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Cattle Decapitation – «Terrasite» (2023) Una proclamación despiadada al ecologismo radical
2023-Metal Blade Records
Muchas bandas lo han intentado, pero nadie articula el verdadero apocalipsis al que se enfrenta la humanidad de manera tan vívida y sucinta como Cattle Decapitation. Con Death Atlas de 2019 llegaron a la cúspide de esto, lo que quizás llevó a algunos a creer que no les quedaba lugar para ir más allá de tal logro, pero ahora regresan con Terrasite, que es la declaración más audaz que jamás hayan hecho. Terrasite impulsa su sonido, más lejos en un territorio más épico y variado, y en manos del vocalista Travis Ryan, el concepto rector toma una dirección nueva e inquietante.
Todos los miembros de su formación actual (Elmore, Ryan, el guitarrista Belisario Dimuzio, el bajista Olivier Pinard y el baterista David McGraw) han crecido para llenar su nicho musical en la banda y han aprendido a sacar lo mejor de cada uno, aprovechando al máximo trabajo realizado hasta la fecha. A pesar de mostrarse crudos, sangrientos como el más pesado grupo de grind/death, los estadounidenses proclaman a viva voz su apasionada defensa de los derechos de los animales y el medio ambiente, advirtiendo sobre los peligros del cambio climático, la contaminación y la destrucción de los ecosistemas, exponiendo así el impacto devastador de la actividad humana en el planeta.
El nuevo capítulo de Cattle Decapitation, Terrasite (devorador de tierra) es una vez más una metáfora del papel de la humanidad en la destrucción del planeta y su naturaleza parasitaria. En Death Atlas, los antiguos humanos ahora renacen como grotescas criaturas parecidas a cucarachas destinadas a vagar por un nuevo mundo post-apocalíptico. Una nueva etapa de evolución (Humanidad 2.0) que encarna el concepto de renacimiento en una narrativa familiar, lírica y musicalmente, siguiendo la trayectoria de álbumes anteriores hacia paisajes sonoros más accesibles.
El álbum de 53 minutos y 10 temas, en su portada o arte creada por Wes Benscoter (Vader, Kreator, Hypocrisy), vemos la etapa de ninfa de este híbrido humano/cucaracha que es más un ser completamente desarrollado que acaba de mudar de su etapa de metamorfosis, sobresaltado, confundido, asustado, pero también cabreado y listo para unirse al resto de su prole para acabar con la humanidad. Trabajo de destruir la tierra de un lugar de angustia, la ira, el resentimiento, la depresión, la ansiedad, una mala perspectiva de nuestra especie tanto en el día a día, un nivel más amplio, mundano, así como un nivel filosófico, metafórico de lo que pudiese ser un futuro no menos cercano.
El tema que abre el álbum, “Terrasitic Adaptation”, te deja sin rostro con el equivalente sonoro de un cóctel Molotov, mientras que el cierre del álbum de 10 minutos, “Just Another Body”, te lleva a la tumba; el primero confronta la tendencia de la humanidad hacia la autodestrucción con justa ira, mientras que el segundo la enfrenta con repugnante resignación. Esa dualidad se convierte en una de las características definitorias del disco.
El sencillo «We Eat Our Young» es un excelente ejemplo de lo que nos espera, presentando la interacción bien pisada de gruñidos ennegrecidos y gruñidos apagados que Travis Ryan ha perfeccionado, mientras que también cuenta con un solo de guitarra emotivo y limpio junto con una instrumentación contundente.
Los coros gruñidos y pegadizos que Cattle Decapitation ha empleado en el pasado también siguen siendo una firma aquí, quizás más notablemente en temas como «The Insignificants» y «… And the World Will Go On Without You» además, que se sienten bien ganados y bien ubicados, rodeados como están de impresionantes hazañas de frenético demonio de la velocidad y una cacofonía de asaltos vocales.
«Scourge of the Offspring», por ejemplo, puede impresionar con riffs de tech-death y ladridos de enojo, pero es el coro altísimo y triste lo que resuena: «Qué vida tan maravillosa hubiera sido esta/pero me superan en número/como las estrellas». En la noche/somos tantos/que necesitamos morir.”
Terrasite contiene mucho de lo que esperábamos de Cattle Decapitation: death metal temático con toques de melodía, de d-beat ennegrecido, slam y un remanente de grind, unidos por la entrega vocal característica de Travis Ryan y el comentario social incisivo. Al mismo tiempo, el disco elige un enfoque un poco más matizado para el tema elegido, brindando el mismo nivel de brutalidad, lirismo exagerado y maestría musical entusiasta mientras lleva su visión un paso más allá. Si bien algunas melodías tienden a fusionarse, esto se resuelve después de escucharlas repetidamente. No es una banda fácil de escuchar o de tenerla como cabecera diaria, pero cuando le pones oído te impresiona su solidez y maestría técnica y musical, alejada de temas espirituales, demonios, cultos y todo aquello oscuro que atraía este tipo de estilo, los de San Diego te llevan a tomar conciencia en temas sociales y relevantes, a tener discernimiento positivo con nuestro planeta, y hacer parte de un cambio global de nuestro ecosistema.
