba su poderío en un disco técnico y demoledor como lo fue «Nocturnal», desde donde desprenden sendas gemas como ‘Warborne’, ‘What a Horrible Night to Have a Curse’ o ‘Deathmask divine’ para revivir en sus shows, en uno de los discos que los definió como una banda absolutamente transversal, donde convive el black metal, doom y el death/metal core. Brutalidad pura y el factor vampírico y siniestro dejaron grandes cosas en un disco que hasta el día de hoy cuesta soltar.
Los legendarios Paradise Lost tras un largo periplo por otros bríos musicales- iniciado en «One Second» con «In Requiem» retornaron a su sonido de forma y fondo. Los riffs de Mackintosh y Aedy se convirtieron en los protagonistas de cada canción y la banda volvía oler a metal. Según Mackintosh “To Mega Therion” de Celtic Frost fue fundamental en su intención de tomar la guitarra, empaparse de sus raíces y dejar que ésta hablara por él.
¿El thrash metal estaba vivo en 2007? «The Art of Partying» de Municipal Waste advirtió que el género no murió en los 90’. En una época en que el revival no era una moda Tony Foresta y sus muchachos tomaron la ironía y sarcasmo de estandartes del rubro (D.R.I, S.O.D, Anthrax) y con sus habilidades le dieron vida a punta de los onderos riffs de Tony Waste y suprema velocidad al indestructible thrash metal.
Por Nelson Silva A.
@LordSilvaa
