Cancionero Rock: “Wherever I May Roam” – Metallica (1991)

Cancionero Rock: “Wherever I May Roam” – Metallica (1991)

El éxito explosivo del “Black Album” significó una gigantesca gira mundial, la que comenzó a dar sus primeros pasos  en el Phoenix Theatre de California, el 01 de agosto de 1991, cuando Metallica tocó por primera vez, en vivo, “Enter Sandman” y “Sad But True”. Lo que vino a contar del 12 de agosto de ese mismo año, fue llegar a la cima, a la consolidación de una propuesta, a estructurar giras con no menos de 200 shows por año, y significó que el mundo entero reclamara un solo nombre en las revistas de música y en las radios: el de Metallica.

El cuarto single del “Black Album” fue “Wherever I May Roam”, lanzado el 19 de octubre de 1992 como un  himno a los viajeros, en una lírica que señala que la vida está llena de múltiples caminos y que muchos optan por ser nómadas y no pertenecer a ningún lugar.  Lars Ulrich dijo en una entrevista que, en el fondo, la canción los representa a ellos mismos, porque nació en esos locos días de gira por Europa “compartiendo el camión con la gente del concierto, con las otras bandas, y con cualquiera que alcanzara a subirse, entremedio de todo lo que corría para soportarlo”.

Considerando aquello, “Wherever I May Roam” es entonces, una foto de la sensación de la banda ante estas giras interminables, en las que daban la vuelta al mundo para llevar su música a todos los rincones.

El tema  tiene toda esa intencionalidad cuando señala que “la ruta es mi novia” y que lo harán hasta que los cuerpos estén muertos. En lo musical, tiene muchos recursos, como el uso del sitar eléctrico y ese sonido que invita a la reflexión. Kirk Hammett lo usó, nuevamente, cuando tocaron con la orquesta de San Francisco en 1999, para el álbum “S&M”. También, hay un extraño sonido que aparenta ser como un crujido, el que se escucha a lo largo de la canción, lo que es fruto de un bajo de 12 cuerdas que Jason Newsted usó en la pista, junto con el redoble de Ulrich, el cual  es potenciado por efectos de producción que dan más protagonismo a su trabajo; y la introducción del solo de guitarra cerca del final, fue adaptado desde un solo de Jimi Hendrix. Todas son novedades que le dieron fuerza al tema, tiene mucho poder, y en las giras posteriores siempre jugaron con el nombre de esta canción como parte del tour, nuevamente resaltando que Metallica estaba siempre en camino a algún lado, jamás detenido, en eterno rodaje para ser dueños de algún lugar del mundo.

“Wherever I May Roam” fue eclipsada, en los inicios de esa extraordinaria década, por “Enter Sandman” y “Nothing Else Matters”, sin embargo, ya es todo un clásico de la banda. Riffs excelentes, sonido impecable y la guitarra de Hammett haciendo solos de calidad indiscutible, los que refrendan el sentimiento de libertad que busca transmitir la canción; pero es una libertad que va de la mano con un férreo compromiso con los fans y que esto es, en definitiva, lo que inevitablemente siempre los lanzaba (y lanza) al camino, sin fecha conocida de retorno a casa. “El hogar es donde uno apoya su cabeza cada noche” reza la canción, y tantos años después, solo podemos estar completamente agradecidos de la banda por esa decisión de autonominarse como nómades del rock.

Macarena Polanco

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *